En cancha de Roca, el ‘Globo’ y el conjunto de Kilómetro 27 no jugaron por decisión de la Policía. No se permitía la entrada de vehículos y los pocos que habían ingresado no pudieron ser evacuados por la negativa de sus conductores.
En el estadio, el ‘Lobo’ y ‘Petro’ sufrieron otra postergación, pero por culpa del insoportable viento. También se produjeron algunos incidentes.
La falta nula de comunicación de la Liga de Fútbol de Comodoro Rivadavia para con los clubes y la poca predisposición de la Policía fueron dos factores que generaron la suspensión del partido entre el líder Huracán y Argentinos Diadema, quienes ayer debían disputar en cancha de General Roca uno de los adelantos correspondientes a la séptima fecha del torneo Oficial de la ‘A’.Existía una disposición que prohibía el ingreso de vehículos al predio roquense, para evitar problemas mayores en el caso que se produjeran incidentes, pero antes del horario programado para el inicio del encuentro (las 15) ya se encontraban algunos autos ubicados sobre el lateral que le da la espalda a la avenida Polonia, donde se apostaba un grupo minúsculo de hinchas de Huracán.Muchos se preguntaban por qué habían podido ingresar esos vehículos, si la disposición corría supuestamente para todos, incluso para la prensa.Después se corroboró que esos vehículos pertenecían a futbolistas de Huracán y a sus familiares, quienes se negaron a retirarse ante el pedido de la Policía, que había sido advertida del problema por el árbitro Damián Rencoret.
En el estadio, el ‘Lobo’ y ‘Petro’ sufrieron otra postergación, pero por culpa del insoportable viento. También se produjeron algunos incidentes.La falta nula de comunicación de la Liga de Fútbol de Comodoro Rivadavia para con los clubes y la poca predisposición de la Policía fueron dos factores que generaron la suspensión del partido entre el líder Huracán y Argentinos Diadema, quienes ayer debían disputar en cancha de General Roca uno de los adelantos correspondientes a la séptima fecha del torneo Oficial de la ‘A’.Existía una disposición que prohibía el ingreso de vehículos al predio roquense, para evitar problemas mayores en el caso que se produjeran incidentes, pero antes del horario programado para el inicio del encuentro (las 15) ya se encontraban algunos autos ubicados sobre el lateral que le da la espalda a la avenida Polonia, donde se apostaba un grupo minúsculo de hinchas de Huracán.Muchos se preguntaban por qué habían podido ingresar esos vehículos, si la disposición corría supuestamente para todos, incluso para la prensa.Después se corroboró que esos vehículos pertenecían a futbolistas de Huracán y a sus familiares, quienes se negaron a retirarse ante el pedido de la Policía, que había sido advertida del problema por el árbitro Damián Rencoret.
Entonces, el jefe del operativo, oficial Claudio Núñez, le comunicó a Rencoret que no podía ofrecer las garantías necesarias.«Yo cumplo órdenes, nada más. Si hay una disposición y la gente no quiere sacar sus vehículos, no los podemos obligar. Después de consultarle a mi superior, le comuniqué al árbitro que no podíamos brindar las garantías necesarias», explicó Núñez.
Por lo tanto, Rencoret decidió suspender el partido tras 15 minutos de espera, cuando los futbolistas de Huracán habían vuelto a su vestuario y los de Diadema salían al campo de juego. En todo caso, el encuentro debía suspenderse por el fuerte viento, pero ese factor climático no se tuvo en cuenta.
Orlando Portalau, técnico del ‘Globo’, se mostró indignado por la decisión. «Es una vergüenza, nunca pasó algo así en Comodoro, porque se han jugado partidos de alto riesgo con los autos dentro del predio. La Liga tendría que habernos comunicado esto», criticó.La paradoja es que los hinchas de Huracán eran los únicos que estaban cerca de los vehículos, pertenecientes a los jugadores del ‘Globo’ y familiares. Es más, Diadema no llevó hinchada. ¿Cuál era el riesgo?A la Policía le faltó ‘tacto’ y a la Liga de Fútbol un veedor, que actuara teniendo en cuenta las circunstancias reales que rodeaban el trunco espectáculo deportivo.
EN EL ESTADIO CORRIO EL VIENTO Y NO LA PELOTA
El encuentro que debían disputar Jorge Newbery y Petroquímica en el estadio municipal, pendiente por la tercera jornada del Oficial de la ‘A’, fue suspendido por el viento.Los equipos habían hecho su correspondiente entrada en calor, los simpatizantes de ambos equipos se habían dado cita como cualquier otro fin de semana, pero Eolo no dejó que se inicie el partido.El equipo de Jorge Newbery salió al campo de juego, aunque antes el árbitro Alejandro Sepúlveda había avisado que debían aguardar al menos 20 minutos, hasta que calmen las insoportables ráfagas.
Tras la espera en vano, Sepúlveda y sus asistentes Villarreal y Marcelo Gutiérrez se reunieron con los capitanes Gustavo Melián de Petroquímica y Gustavo Farías de Newbery, para determinar finalmente que el encuentro no se jugaría.
Los directivos de Newbery manejaban la posibilidad de que las entradas podían ser utilizadas en la próxima convocatoria del partido, pero no fue todo tan fácil. El público se agolpó frente a las boleterías locales y visitantes y reclamó la plata de las entradas.Se produjeron incidentes en las afueras de la cancha. Además, el vestuario visitante, donde la delegación de ‘Petro’ esperaba para salir, fue apedreado.Otra vez se postergó un partido complicado para diagramar. Se podría jugar este miércoles, pero eso lo determinará la Liga de Fútbol.
EN EL ESTADIO CORRIO EL VIENTO Y NO LA PELOTA
El encuentro que debían disputar Jorge Newbery y Petroquímica en el estadio municipal, pendiente por la tercera jornada del Oficial de la ‘A’, fue suspendido por el viento.Los equipos habían hecho su correspondiente entrada en calor, los simpatizantes de ambos equipos se habían dado cita como cualquier otro fin de semana, pero Eolo no dejó que se inicie el partido.El equipo de Jorge Newbery salió al campo de juego, aunque antes el árbitro Alejandro Sepúlveda había avisado que debían aguardar al menos 20 minutos, hasta que calmen las insoportables ráfagas.
Tras la espera en vano, Sepúlveda y sus asistentes Villarreal y Marcelo Gutiérrez se reunieron con los capitanes Gustavo Melián de Petroquímica y Gustavo Farías de Newbery, para determinar finalmente que el encuentro no se jugaría.
Los directivos de Newbery manejaban la posibilidad de que las entradas podían ser utilizadas en la próxima convocatoria del partido, pero no fue todo tan fácil. El público se agolpó frente a las boleterías locales y visitantes y reclamó la plata de las entradas.Se produjeron incidentes en las afueras de la cancha. Además, el vestuario visitante, donde la delegación de ‘Petro’ esperaba para salir, fue apedreado.Otra vez se postergó un partido complicado para diagramar. Se podría jugar este miércoles, pero eso lo determinará la Liga de Fútbol.
Diario El Patagonico
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