LIGA DE FÚTBOL SUR
En un partido por demás desparejo, los locales derrotaron por un abultrado 7 a 1 a los muchachos de Petrolero, aunque la mayor producción llegó después de los últimos 15 minutos del partido. Maximiliano Salomón se fue expulsado por falta como último hombre.
Israel Ortiz (LOA)
En el día de ayer, en la cancha de Defensores del Carmen, los locales enfrentaron al alicaído conjunto de Petroleros. El marco no era tal vez el más favorable para los visitantes, era el choque del penúltimo contra el segundo del torneo.
Y las acciones del encuentro no tardaron en demostrar la diferencia en el campo de juego, cuando a poco de comenzado el partido Defensores encontró la apertura del marcador tras un impresionante remate de chilena de Jorge Ramos en el borde interno del área grande y nada que hacer para Salomón.
El festejo duró sólo lo necesario, porque aunque en el trámite y el juego dominaba el local a su antojo, los dirigidos de Rafael Velázquez no bajaron los brazos. Lejos de desesperarse lograron tímidamente inclinar el campo y de a poco se acercaron con peligro al arco defendido por Julio Echave.
Antes de lo pensado por muchos, el visitante llegó al empate, tal vez inmerecidamente si uno considerara el predominio por parte del juego de los locales, pero al fútbol hay que jugarlo, nada está definido hasta que termina el partido. Juan Oyarzo fue el encargado de emparejar el marcador y de trasmitir el mensaje al contrincante.
Pareció ser que Petroleros dijo “presente” con el empate, que no iban a regalar ningún resultado.
Irónicamente, cuando intentaban emparejar el juego en el mediocampo, Defensores llegaría nuevamente al gol en un rápido accionar de sus centrales que derivaron el balón hasta la posición de Arcadio Haro. El delantero aprovechó su chance y mandó la pelota contra la red decretando la victoria parcial a favor de Defe.
Aun golpeados, los visitantes continuaron poniendo más ganas que fútbol, lo que paradójicamente comenzó a desestabilizar el gran manejo de los dirigidos de René Muñoz.
El primer tiempo se fue así, con el partido a favor de los de casa, pero con incertidumbre acerca de cual sería la reacción de Petroleros, ya que en los últimos minutos demostró ganas y hambre de gol, aunque sin llegar a concretar.
En la segunda mitad Petroleros no decepcionó, salió con todo a tratar de rescatar un partido que se les escapaba.
Pero por su parte, tranquilos y sin desesperarse, los muchachos de la remera rayada salieron tan sólidos como desde el principio del partido. Por pasajes del encuentro el buen juego de éstos puso a “bailar” a sus contrincantes, que gravitaban por el mediocampo buscando alguna pelota favorable.
Seguía siendo destacable así, y hasta más meritorio, el esfuerzo de los muchachos de Velázquez.
Y tanto va el cántaro a la fuente… Una gran incursión comenzada por Andrés Aranda culminó con falta en el área de Defensores, el árbitro Omar Lugo no lo dejó pasar y fue el penal y la chance del tan buscado empate.
Pero hasta en estas cosas hay que esperar antes de adelantar nada.
El penal tuvo que ser ejecutado tres veces por invasión de campo del conjunto local, y si bien los dos primeros intentos habían terminado dentro del arco, el tercer remate fue contenido por Echave, negando insólitamente un empate válido. Velázquez se quejaba mientras Lugo intentaba explicarle que no correspondía ni siquiera la amonestación en la invasión.
A partir de aquí fue otro el partido. Totalmente desmoralizados, los jugadores de Petrolero no hicieron más que resistir en la medida de su ánimo, lo que no ayudó demasiado.
A los 30’ comenzó el “monólogo” de los dueños de casa, cuando nuevamente Haro recibe dentro del área y con el arquero totalmente descolocado la empujó para poner a sui equipo arriba por 3 a 1.
Velázquez no paraba de manifestar su descontento con el arbitraje, con frases más que originales como “para nosotros no trajiste ni la tarjeta de débito!!” y otras yerbas del mismo palo; por lo que Lugo debió llamarle la atención.
Cinco minutos más tarde, Mauro Fuentealba eludió su marca y encaró prácticamente solo a Salomón, mientras el 1 intentaba cerrarle el ángulo en el borde del área grande, pero el 5 adelantó la pelota hacia la derecha dejando sin chances al arquero, quien sin pensarlo estiró intencionalmente el pié y enganchó la pierna del jugador de Defensores, ocasionando falta, penal y la propia expulsión. Maximiliano tuvo que ser remplazado improvisadamente por Carlos Rivero quien, con la 20 en la espalda nada pudo hacer para evitar que el mismo Fuentealba ampliara la ventaja a 4 por 1.
Otros cinco minutos y otro gol… Eduardo Belmonte hacía crecer la cuenta del local, frente a un elenco que ya estaba totalmente desmoralizado.
Y dos minutos después, una gran maniobra personal de Fuentealba lo dejó de cara al arquero, que si bien contuvo parcialmente, no pudo evitar la caída de su valla otra vez.
El 7 a 1 fue meramente anecdótico, una grosera desinteligencia entre defensores y el arquero en el área chica le dejó el balón a Belmonte; algo así como “tomá y hacelo”, y Belmonte, de cabeza, hundió la pelota al fondo del arco, segundos antes de que Lugo anunciase el final del encuentro.
Los del Carmen ahora se ubican segundos en la tabla, a cuatro unidades de Boca y con un partido más sobre Boxing, pero logrando la mejor cantidad de goles a favor, al menos hasta el momento, de este accidentado certamen de la Liga Sur.
En un partido por demás desparejo, los locales derrotaron por un abultrado 7 a 1 a los muchachos de Petrolero, aunque la mayor producción llegó después de los últimos 15 minutos del partido. Maximiliano Salomón se fue expulsado por falta como último hombre.
Israel Ortiz (LOA)
En el día de ayer, en la cancha de Defensores del Carmen, los locales enfrentaron al alicaído conjunto de Petroleros. El marco no era tal vez el más favorable para los visitantes, era el choque del penúltimo contra el segundo del torneo.
Y las acciones del encuentro no tardaron en demostrar la diferencia en el campo de juego, cuando a poco de comenzado el partido Defensores encontró la apertura del marcador tras un impresionante remate de chilena de Jorge Ramos en el borde interno del área grande y nada que hacer para Salomón.
El festejo duró sólo lo necesario, porque aunque en el trámite y el juego dominaba el local a su antojo, los dirigidos de Rafael Velázquez no bajaron los brazos. Lejos de desesperarse lograron tímidamente inclinar el campo y de a poco se acercaron con peligro al arco defendido por Julio Echave.
Antes de lo pensado por muchos, el visitante llegó al empate, tal vez inmerecidamente si uno considerara el predominio por parte del juego de los locales, pero al fútbol hay que jugarlo, nada está definido hasta que termina el partido. Juan Oyarzo fue el encargado de emparejar el marcador y de trasmitir el mensaje al contrincante.
Pareció ser que Petroleros dijo “presente” con el empate, que no iban a regalar ningún resultado.
Irónicamente, cuando intentaban emparejar el juego en el mediocampo, Defensores llegaría nuevamente al gol en un rápido accionar de sus centrales que derivaron el balón hasta la posición de Arcadio Haro. El delantero aprovechó su chance y mandó la pelota contra la red decretando la victoria parcial a favor de Defe.
Aun golpeados, los visitantes continuaron poniendo más ganas que fútbol, lo que paradójicamente comenzó a desestabilizar el gran manejo de los dirigidos de René Muñoz.
El primer tiempo se fue así, con el partido a favor de los de casa, pero con incertidumbre acerca de cual sería la reacción de Petroleros, ya que en los últimos minutos demostró ganas y hambre de gol, aunque sin llegar a concretar.
En la segunda mitad Petroleros no decepcionó, salió con todo a tratar de rescatar un partido que se les escapaba.
Pero por su parte, tranquilos y sin desesperarse, los muchachos de la remera rayada salieron tan sólidos como desde el principio del partido. Por pasajes del encuentro el buen juego de éstos puso a “bailar” a sus contrincantes, que gravitaban por el mediocampo buscando alguna pelota favorable.
Seguía siendo destacable así, y hasta más meritorio, el esfuerzo de los muchachos de Velázquez.
Y tanto va el cántaro a la fuente… Una gran incursión comenzada por Andrés Aranda culminó con falta en el área de Defensores, el árbitro Omar Lugo no lo dejó pasar y fue el penal y la chance del tan buscado empate.
Pero hasta en estas cosas hay que esperar antes de adelantar nada.
El penal tuvo que ser ejecutado tres veces por invasión de campo del conjunto local, y si bien los dos primeros intentos habían terminado dentro del arco, el tercer remate fue contenido por Echave, negando insólitamente un empate válido. Velázquez se quejaba mientras Lugo intentaba explicarle que no correspondía ni siquiera la amonestación en la invasión.
A partir de aquí fue otro el partido. Totalmente desmoralizados, los jugadores de Petrolero no hicieron más que resistir en la medida de su ánimo, lo que no ayudó demasiado.
A los 30’ comenzó el “monólogo” de los dueños de casa, cuando nuevamente Haro recibe dentro del área y con el arquero totalmente descolocado la empujó para poner a sui equipo arriba por 3 a 1.
Velázquez no paraba de manifestar su descontento con el arbitraje, con frases más que originales como “para nosotros no trajiste ni la tarjeta de débito!!” y otras yerbas del mismo palo; por lo que Lugo debió llamarle la atención.
Cinco minutos más tarde, Mauro Fuentealba eludió su marca y encaró prácticamente solo a Salomón, mientras el 1 intentaba cerrarle el ángulo en el borde del área grande, pero el 5 adelantó la pelota hacia la derecha dejando sin chances al arquero, quien sin pensarlo estiró intencionalmente el pié y enganchó la pierna del jugador de Defensores, ocasionando falta, penal y la propia expulsión. Maximiliano tuvo que ser remplazado improvisadamente por Carlos Rivero quien, con la 20 en la espalda nada pudo hacer para evitar que el mismo Fuentealba ampliara la ventaja a 4 por 1.
Otros cinco minutos y otro gol… Eduardo Belmonte hacía crecer la cuenta del local, frente a un elenco que ya estaba totalmente desmoralizado.
Y dos minutos después, una gran maniobra personal de Fuentealba lo dejó de cara al arquero, que si bien contuvo parcialmente, no pudo evitar la caída de su valla otra vez.
El 7 a 1 fue meramente anecdótico, una grosera desinteligencia entre defensores y el arquero en el área chica le dejó el balón a Belmonte; algo así como “tomá y hacelo”, y Belmonte, de cabeza, hundió la pelota al fondo del arco, segundos antes de que Lugo anunciase el final del encuentro.
Los del Carmen ahora se ubican segundos en la tabla, a cuatro unidades de Boca y con un partido más sobre Boxing, pero logrando la mejor cantidad de goles a favor, al menos hasta el momento, de este accidentado certamen de la Liga Sur.