Huracán no pudo con Defensores de La Ribera. Terminó 0-0
Huracán empató sin goles frente a Defensores de La Ribera en un partido que dominó en gran parte, pero que no pudo definir por falencias claras a la hora de establecer una diferencia en el marcador. El sábado se viene el clásico ante Jorge Newbery.
El fútbol esta lleno de frases. Que no hay mejor ataque que una buena defensa o que los goles se hacen no se merecen y se pueden sumar muchas más. Lo cierto y real, es que Huracán no pudo ni supo vencer a Defensores de La Ribera de Rawson, tras ser el claro dominador del juego y dueño de las situaciones para anotar, pero sin dejar de reconocer que en un par de contragolpes su "ultra-defensivo" rival, bien pudo dar el batacazo de la fecha. Cierto es también que este equipo capitalino, siempre puso armas nobles para llevarse un punto valioso de Comodoro.
Defensores no apeló al juego brusco, tampoco a ensuciar el partido. Fue prolijo, y ordenado a la hora de defender, secundado estos atributos con un arquero sólido y seguro como Nahuel Acosta, quien se terminó llevando todos los aplausos. Pero con adjetivaciones ponderativas lo propio para los dos centrales –Thomas y Contreras- y la enorme tarea en el medio de Salazar, Brezzo, y Castillo.
Por el lado de Huracán, el resultado no satisfizo para nada. Claro que hubo merecimiento, pero merecer no es lo mismo que obtener. No se vio lo mejor del dueño de casa. Estuvo impreciso con la pelota, la retuvo mucho en el medio campo y sus hombres que otras veces fueron desequilibrantes, no aportaron ideas ni peso a la hora de buscar un conductor. Llámese Martín Subiabre, "Pocho" Barrera, o Maximiliano Vivas y también a Lugo, Romano y Lezcano.
Huracán tuvo varias chances, en especial los delanteros de punta, pero siempre faltaron "cinco para el peso", incluyendo los cabezazos de Nicolás Romero y las apariciones en el área rival de Oscar Colman.
Del otro lado fue espléndida la tarea del arquero Nahuel Acosta, sin obviar que Bellido siempre le creó sofocones a la defensa del "globo".
Defensores fue eso, todo defensa. Huracán, obligado a ganar y a ser protagonista del juego tuvo dominio y oportunidades para anotar, pero no supo quebrar el cero.
Castigo para uno, pero premio para quien con muy poco, se llevó mucho. Un punto de oro que a Defensores le vino como anillo al dedo.
La primera fue de Defensores con un remate de Bellido. A partir de allí, Huracán comenzó a llegar reiteradamente al arco de Nahuel Acosta.
Primero con un remate de Lugo, tras pase de Barrera que paso muy cerca del palo derecho del arquero. Mas tarde un cabezazo de Romano que se va por arriba desde una excelente posición.
Pero la más clara fue un remate de Lezcano que el arquero da rebote. La pelota le queda a Romano, quien define muy suave, tanto que parece irse al fondo del arco en cámara lenta. Pero aparece Milton Thomas para rechazar desde la línea. Del otro lado, Castillo casi sorprende a Cano con un remate desde fuera del área
En Huracán faltaron soluciones por los laterales frente a un equipo que se agrupó en el medio, con ocho y hasta nueve jugadores en su área.
En el segundo tiempo las cosas no variaron. Bellido le pegó un susto bárbaro a Cano, quien tapó en dos tiempos, una gran acción personal del delantero visitante.
El reloj comenzó a ser un rival silencioso para Huracán. Lezcano se pierde otra oportunidad ante Acosta, tras un remate de Romano que el arquero no pudo retener en primera instancia..
El ingreso de Escobar pareció darle otra fisonomía al ataque, pero la suerte ya estaba echada. Este mismo jugador estuvo a punto de anotar, cuando fue trabado en el momento justo, mientras en el final del partido otra pelota que llevaba destino de red, pudo ser enviada al corner con gran esfuerzo de Marcelo Gutiérrez.
Atrás quedaron los apuntes de otras situaciones desaprovechadas. muchas de ellas por impericia, faltó precisión. Abundó el apuro en vez de velocidad y no siempre es fácil jugar ante un oponente que puso en las cercanías de su arco buena parte de sus diez hombres de campo.
Frente a Defensores no se podía esperar otra cosa. Son Defensores de La Ribera. Esta vez fueron de su arquero Nahuel Acosta, que ayudó para mantener un cero a cero, que Huracán masticó con mucha bronca.
Huracán empató sin goles frente a Defensores de La Ribera en un partido que dominó en gran parte, pero que no pudo definir por falencias claras a la hora de establecer una diferencia en el marcador. El sábado se viene el clásico ante Jorge Newbery.
El fútbol esta lleno de frases. Que no hay mejor ataque que una buena defensa o que los goles se hacen no se merecen y se pueden sumar muchas más. Lo cierto y real, es que Huracán no pudo ni supo vencer a Defensores de La Ribera de Rawson, tras ser el claro dominador del juego y dueño de las situaciones para anotar, pero sin dejar de reconocer que en un par de contragolpes su "ultra-defensivo" rival, bien pudo dar el batacazo de la fecha. Cierto es también que este equipo capitalino, siempre puso armas nobles para llevarse un punto valioso de Comodoro.Defensores no apeló al juego brusco, tampoco a ensuciar el partido. Fue prolijo, y ordenado a la hora de defender, secundado estos atributos con un arquero sólido y seguro como Nahuel Acosta, quien se terminó llevando todos los aplausos. Pero con adjetivaciones ponderativas lo propio para los dos centrales –Thomas y Contreras- y la enorme tarea en el medio de Salazar, Brezzo, y Castillo.
Por el lado de Huracán, el resultado no satisfizo para nada. Claro que hubo merecimiento, pero merecer no es lo mismo que obtener. No se vio lo mejor del dueño de casa. Estuvo impreciso con la pelota, la retuvo mucho en el medio campo y sus hombres que otras veces fueron desequilibrantes, no aportaron ideas ni peso a la hora de buscar un conductor. Llámese Martín Subiabre, "Pocho" Barrera, o Maximiliano Vivas y también a Lugo, Romano y Lezcano.
Huracán tuvo varias chances, en especial los delanteros de punta, pero siempre faltaron "cinco para el peso", incluyendo los cabezazos de Nicolás Romero y las apariciones en el área rival de Oscar Colman.
Del otro lado fue espléndida la tarea del arquero Nahuel Acosta, sin obviar que Bellido siempre le creó sofocones a la defensa del "globo".
Defensores fue eso, todo defensa. Huracán, obligado a ganar y a ser protagonista del juego tuvo dominio y oportunidades para anotar, pero no supo quebrar el cero.
Castigo para uno, pero premio para quien con muy poco, se llevó mucho. Un punto de oro que a Defensores le vino como anillo al dedo.
La primera fue de Defensores con un remate de Bellido. A partir de allí, Huracán comenzó a llegar reiteradamente al arco de Nahuel Acosta.
Primero con un remate de Lugo, tras pase de Barrera que paso muy cerca del palo derecho del arquero. Mas tarde un cabezazo de Romano que se va por arriba desde una excelente posición.
Pero la más clara fue un remate de Lezcano que el arquero da rebote. La pelota le queda a Romano, quien define muy suave, tanto que parece irse al fondo del arco en cámara lenta. Pero aparece Milton Thomas para rechazar desde la línea. Del otro lado, Castillo casi sorprende a Cano con un remate desde fuera del área
En Huracán faltaron soluciones por los laterales frente a un equipo que se agrupó en el medio, con ocho y hasta nueve jugadores en su área.
En el segundo tiempo las cosas no variaron. Bellido le pegó un susto bárbaro a Cano, quien tapó en dos tiempos, una gran acción personal del delantero visitante.
El reloj comenzó a ser un rival silencioso para Huracán. Lezcano se pierde otra oportunidad ante Acosta, tras un remate de Romano que el arquero no pudo retener en primera instancia..
El ingreso de Escobar pareció darle otra fisonomía al ataque, pero la suerte ya estaba echada. Este mismo jugador estuvo a punto de anotar, cuando fue trabado en el momento justo, mientras en el final del partido otra pelota que llevaba destino de red, pudo ser enviada al corner con gran esfuerzo de Marcelo Gutiérrez.
Atrás quedaron los apuntes de otras situaciones desaprovechadas. muchas de ellas por impericia, faltó precisión. Abundó el apuro en vez de velocidad y no siempre es fácil jugar ante un oponente que puso en las cercanías de su arco buena parte de sus diez hombres de campo.
Frente a Defensores no se podía esperar otra cosa. Son Defensores de La Ribera. Esta vez fueron de su arquero Nahuel Acosta, que ayudó para mantener un cero a cero, que Huracán masticó con mucha bronca.
Diario Crónica
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