16 junio 2007

Se va el gerenciamiento y Centenario queda a la deriva

Lo hará después de 10 meses de promesas económicas y viejas glorias ya idas.
Llegó con actitud grandilocuente, pero se va casi en puntas de pie. Como un final anunciado, el gerenciamiento de Centenario dejará de existir y La Colonia se asemejará a un barco a la deriva, porque su presidente, Hugo Montes, tendría decidido seguir el mismo camino.

Fueron alrededor de diez meses de tercerización, cuando de entrada se habló de que el contrato que vincularía al club neuquino con el grupo empresario que maneja Gustavo Marín sería de cinco años, renovable por otro lustro. Pero nada de eso sucedió, e incluso el acuerdo tampoco se firmó. Sólo se le puso rúbrica a una carta de intención viciada de baches legales.
Los argumentos que llevaron al grupo tercerizador a abandonar Centenario todavía no se oficializaron, según le informó anoche a "Río Negro" el propio Montes.

Descendido y sin apoyo
En realidad, la determinación de Marín es el detonante de un rosario de causas que tienen anclaje en lo deportivo y lo económico. Sucede que el descenso caló hondo en el empresario platense, que siempre se quejó por la falta de apoyo, tanto desde el Estado provincial como de la ciudad y los hinchas. "Nosotros no prometimos nada, por eso no somos culpables de que Marín y su gente hayan querido dar un paso al costado", aclaró Montes.
Lo cierto es que el empresario de la construcción estaría disgustado con el incumplimiento del gobierno de la provincia, que debía aportar 50 mil pesos para los viajes del equipo del Argentino B. "No sé cuánto le deben, pero el último viaje no le dieron un centavo", aseguró un integrante de ese plantel. También dicen que hay una deuda de la administración municipal.
Si bien lo futbolístico tuvo mucho que ver, el hartazgo de Marín se basa en lo económico. Hace algo más de un mes Oscar Cravioto confesó que el desembarco en Centenario le había costado al empresario platense más de 500.000 pesos, de los que no recuperó nada.

Oscuro panorama
Ayer, los hermanos de Cravioto, Carlos y Claudio, se encargaron de abonar las deudas con el cuerpo técnico, jugadores y empleados. Más tarde, Montes confirmó que la relación había llegado a su fin y además planteó un oscuro panorama. Es que el propio Montes le confió a este diario que tiene decidido presentar la renuncia al máximo cargo en el club (ver aparte). Así acabó el gerenciamiento de Centenario, que llegó a la región anunciado inversiones y trayendo 'viejas' glorias del fútbol, y se fue desgastado... y en puntas de pies.
Diario de Río Negro

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