Mientras estaba en vida, el "Viejo" como todos le decíamos cariñosamente a Don Esteban Isidro Castro, había dicho que cuando falleciera, su cuerpo fuera cremado y sus cenizas fueran esparcidas en la Cancha de Boxing, Club que él siempre amó.
Ayer, antes de que se disputara el último partido entre Boxing y El Cóndor, su hijo, acompañado por las Autoridades de los Clubes de Río Gallegos, Miembros del Consejo Directivo y Ejecutivo de la Liga de Futbol Sur de Río Gallegos y los jugadores de ambos equipos, en una emocionante ceremonia y ante el aplauso cerrado de todos los presentes, se cumplió con la petición del entrañable dirigente.
Como dijo su hijo ... "ahora el Boxing tendrá eternamente a su Comisario de Cancha presente".
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