14 enero 2010

El fútbol del Rojo neuquino se quedó en la calle

ARGENTINO B – INDEPENDIENTE NQN
"Más abajo no podemos caer", susurran algunos jugadores, que retoman el silencio cuando ven llegar a dos intrusos, uno con cámara en mano y otro portando un anotador. La realidad de Independiente de Neuquén está ahí, a la vista, en la vereda de enfrente de la sede de calle José Rosa. Los futbolistas cabeza gacha, el DT que explica pero no entiende, los dirigentes ausentes, la llave de los vestuarios que nunca apareció...
Río Negro

El plantel no entrenó porque el estadio estaba cerrado.


El inicio de la pretemporada volvió a postergarse. Los jugadores se quedaron afuera y están preocupados por el futuro.
Son las 18:13 y el plantel del Argentino B debería estar en su primera práctica de 2010, pero nada de eso ocurre. Los jugadores, unos veintitantos, llegaron a la cancha del centro y se encontraron con que las puertas estaban cerradas. Omar Dehais, que ya había aplazado por 48 horas el inicio de la pretemporada, esboza una nerviosa sonrisa y cuenta que a pesar de los enorme contratiempos, la idea del presidente Gastón Sobisch es "continuar con el fútbol. Pero no sé, me tengo que reunir con él", aclara.
Los jugadores esconden la preocupación entre chistes y anécdotas estivales, pero varios aclaran que "ya no existen demasiadas posibilidades" para ellos.
Se refieren a que el libro de pases del Torneo del Interior, que se larga el domingo ya cerró, y que el del Argentino B lo hará el viernes. Uno de ellos es José Ancatén, quien decidió quedarse en Independiente para cumplir con "la palabra empeñada" y que ahora es parte de ese puñado de nerviosos cuerpos que camina por la vereda, frente al estadio, sin entender demasiado.

Para Dehais "lo único que importa son los jugadores, que se les mantenga la fuente de trabajo aunque sea por los próximos tres meses". El técnico prefiere ser optimista en medio de la crisis y cuenta que lo más preocupante no es que el plantel se quede sin entrenar, si no que "cada vez hay menos gente dispuesta a trabajar por Independiente".
-¿Debería jugar o bajarse del Argentino B?
-Dehais: Lo importante son los muchachos, ahora estamos metidos en ésto y hay que jugar.
-Pero dejando de lado a los jugadores, ¿están dadas las condiciones para afrontar el torneo?
-No deberíamos seguir en estas condiciones, estamos demasiado complicados. Para el que ve de afuera ésto (señala a sus jugadores en la calle) es impresentable, pero la verdad es que nadie quiere colaborar...

A unas cuadras de allí, Gastón Sobisch atiende a "Río Negro" pero no consigue aclarar demasiado el panorama. Justo en ese momento, el presidente se dirigía hacia la sede de José Rosa para dar algunas explicaciones. "Hoy no te puedo decir si vamos o no vamos a jugar. La idea es seguir, pero la verdad, no hay grupos de trabajo en lo dirigencial. No sé, la verdad no sé...". Se va. Y las dudas quedan flotando en el aire.