ARGENTINO B - HURACAN
El entrenador del “Globo” dialogó con Diario Patagónico luego de la eliminación del certamen y se mostró tranquilo por saber que su equipo dejó todo en el terreno de juego para llegar a la final por el ascenso. “Creo que dejamos la semilla germinada en Mar del Plata para que la próxima vez no se nos vuelva a escapar”, afirmó.
El Patagónico
Orlando Portalau analizó la actuación de Huracán en el torneo Argentino B luego de la eliminación.
El viaje de vuelta fue más largo de lo esperado, las horas arriba del colectivo fueron interminables y el paisaje patagónico despertó los recuerdos más remotos del torneo Argentino B.
El viaje finalmente llegó a su fin y a las 10:30 de la mañana de ayer los dirigentes, jugadores y cuerpo técnico de Huracán de Comodoro Rivadavia se encontraron con su familia para olvidar la pena por la reciente eliminación del torneo Argentino B, pero teniendo la certeza de que se dejó todo en el campo de juego y de que pueden caminar con la frente en alto.
En dialogó con Diario Patagónico, el entrenador Orlando Portalau, se refirió a los sentimientos encontrados luego del encuentro. “Quizás la palabra justa sea tristeza por no haberle dado a toda la gente la hazaña que fuimos a buscar. Pero por dentro tengo la tranquilidad absoluta de no haber dejado nada librado al azar y saber que este camino lo hicimos nosotros con un montón de obstáculos que tuvimos que superar”, remarcó.
Y agregó: “Cuando uno forma el camino en carne propia con el plantel, con el grupo, con la gente que te apoyó, la tranquilidad que te invade es grandísima. Hicimos todo lo posible para meternos adentro de la historia de Huracán”, lamentó.
A pesar de la buena campaña del “Globo”, el cuerpo técnico no se conforma con el final de la historia y lamenta no haber podido conseguir el tan anhelado sueño. “En estos dos años y medio Huracán como grupo, como equipo de fútbol ha logrado muchísimas cosas, son momentos que obviamente la hinchada y el grupo se lo ha guardado a fuego, pero obviamente nosotros queremos quedar en la historia con el ascenso, todavía lo seguimos visualizando”, sentenció.
Con respecto a la estrategia que se pudo analizar dentro del terreno de juego, Portalau remarcó que en la cancha hubo dos equipos con distintas maneras de jugar el encuentro. “En el partido fueron dos equipos totalmente diferentes; uno: el de presupuesto más abultado, el de más conexiones a nivel AFA presentó un 4-4-2, mezquino y defensivo. Y otro: con la mitad del presupuesto, habiendo recorrido en sus espaldas más de 1500 mil kilómetros, con un promedio de edad de 20.1, jugó con línea de tres, cuatro volantes y tres puntas. Entonces eso te da la pauta “desde el vamos” de lo que pretendía uno y otro equipo”, analizó.
Huracán tuvo chances de ganar el encuentro en varios pasajes del juego, incluso en la primera etapa tuvo cuatro oportunidades de gol que pudieron haber cambiado la historia, sin embargo, el gol del local hizo que el tiempo comenzará a ser el principal oponente a vencer. Por su parte, el entrenador se mostró satisfecho porque el equipo respetó su idea de juego. “El equipo apostó siempre a lo que hizo en todo el torneo, jugar por abajo, jugar en ataque, así que la intención estuvo pero lamentablemente no lo pudimos lograr pero estamos super conformes, super tranquilos de que el grupo dejó absolutamente todo y bueno yo creo que dejamos la semilla germinada en Mar del Plata para que la próxima vez no se nos vuelva a escapar”, sentenció.
“LAGRIMAS AL FINAL DEL PARTIDO”
Portalau ha vivido victorias y derrotas en su larga trayectoria dentro del fútbol, sin embargó admitió que dentro del vestuario varios hombres explotaron en llanto por el resultado obtenido, “Acá se mezcla la pasión con el amor de los jugadores de fútbol, pero también se mezcla que ellos son hinchas del club y en esa situación se provocan esas lágrimas al final del partido” afirmó.
Y agregó: “Además hay una razón muy importante: Que este grupo realizó 15 viajes a Caleta Olivia poniendo plata de sus bolsillos, poniendo autos propios, poniendo combustibles propios, un sacrificio colosal para regalarle todo lo que se le regaló en este último tiempo a la hinchada de Huracán”, remarcó.
El resultado parece injusto, el proceso exitoso no pudo conseguir “la frutilla del postre” y el club lo vive en sus diferentes escalafones. Portalau se refirió al acompañamiento permanente de la dirigencia del “Globo”. “Los dirigentes dieron todo al igual que el plantel, entonces se inundaron de lágrimas también, pero no por el hecho en que se nos escapó a lo último, sino porque también hay otras circunstancias dentro del fútbol argentino que hay que tener que en cuenta para lograr un ascenso, y por ahí el poder económico sigue por encima de lo que un plantel o el juego del equipo puede hacer”, afirmó.
La charla va llegando a su fin, Portalau continúa narrando los hechos sin mostrar cansancio ni fastidio ante cada pregunta. El pasado del club no era el mismo en el remoto año 2007, sin embargo hoy “Pocho” - como lo llaman sus amigos- se siente orgulloso por saber que este plantel posicionó a Huracán como uno de los mejores equipos del torneo. “En 2007 al club lo encontramos en una situación critica donde no había pelotas, había cuarenta chicos de inferiores, no había vestuarios, se cambiaban los chicos en un quincho donde las canchas eran más piedra y matas que otra cosa y en dos años y medio de la liga local pudimos catapultarlo a un Argentino B y estuvimos a punto de catapultarlo a un Argentino A, entonces la evaluación es positiva, después habrá otra gente u otros dirigentes que harán otra evaluación”, sentenció.
El entrenador del “Globo” dialogó con Diario Patagónico luego de la eliminación del certamen y se mostró tranquilo por saber que su equipo dejó todo en el terreno de juego para llegar a la final por el ascenso. “Creo que dejamos la semilla germinada en Mar del Plata para que la próxima vez no se nos vuelva a escapar”, afirmó.
El Patagónico
Orlando Portalau analizó la actuación de Huracán en el torneo Argentino B luego de la eliminación.
El viaje de vuelta fue más largo de lo esperado, las horas arriba del colectivo fueron interminables y el paisaje patagónico despertó los recuerdos más remotos del torneo Argentino B.
El viaje finalmente llegó a su fin y a las 10:30 de la mañana de ayer los dirigentes, jugadores y cuerpo técnico de Huracán de Comodoro Rivadavia se encontraron con su familia para olvidar la pena por la reciente eliminación del torneo Argentino B, pero teniendo la certeza de que se dejó todo en el campo de juego y de que pueden caminar con la frente en alto.
En dialogó con Diario Patagónico, el entrenador Orlando Portalau, se refirió a los sentimientos encontrados luego del encuentro. “Quizás la palabra justa sea tristeza por no haberle dado a toda la gente la hazaña que fuimos a buscar. Pero por dentro tengo la tranquilidad absoluta de no haber dejado nada librado al azar y saber que este camino lo hicimos nosotros con un montón de obstáculos que tuvimos que superar”, remarcó.
Y agregó: “Cuando uno forma el camino en carne propia con el plantel, con el grupo, con la gente que te apoyó, la tranquilidad que te invade es grandísima. Hicimos todo lo posible para meternos adentro de la historia de Huracán”, lamentó.
A pesar de la buena campaña del “Globo”, el cuerpo técnico no se conforma con el final de la historia y lamenta no haber podido conseguir el tan anhelado sueño. “En estos dos años y medio Huracán como grupo, como equipo de fútbol ha logrado muchísimas cosas, son momentos que obviamente la hinchada y el grupo se lo ha guardado a fuego, pero obviamente nosotros queremos quedar en la historia con el ascenso, todavía lo seguimos visualizando”, sentenció.
Con respecto a la estrategia que se pudo analizar dentro del terreno de juego, Portalau remarcó que en la cancha hubo dos equipos con distintas maneras de jugar el encuentro. “En el partido fueron dos equipos totalmente diferentes; uno: el de presupuesto más abultado, el de más conexiones a nivel AFA presentó un 4-4-2, mezquino y defensivo. Y otro: con la mitad del presupuesto, habiendo recorrido en sus espaldas más de 1500 mil kilómetros, con un promedio de edad de 20.1, jugó con línea de tres, cuatro volantes y tres puntas. Entonces eso te da la pauta “desde el vamos” de lo que pretendía uno y otro equipo”, analizó.
Huracán tuvo chances de ganar el encuentro en varios pasajes del juego, incluso en la primera etapa tuvo cuatro oportunidades de gol que pudieron haber cambiado la historia, sin embargo, el gol del local hizo que el tiempo comenzará a ser el principal oponente a vencer. Por su parte, el entrenador se mostró satisfecho porque el equipo respetó su idea de juego. “El equipo apostó siempre a lo que hizo en todo el torneo, jugar por abajo, jugar en ataque, así que la intención estuvo pero lamentablemente no lo pudimos lograr pero estamos super conformes, super tranquilos de que el grupo dejó absolutamente todo y bueno yo creo que dejamos la semilla germinada en Mar del Plata para que la próxima vez no se nos vuelva a escapar”, sentenció.
“LAGRIMAS AL FINAL DEL PARTIDO”
Portalau ha vivido victorias y derrotas en su larga trayectoria dentro del fútbol, sin embargó admitió que dentro del vestuario varios hombres explotaron en llanto por el resultado obtenido, “Acá se mezcla la pasión con el amor de los jugadores de fútbol, pero también se mezcla que ellos son hinchas del club y en esa situación se provocan esas lágrimas al final del partido” afirmó.
Y agregó: “Además hay una razón muy importante: Que este grupo realizó 15 viajes a Caleta Olivia poniendo plata de sus bolsillos, poniendo autos propios, poniendo combustibles propios, un sacrificio colosal para regalarle todo lo que se le regaló en este último tiempo a la hinchada de Huracán”, remarcó.
El resultado parece injusto, el proceso exitoso no pudo conseguir “la frutilla del postre” y el club lo vive en sus diferentes escalafones. Portalau se refirió al acompañamiento permanente de la dirigencia del “Globo”. “Los dirigentes dieron todo al igual que el plantel, entonces se inundaron de lágrimas también, pero no por el hecho en que se nos escapó a lo último, sino porque también hay otras circunstancias dentro del fútbol argentino que hay que tener que en cuenta para lograr un ascenso, y por ahí el poder económico sigue por encima de lo que un plantel o el juego del equipo puede hacer”, afirmó.
La charla va llegando a su fin, Portalau continúa narrando los hechos sin mostrar cansancio ni fastidio ante cada pregunta. El pasado del club no era el mismo en el remoto año 2007, sin embargo hoy “Pocho” - como lo llaman sus amigos- se siente orgulloso por saber que este plantel posicionó a Huracán como uno de los mejores equipos del torneo. “En 2007 al club lo encontramos en una situación critica donde no había pelotas, había cuarenta chicos de inferiores, no había vestuarios, se cambiaban los chicos en un quincho donde las canchas eran más piedra y matas que otra cosa y en dos años y medio de la liga local pudimos catapultarlo a un Argentino B y estuvimos a punto de catapultarlo a un Argentino A, entonces la evaluación es positiva, después habrá otra gente u otros dirigentes que harán otra evaluación”, sentenció.