25 mayo 2008

Huracán se permite soñar gracias a una increíble levantada que evitó la goleada

Argentino C 2008
Caía 4-0 en la etapa inicial, pero en la segunda mitad fue una tromba y logró descontar con dos goles de Pablo Romano y uno de Jorge Barrera. Federico Moreyra y Martín Cuevas, en dos oportunidades cada uno, anotaron para los marplatenses. En la revancha que se jugará en Comodoro Rivadavia, el “Globo” deberá ganar por dos tantos, para ascender al Argentino “B” sin necesidad de afrontar la definición desde el punto del penal.
Diario El Patagónico

Huracán pasó de la tragedia a la esperanza. Foto: La Capital de Mar del Plata.

El orgullo y la vergüenza deportiva, tan vital en estos casos, le permitieron ayer a Huracán de Comodoro Rivadavia levantar un partido que perdía por goleada. La derrota por 4 a 3 como visitante frente a Unión de Mar del Plata, no le dolió al “Globo”, que incluso pudo haberlo empatado después de ir cayendo 4 a 0. La final del torneo Argentino “C” entre comodorenses y marplatenses está abierta, algo que muy pocos se animaban a presagiar cuando terminó la primera mitad.
El encuentro arrancó de ida y vuelta, con dos equipos que ajustaban las marcas y que no lograban crear real peligro en las áreas. De a poco, el local fue adueñándose del desarrollo y abrió la cuenta de pelota parada a los 20’, con un derechazo de tiro libre ejecutado por Federico Moreyra.
La visita ni alcanzó a recuperarse, ya que a los 22’ el dueño de casa aumentó tras una contra. Mariano Felices se desmarcó sobre el sector izquierdo, metió el centro al segundo palo y apareció Martín Cuevas para facturar de cabeza, ante una defensa mal parada.
Como si eso fuera poco, a los 30’ el arquero visitante Matías Cano se resbaló sobre el terreno mojado por la llovizna y Moreyra, ni lerdo ni perezoso, sacó un disparo desde 35 metros para decretar su segundo golazo y el tercero para su equipo.
Casi sin despeinarse, ante un rival sorprendido que no lograba inquietar con sus tibios ataques, Unión ganaba a pura contundencia, y en su cuarta llegada decretó el 4-0 a los 44’, en una jugada calcada del segundo gol y con los mismos protagonistas. Felices llegó hasta el fondo, sacó el centro pasado y Cuevas cabeceó sobre el segundo palo. Cano alcanzó a manotear la pelota, pero no pudo evitar la caída de su arco.
Huracán se fue al descanso con la certeza de que había sido superado en todo sentido. No tuvo volumen de juego en la etapa inicial y pagó muy caro sus errores.

CON JUEGO Y CORAZON
Fue otro el conjunto de Orlando Portalau desde el mismo inicio del complemento. El técnico depositó toda la confianza en los once del arranque y sus jugadores retribuyeron esa confianza, ya que a los 2’ descontó Pablo Romano, luego de un remate de Pablo Lezcano que rebotó en el pecho del arquero Pablo Arduini.
De movida, la visita ganó terreno en campo rival y fue una tromba. En 15 minutos, creó cinco situaciones claras en los pies de Marcos Carrizo, Romano en dos ocasiones, Lezcano y Barrera, un tractorcito en el mediocampo. Se invirtieron los roles, ya que el “Celeste” estaba perdido en la cancha y sufría los embates del rival.
Huracán, con juego y corazón, era avasallante y se agrandaba ante un rival que había perdido la pelota. Gracias a ese ímpetu, los comodorenses se pusieron a un gol de diferencia en dos minutos. A los 26’, un zurdazo de “Palolo” Romano se clavó en el ángulo y a los 27’ “Pocho” Barrera sorprendió desde 30 metros a Arduini. Baldazo de agua fría para el local y orgullo visitante, que lograba una verdadera hazaña.
Los marplatenses reaccionaron y estuvieron cerca de aumentar en dos oportunidades. En los últimos minutos, el “Globo” fue acorralado por el dueño de casa, pero logró salir a flote gracias al enorme trabajo de su defensa. En tiempo de descuento, Huracán casi se queda con un histórico empate, cuando un gol de Lezcano fue anulado por una dudosa posición adelantada.
Terminó el partido y los jugadores del “Globo” festejaron bajo la llovizna junto al medio centenar de hinchas que acompañaron al equipo hasta Mar del Plata. El festejo pese a la derrota es entendible, porque el cuadro de Portalau terminó perdiendo por un gol tras ir cayendo por cuatro tantos, y sabe que en Comodoro Rivadavia puede sentenciar la historia a su favor.