Ochenta de buen juego, diez de efectividad.

Boca y Cóndor son sinónimos de buen fútbol. Si además uno se traslada en el tiempo, no tan lejano está aquel partidazo que brindaron en esta misma cancha, donde ambos se fueron con logros: Boca con el derecho al Argentino “C” 2009 y Cóndor al zonal. Pero hoy la historia fue muy distinta. Hubo un solo equipo en la cancha, Boca fue dominador absoluto desde el pitazo inicial de Lugo, le costó ochenta minutos vulnerar a Ludueña, y a falta de diez facturó por tres.
Fotos: Pablo Ortiz

Pasados veinte minutos de las diecinueve y ya con luz artificial, se iniciaba el quinto capitulo para ambos equipos. Ya se sabía del triunfo de Defensores, por lo que Boca no quiso esperar ni pensar que hacía el rival, se preocupó exclusivamente en que podían hacer ellos mismos, el xeneize no fue de menor a mayor, fue raramente de mayor a mayor, porque al termino de la primera etapa, hizo todo bien, salvo.. no convertir.
El Cóndor simplemente no encontró nunca la pelota, y Boca, que fue dueño exclusivo de la redonda, tiró en campo una nutrida gama de variantes, fue por derecha y por izquierda, atacó por el centro, proyectó tanto a Lucas Fernández por izquierda, como a Mario Pérez y hasta García por derecha. Ganó en el juego aéreo, se cansó de tirar corner, fue simplemente muy superior a El Cóndor, que viéndose superado, especialmente en la zona media, donde Boca generaba todo su repertorio, no apeló al juego brusco, sin embargo Ruiz, su marcador lateral derecho se va expulsado por doble amarilla y los de la mueblería, que hasta ahí esbozaban de tanto en tanto alguna contra, directamente renunciaron al ataque, dejando a un solitario Hernández, que fue el fiel reflejo de un naufrago en una isla…solo.. Exageradamente solo.
Todo muy lindo...pero con eso no pintamos la pieza decía mi viejo, de que sirve un “Jogo bonito” si el partido no lo definís.
La segunda parte fue un calco de la primera, toque, rotación, cancha bien abierta, pero a diferencia del primero, Ludueña ya no tenía tanto trabajo, porque Cóndor se cerró aún más en el fondo y la zona media casi jugaba pegada a la línea de cuatro.
A esta altura Boca era más ofensivo todavía porque subió a Mario Pérez un par de metros por derecha, Lucas Fernández pasó a ser un “carrilero” por izquierda más en ofensiva que en su sector natural, la defensa. Nicolai, saca a Luna, uno de esos doble cinco del dibujo táctico inicial, para poner a Lucho Suárez, que juega de por sí unos metros más arriba.
Saca a un punta y prueba con otro, Mauro Rosales, quizás para imprimerle más velocidad. Saca a Jancich y pone a un viejo conocido, el negro Rivera,
Y Boca va, pero no a ciegas y menos a locas, sigue fiel a su buen fútbol, aunque el resultado no lo acompañe.
Veo a Eduardo Martínez, casi como un stoper, parado entre su arco y la zona media de la cancha, alentando, ordenando, y hasta con ganas de ir a cabecear algún centro.
Porque los que normalmente la meten y encima la meten seguido, hoy parece no andar derecho al momento de empujarla a la red.
Lo pierde, Escobar (raro), lo pierde Becerra (Más raro todavía) y hasta creo que Gerson y el Indio se miran como diciendo...”Hoy no la embocamos” Pero nunca digas nunca… doble pared por izquierda y Lucho la va a buscar, a dos metros antes que se pierda en un nuevo saque de meta, saca el centro, y sí mi amigo, si los que saben en esto de gritar goles, no pueden, aparecen los del fondo emulando a los delanteros, para sorprender a propios y extraños, El colo García rondando los treinta y cinco, a diez del final, pega el grito sagrado, abre el marcador y más que un grito, es un suspiro de alivio, porque con todo lo hecho y no marcar, era casi un pecado.
Partido liquidado?? No se apure estimado amigo… El Cóndor, que jugó parte del primero y todo el segundo con un hombre menos, El Cóndor que sacrificó a todos sus muchachos para mantener el cero y había resignado el ataque, pone proa hacia Martínez, y al menos cuatro o cinco minutos, arrimó peligro, heroicamente quizás, por simple reflejo tal vez de quien va perdiendo, lo que fuera, pero lo intentó, fue solo una ráfaga, pero Martínez tuvo incluso que revalidar sus reflejos tirando por sobre el travesaño una pelota con destino de red. Después esa lógica de que se abren los espacios, y todo fue más fácil.
Subida por derecha de Mario Pérez, remate fortísimo, que Roly Ludueña, ataja pero no retiene, y don Raúl, ahora ya sin el compromiso del cero a cero, se corre un poco hacia la derecha, con esa pierna saca el remate, y la cuenta asciende a dos.
Ya en el alargue, y con un Cóndor, totalmente quebrado, centro rasante desde la derecha, debajo del arco entrando por izquierda aparece Mauro Rosales, para marcar el tercero y la fiesta es total.
Omar Lugo, de correcto arbitraje, marca el final. Sigo con la vista a Eduardo Martínez, que sonríe con el “cholga” Olguín y sale disparado hacia el banco, a confundirse en un profundo y sentido abrazo con Jorge Nicolai, casi un símbolo de lo que es este Boca hoy.

Boca y Defensores son líderes del torneo, han sumado trece puntos, a uno y silencioso un Ferro que tiene cuatro triunfos en cuatro partidos, vale para tener en cuenta. La próxima el xeneize lo mira desde afuera, el fixture dictaminó la sexta es libre para Boca…ahora veremos si con el tema del clima la Liga sigue con el campeonato o manda a cuarteles de invierno.
Me vuelvo a casa, contento, pienso en lo que fue Defensores-Boxing , pienso en este Boca – El Cóndor, creo que así el fútbol vale la pena … La pucha, claro que vale la pena!!!