La explicación tiene su sentido, a sabiendas, que Maxi Chávez, jugó casi todo el partido “parado” por la zona media, sin su “arranque” corto. Y con gestos de dolor en varios pasajes del partido. Pero con una sola pierna le bastó para mostrar su talento, principalmente en la primera parte.
Fabio Gómez no habló conmigo, pero él habla en la cancha. Arranque con la catorce en la espalda, pero ubicado como hombre de punta, en su primer ingreso al área, le indica a Oscar Ghel, que la vaya a buscar adentro porque Independiente gana por uno a cero. Bancruz ni siquiera se había acomodado en la cancha. Pero el bancario de apoco empieza a volcar su juego en campo del rojo, empieza a ser la pieza más importante para esto Cristian Bazán, con un despliegue físico importante por el sector izquierdo, es salida clara, casi desde el fondo, donde Ghel lo buscaba en forma permanente, y de sus pies salían estiletazos cruzados en busca de Rubén Gargaglione y Marcos Luna, que empezaban a complicar por el lado de Mauro Fuentealba. Gargaglione que quiere venderle un penal a Juan Navarro, pero el árbitro no compra, a pesar de los gritos de la gente. Pero es un alerta que Bancruz se viene, Pase profundo entre los centrales para Luna, cuando el rojo despierta, Antonio Romero lo baja antes que ingrese al área y Navarro, le indica vestuarios por doble amarilla. De otra falta volcado por derecha en ataque, le queda justo para el perfil de Maxi Chávez que de tiro libre, con comba, la mete al poste derecho de Andrés Rogel, y con este golazo la cosa se pine uno iguales.
Y motivado por el gol, y por la libertad que le permite Independiente, Chávez, que solo trotaba la cancha, empieza su show de meter pelotas a los puntas. Sobre los treinta y tres, va Rubén Gargaglione a buscar la descarga de Maxi, entra al área, quiere enganchar para definir y se la soplan justo. De contra Independiente sobre los treinta y cinco y por derecha se escapa Blanco, mete centro y la mano de un bancario, dentro del área, es grito de “Penallll!!! “, Visto por Navarro, pero considerado casual por el árbitro. Dos minutos más tarde, el mago Chávez, otra vez entre los centrales la mete para Luna. El diablo pide offside de Garga, pero el buitre, si bien está adelantado, hace perfecta lectura de la jugada, no quiere y no interviene en la jugada, lo asiente el línea y el árbitro y Luna de derecha pone arriba a Bancruz dos a uno.
Sobre los cuarenta con otra asistencia de Chávez, pone las cosas tres a uno.
A esta altura el eterno Fabio Gómez ha bajado a la defensa, a cubrir el hueco dejado por la expulsión de Romero.
Uno para el final, jugada de Matías Ripoll por izquierda, la entrega a Blanco, tiro cruzado, y el poste le niega el gol al diez rojo. Pero como para ir más conforme al descanso, en el minuto final, Ripoll la toma ingresando al área, pide permiso a pura gambeta y con zurdazo bajo y cruzado, deja sin chance a Ghel, y se van al entretiempo tres a dos. Los segundos cuarenta y cinco, tienen un quiebre a los seis minutos, cuando Jeremías Muñoz, dentro de su área, baja la pelota con la mano y Navarro luego de consultar con su asistente, muestra roja al joven marcador de punta bancario y obviamente sanciona el penal correspondiente, que como sucede en los últimos tiempos debe ejecutarse mínimo dos veces, porque los muchachos se adelantan y los árbitros hacen hincapié en esto.
Las dos veces ejecutados por Marcelo Blanco encontraron destino de red, aunque solo se computó un tanto por lo que la cosa se ponía tres a tres en marcador y diez por diez en campo. Ya Chávez dejó su cuerpo en cancha, pero su alma miraba desde afuera. Cristian Bazán no encontraba nexo con D´amelio y Matías Valdez, por lo que Gargaglione y Luna ya no tenían asistencia. Y el rojo se agranda, y manda porque encuentra en esta etapa al mejor Ripoll, que se vuelca por izquierda, se junta con Blanco, y juntos empiezan a dibujar el mejor fútbol de Independiente. Sobre los diez una doble pared de ambos termina ganando Ghel. Sobre los quince, Matías Ripoll, va por su andarivel, ingresa al área y su voléa de zurda, pega en el travesaño, del rebote, imposible lo que se “come” Oscar Ortega. Dos minutos más tarde, pase de Juan Pablo Borquez en diagonal para Sosa, de zurda la tira afuera el rojo era más, pero no convertía, entonces, ni lerdo ni perezoso, este viejo zorro llamado Fabio Gómez, se manda de punta, pica al vacío, sorprende a todo Bancruz mal parado, y en el mano a mano con Ghel, Fabio le gana a Oscar, con la puntita del botín, lo justo para que el rojo grite gol al compás de “cuarteto” y Bancruz se desmorone.
Si se te endereza la taba, mandemos cambio que venimos bien, dice Miranda y manda a la cancha a Damián Díaz, que por derecha hace estragos, y sobre los treinta y siete desborda por ese sector, manda centro y Lastra al mejor estilo del Negro Ibarra, cambia la trayectoria, para que Ghel quede a mitad de camino y el rojo grite “quintina”.A cuatro del final, el banco quiere salir jugando desde el fondo , presiona y gana Ripoll, desborde corto por izquierda, centro atrás, para que desde muy cerca Ortega, defina ante Ghel, y cierre el partido. Ya como anecdótico es mencionar que antes del pitazo final, se va expulsado Rubén Gargaglione por roja directa y el Sr. Denis Nieves es “invitado” a retirarse del banco. Gano Independiente, al eterno Fabio, lo despedían sus compañeros con una “malteada”.Bancruz necesita este obligado descanso. El rojo se va contento. El diablo sabe por diablo, pero más sabe por… Gómez