03 abril 2007

La Comisión Directiva trata los incidentes


RIO GRANDE.- En la reunión de ésta noche, tras la presentación del informe por parte del árbitro Darío López, comenzará a decidirse la suerte que correrá Bruno Hernández, el jugador que atacó con un golpe de puño al juez en el encuentro en el que su equipo -Real Madrid- enfrentaba el pasado sábado a Escuela Argentina por la fecha inaugural del torneo de Primera División A de la Liga de Fútbol Río Grande (LiFuRG).

Cómo es lógico, se espera una dura y ejemplificadora sanción para el deportista. El artículo 183 del Reglamento de Transgresiones y Penas de la Asociación del Fútbol argentino, «se suspenderá de uno a cinco años al jugador que agreda al árbitro aplicándole golpe por cualquier medio, o lo derribe, embista, empuje, de empellones o zamarree violentamente con propósitos de agresión. Si las lesiones llegan a ser graves, la sanción de suspensión puede llegar a diez años, o hasta expulsión de la AFA».

La oprobiosa situación se produjo a los 11' del primer tiempo, cuando el marcador estaba en blanco. Tras amonestarlo por segunda vez en un par de minutos e instantes antes de mostrarle la tarjeta roja, López recibió un golpe de puño del volante auriazul. Ello motivó la suspensión del juego, y de los partidos correspondientes a la jornada del domingo en la cancha del Centro Deportivo Municipal, resolución tomada por los integrantes de la terna (la misma se completaba con Jorge Salazar y Manuel Masculín), quienes iban a repetir la tarea del sábado en el mismo escenario.

En un principio el presidente de la Liga de Fútbol Río Grande, Julio Heredia, aseguró que Estrella Austral-Instituto y AFIRG-Aeroclub (Tolhuin) se iban a medir como estaba programado, y que el titular de la Argaf (Asociación Riograndense de Arbitros de Fútbol), Julio Alday, también había confirmado la participación de los representantes de su entidad.

Pero ni los hombres que dirigieron el sábado, -el día del incidente mayúsculo- ni sus compañeros se presentaron en el céntrico rectángulo. Sí lo hicieron los árbitros tolhuinenses Jorge García y Tomás y Diego Candia, responsables de controlar los cotejos del ascenso.


Diario El Sureño - Río Grande.

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