05 octubre 2008

Con la mente puesta en Defensores

BOCA RIO GALLEGOS 3 vs INDEPENDIENTE 0
Boca volvió al triunfo, esta vez ante Independiente, que con un equipo “mechado” con juveniles, fue como siempre un hueso duro de roer. Leandro Mussi de cabeza, abrió el camino sobre los ocho de la primera parte. Carlos “el Tigre” Rodríguez, cuando termina la etapa, y luego sobre el final del partido, sellaron la suerte del rojo. Fueron expulsados en el segundo tiempo, Víctor Castañeda y José Valiente por lo que ambos terminaron con diez. Boca, está cada vez más cerca de ser por primera vez, campeón del fútbol local, parece que el Romualdo D´Andrea esta próximo a tener dueño.
Fotos: Prensa Libre


Lluvia, nieve, sol, viento…Bienvenido a Río Gallegos, parece decir el cartel imaginario que se dibuja en mi cabeza al pasar el portón de ingreso a la cancha de Defensores de Carmen. Un frío que “cala” los huesos parece no hacer mella en los muchachos de Independiente y Boca que trotan en la puesta apunto, minutos antes que el Sr. Ernesto Cejas, árbitro principal del partido, pite el inicio del mismo.
El rojo con la ausencia obligada por lesión del experimentado Fabio Gómez, va con Manuel Cárdenas resguardando los tres palos. Don “Coto” Aguilar, pone línea de cuatro en el fondo con Melgarejo, Cristian Lugo, Romero y Mauro Fuentealba.
Matías Bórquez, Valiente y Marcelo Blanco, el tridente de la zona media. Suelto Martín Vivar y arriba, dos puntas, asignados a Alessandro Victoria y Marcelo Gómez, este último en duda durante la semana, va con la capitanía de su equipo.
Boca con un dibujo que por nombres, parece formar línea de cuatro, pero según mande el partido, se acomoda de a tres, autorizando a Lucas Fernández por izquierda a subir hasta convertirse en carrilero. Léase entonces: Martínez en el arco, Castañeda, Mussi, Correa y el ya mencionado Lucas..
Jancich, Seba Luna y Leandro Fernández, sumado a la rotación arriba del negro Rivera y Jorge Olguín, que se turnaban en eso de ser enganche y punta. Y arriba, bien arriba, Carlos Rodríguez, con un amor propio y una convicción digna, al menos hoy y de mi parte, a ser admirada.
Viento que jode, pero que en el arranque favorece por su dirección a Boca.
Y los primeros minutos, fueron con el xeneize queriendo copar el medio campo, para ganar terreno en ataque, mientras que el diablo proponía marca y lucha cerca del círculo central y firmeza atrás en la espera de ataque rival.
Pero poco duró el cero, porque a los ocho minutos de una pelota parada, con Leandro Fernández como ejecutor, la pone desde la izquierda, a la cabeza de Leandro Mussi, que sin marca, y en un descuido defensivo rojo, mete un cabezazo preciso al poste derecho de Cárdenas, que a pesar de su estirada no puede evitar que la redonda se anide en la red, para que Boca mande en resultado por uno a cero.
Recién ahí el rojo, escaló un par de metros en campo. El sector izquierdo de su ataque, fue el elegido para generar avances. Y el receptor más buscado fue Alessandro Victoria, este, livianito de físico y rápido de piernas empezó a ser un vía crucis para el bueno de Castañeda.


La subida de Fuentealba, buscando junto a Blanco o el mismo Victoria el dos uno, complicaba, porque el pibe número tres de Independiente, aparecía a las espaldas de Jancich, lo que obligaba a Mussi, a cerrar desde el medio hacia la derecha.

Crecía Bórquez en el medio y le mantenía una pulseada de igual a igual con Leandro y Seba Luna, ganaba y perdía, , pero dejaba a las claras que cada vez se afirma más en la primera del rojo.
Después, échele la culpa al viento, al frió, o a lo que prefiera, la cosa es que el partido entró en un bache pronunciado. Imprecisiones, pelotas revoleadas a donde se pueda y como se pueda, tanto por el lado de Boca como de Independiente.
Sacado de contexto, la genialidad de Jorge Olguín, que antes de ingresar al área, la “sombrerea” por sobre la humanidad de Cárdenas, pero el travesaño no quiso ser cómplice de tamaño golazo. Después una serie de rebotes, con poste incluido, que Cárdenas agradecía a Dios y la Virgen, no tener que ir a buscarla adentro, Pero solo fueron casos aislados.
Se iba la etapa, cuando de la nada, de un centro llovido al área desde la derecha, encuentra un fallido puñetazo del arquero de Independiente, que se lleva puesto a su compañero en defensa, y queda servidita para el tigre que se relame, mientras la empuja al fondo del arco, para gritar el segundo de su equipo. Cejas manda final, con el parcial de dos por cero a favor del puntero del torneo.
Pocas variantes me trajeron los segundos cuarenta y cinco minutos.
Así como el viento estuvo del lado de Boca en la primera, ahora jugaba del bando de Independiente.
Y el Diablo se plantó por lógica pura, unos metros más arriba.
Fuentealba y su indiscutida zurda “cañonera” metió un sablazo desde fuera del área que Martínez y el travesaño, se unieron en complot, para negarle el grito a Mauro,
Castañeda, que en la segunda parte, le puso candado a su sector, prácticamente “borró” del partido en esta etapa a Victoria, que había sido una de las figuras del primer tiempo, se va expulsado por doble amarilla y Boca queda con diez.
Lesión de Matías Correa, obliga a Santiago Rapalin, Técnico boquense, a modificar su estructura. Va Jorge Olguín al fondo y con los ingresos del “Kun” Rosales y el formoseño Escobar, Boca se plantó decididamente a jugar de contra, es bueno decir que generó varias, pero por una cosa u otra no cerraba en gol.
Con Valiente expulsado, la cosa se emparejaba en número, en cuanto a jugadores, ahora luchaban diez contra diez. Y con el manual de la contra en mano por parte de Boca, en el minuto cuarenta y siete, por derecha combinan Escobar y Rosales, Mauro adorna la jugada con un taquito de colección, centro al área y el Tigre que ruge por segunda vez en la fría tarde de Gallegos, para gritar su segundo en la cuenta personal y el tercero de su equipo en lo que fue el mejor gol de la tarde por la concepción de la jugada y la definición precisa del pelilargo número nueve boquense.
Ganó Boca, sin brillar ni mucho menos, simplemente fue preciso, practico y efectivo, pero con eso le bastó para gritar por tres, el mismo número que sumó en su puntaje, que lo acredita, como único líder, como único puntero.
Ahora viene Defensores, y quizás ahí si pueda lograr la meta soñada, Boca sabe que el objetivo, esta cerca, lo sueña, lo anhela, pero no se desespera.
Lo desea pero al menos por ahora, y lo bien que hace, no se la cree…