Fotos: Romina Barrientos
A medida que arrimaba la hora del inicio pactado, las quince horas, el frío nos maltrataba a más no poder. Cancha llena, tribunas adornadas con banderas y trapos, le daban el colorido necesario a la plomiza tarde de ¿Otoño? La cosa es que el hincha, fiel a su estilo, acompañaba y si lo que le venden pinta “Pa bueno” compra.Saludo fraternal en mitad de cancha por parte de ambos equipos, en una ceremonia sencilla de fila india, con los dos rivales saludándose uno por uno.
Eduardo Lugo pita inicio. Saca Boxing , y ahí nomás antes de un pestañeo cuento tres toques al ras del piso. Recupera Boca la pelota y antes del segundo pestañeo cuento cuatro toques con el mismo criterio: la pelota por lo bajo.Y entonces, nobleza obliga se me escapa un “La pucha...Esto viene mortal!!!”
En el medio Diego Sandoval y Gustavo Díaz juegan una pulseada por copar la zona media.
Y gana Diego, que junto con Sebastián Luna, Leandro Fernández y Jancich, presionaban a lo ancho de esa zona.
Los hombres de Boca anulaban a quienes son los encargados de generar el fútbol en Boxing, y por simple decantación, inclinaban la cancha hacia Claudio Garay.
Mario Surita y el “Mara” Navarro escalonados y turnándose en la marca de Becerra, pero Raúl vivo como es, complicaba, porque bajaba un par de metros y uno de los centrales se veía en la obligación de seguirlo.
Este movimiento, pensado obviamente, abría un espacio en ataque por derecha entre Cassin y los centrales para que por allí se filtrara Mauro Rosales.
La idea? Excelente, pero nadie tomó en cuenta que Jorge antes de pasar te pide documentos y Mauro pareció estar indocumentado, porque no lo pudo pasar nunca.
Abel Simoes, lejos de su nivel futbolístico, solo aportaba voluntad y sacrificio, pero con eso no alcanzaba para bloquear a Leandro Fernández que de a poco y como haciéndose el distraído ganaba por la izquierda. Boxing era superado y por pura lógica, pasó no menos de tres sofocones serios, que Claudio Garay resolvió una a una con acierto.
Sin embargo Mariano Matus genera una contra casi mortal, arranque desde la zona media en velocidad la pelota va de izquierda a derecha, viene el centro a ras del piso para Mariano, pero este no alcanza a desviarla a la red. Y con este cero a cero por lado se fueron al descanso.
En el esperar de los quince minutos del entretiempo, salió el sol y con los equipos ya en cancha uno esperaba que también el sol saliera para ellos.
Y de vuelta en el arranque me dieron el “Dulce” de creer que se podía. Porque arrancaron “enchufados”, pero con el correr de los minutos, algún amargo, al descuido pateó el cable, se desenchufaron y siguieron como podían, digamos … con pilas y ya sobre el final, de las pilas pasamos a las velas a la espera que Lugo se apiadase de todos y pitara el final.En todo este lapso o gran parte de ello, Boxing fue mejor, puntualmente explotando el sector izquierdo de su ataque. Y si bien Martínez no había trabajado en la primera parte, la segunda no lo tuvo de espectador ni mucho menos.
Fueron contadas con los dedos las llegadas, pero promediando la etapa Mariano Matus toma la pelota en el borde del área, encara, gambeta de ”Papi fútbol” le aplica a su pie derecho y cuando pinta para golazo Eduardo Martínez pone todo su cuerpo a disposición de Boca y ahoga la más clara chance, del hoy, verdinegro.
Los últimos quince minutos fueron tan tristes como la tarde, ya en el pitazo final de Lugo la lluvia era intensa y el frío despiadado. Daba más para estar en casa tomando un café caliente que seguir en esta “deuda” que nos habían firmado Boxing y Boca.
No hubo vencedores ni vencidos, solo un empate con gusto a poco … realmente muy poco.
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