LIGA DE FUTBOL DE USHUAIA
El instructor de arbitraje de la AFA Fernando González Sosa brindó una clínica de capacitación a los árbitros de Ushuaia.
Diario del Fin del Mundo
El curso expuesto constó de dos partes, una teórica y la otra práctica, ya en el sintético del Estadio Municipal Hugo Lumbreras. Según le había expresado a el diario del Fin del Mundo, González Sosa hizo una atención especial en el reglamento, la ubicación dentro del campo en situación de pelota parada o en movimiento y en todo momento resaltó la condición de que nos es uno "sino un equipo. Hay que apoyarse en los asistentes".
Luego de mantener las tareas prácticas en cancha, González Sosa una vez más se prestó amablemente al diálogo con el diario. El instructor nacional dio su punto de vista acerca de la actualidad de la profesión que ejerce con pasión y remarcó que "el arbitraje argentino tiene un gran reconocimiento".
"El nivel arbitral en Argentina es muy bueno, a pesar de que muchos piensan lo contrario, en el mundo continúa teniendo gran reconocimiento. Considero que en nuestro país se le da mucha cabida a la opinión de la prensa, que nos muestra con repeticiones, en ángulo invertido, cámara lenta… y muchas veces se polemiza sobre lo que cobró el árbitro y no logran ponerse de acuerdo", sostuvo, dejando bien en claro que el arbitraje nacional se encuentra bien catalogado a nivel internacional.
Además, el instructor fundamentó su pensamiento: "El árbitro tiene una fracción de segundo para decidir y algunas veces acierta y otras no. Un árbitro, a lo largo de los 90 minutos de juego tiene no menos de 200 o 300 fallos en un partido y si se equivoca en dos o tres, decimos que es un desastre".
En referencia a los programas televisivos que incorporaron ex árbitros a su staff, con el objeto de calificar el desempeño de la terna arbitral en un compromiso, expresó que "no está mal, cada uno es libre de actuar". Pero destacó que "no se deben cargar tanto las tintas sobre el árbitro. El jugador argentino de ser uno de los más difíciles de arbitrar en el mundo y siempre está intentando sacar alguna ventaja en las distintas situaciones del juego. Nos equivocamos porque somos humanos".
"Tendríamos que evaluar la función del árbitro en su función total, desde que da el pitido inicial hasta el final, con la intención de ser más justos y no tomar su actuación por jugadas puntuales", indicó.
Sin dudas, la relevancia que ha tomado la figura arbitral argentina, tras el desempeño de Horacio Elizondo en el Mundial de Alemania 2006, es difícil de soslayar si de arbitraje se habla. Al respecto, González Sosa aseveró: "Con el hecho de haber dirigido el partido inicial y la final en el último Mundial (Alemania 2006), nos ha dejado a todos los árbitros argentinos en la mejor posición, gracias a su trabajo grupal. Este trabajo de equipo entre el cuarto árbitro, asistente y el árbitro, que la FIFA hace un hincapié especial, se vio en la expulsión de Zidane: asistentes colaborando con el árbitro y este último, apoyándose en sus asistentes a la hora de emitir el fallo".
Las últimas líneas de la charla estuvieron dedicadas exclusivamente a la clínica de arbitraje. En la cual, "muchachos se encontraron con cosas nuevas; nuevos sistemas de trabajo que desconocían. Por esto, les sirvió y mucho".
Vale destacar que el instructor nacional confeccionó una lista de méritos que se tomará en cuenta para futuras asignaciones de las ternas de Ushuaia en los torneos argentinos venideros.
El instructor de arbitraje de la AFA Fernando González Sosa brindó una clínica de capacitación a los árbitros de Ushuaia.
Diario del Fin del Mundo
El curso expuesto constó de dos partes, una teórica y la otra práctica, ya en el sintético del Estadio Municipal Hugo Lumbreras. Según le había expresado a el diario del Fin del Mundo, González Sosa hizo una atención especial en el reglamento, la ubicación dentro del campo en situación de pelota parada o en movimiento y en todo momento resaltó la condición de que nos es uno "sino un equipo. Hay que apoyarse en los asistentes".
Luego de mantener las tareas prácticas en cancha, González Sosa una vez más se prestó amablemente al diálogo con el diario. El instructor nacional dio su punto de vista acerca de la actualidad de la profesión que ejerce con pasión y remarcó que "el arbitraje argentino tiene un gran reconocimiento".
"El nivel arbitral en Argentina es muy bueno, a pesar de que muchos piensan lo contrario, en el mundo continúa teniendo gran reconocimiento. Considero que en nuestro país se le da mucha cabida a la opinión de la prensa, que nos muestra con repeticiones, en ángulo invertido, cámara lenta… y muchas veces se polemiza sobre lo que cobró el árbitro y no logran ponerse de acuerdo", sostuvo, dejando bien en claro que el arbitraje nacional se encuentra bien catalogado a nivel internacional.
Además, el instructor fundamentó su pensamiento: "El árbitro tiene una fracción de segundo para decidir y algunas veces acierta y otras no. Un árbitro, a lo largo de los 90 minutos de juego tiene no menos de 200 o 300 fallos en un partido y si se equivoca en dos o tres, decimos que es un desastre".
En referencia a los programas televisivos que incorporaron ex árbitros a su staff, con el objeto de calificar el desempeño de la terna arbitral en un compromiso, expresó que "no está mal, cada uno es libre de actuar". Pero destacó que "no se deben cargar tanto las tintas sobre el árbitro. El jugador argentino de ser uno de los más difíciles de arbitrar en el mundo y siempre está intentando sacar alguna ventaja en las distintas situaciones del juego. Nos equivocamos porque somos humanos".
"Tendríamos que evaluar la función del árbitro en su función total, desde que da el pitido inicial hasta el final, con la intención de ser más justos y no tomar su actuación por jugadas puntuales", indicó.
Sin dudas, la relevancia que ha tomado la figura arbitral argentina, tras el desempeño de Horacio Elizondo en el Mundial de Alemania 2006, es difícil de soslayar si de arbitraje se habla. Al respecto, González Sosa aseveró: "Con el hecho de haber dirigido el partido inicial y la final en el último Mundial (Alemania 2006), nos ha dejado a todos los árbitros argentinos en la mejor posición, gracias a su trabajo grupal. Este trabajo de equipo entre el cuarto árbitro, asistente y el árbitro, que la FIFA hace un hincapié especial, se vio en la expulsión de Zidane: asistentes colaborando con el árbitro y este último, apoyándose en sus asistentes a la hora de emitir el fallo".
Las últimas líneas de la charla estuvieron dedicadas exclusivamente a la clínica de arbitraje. En la cual, "muchachos se encontraron con cosas nuevas; nuevos sistemas de trabajo que desconocían. Por esto, les sirvió y mucho".
Vale destacar que el instructor nacional confeccionó una lista de méritos que se tomará en cuenta para futuras asignaciones de las ternas de Ushuaia en los torneos argentinos venideros.