22 marzo 2007

Un ‘Depo’ humilde ahora quiere mucho más.

Comenzó con mucha esperanza pero con los pies sobre la tierra. Hoy, el Deportivo Sarmiento está avanzando en el Torneo Argentino “C”, sustentando el sueño de ser protagonista de un certamen de nivel nacional. Carlos Soto, entrenador del conjunto lacustre, habla de este presente cargado de expectativa.
Deportivo Sarmiento empató en un gol el domingo pasado ante Real Madrid de Río Grande y pasó a la tercera fase.

El sábado, a las 17.00 recibirá a Petroquímica, en un cruce cargado de expectativa, como quedó demostrado en una cancha repleta ante el equipo de Tierra del Fuego.
Más allá de la euforia que rodea al futbol sarmientino, el entrenador Carlos Soto destila calma, una virtud que denuncia la capacidad de manejar grupos, como también se refleja en su función de director de la Escuela Agraria de la localidad lacustre.
_ ¿Se complicó más de lo previsto?.
_ Se complicó por las chances desperdiciadas, no menos de diez según pude contar pero fue terrible, demasiado, pero bueno se consiguió el objetivo.
En el desarrollo del partido, Soto se mantuvo altamente concentrado, poco fue lo que indicó desde el banco de suplentes, quizás, porque sus dirigidos sabían exactamente lo que tenían que realizar, o porque como aseguran algunos, no se puede cambiar con gritos lo que no se hizo en la semana.
“Real Madrid luchó hasta el final y dejó incertidumbre en el resultado. Hay que ver que el rival vino a hacer su juego y a pesar de estar uno cero abajo, siempre intentó. Pero la suerte estuvo al final de nuestra parte y pudimos sacar esta clasificación adelante”, dijo el entrenador.
Finalmente se festejó en los lagos. Y el festejo fue por mucho más que una clasificación.
Tras el silbato final, Carlos Soto se abrazó con cada uno de sus jugadores.
El objetivo se había cumplido.
“Todo lo que hemos logrado hasta hoy para este grupo es un regalo. Nosotros pensamos sí en tener una buena primera fase pero nunca en seguir avanzando a las siguientes, pero hoy los logros, la unión del grupo, el estar desde el día 20 de enero sin un fin de semana con la familia, nos da esta alegría”, manifestó.
“Este presente nos demuestra que cuando uno quiere algo y trabaja fuerte por lograrlo, se puede conseguir. Y no sólo la unión del grupo y el esfuerzo de los chicos. Detrás de ellos están las familias que los apoyan y eso ayuda mucho a que los logros se alcancen”, sintetizó.
Esa sensación se pudo apreciar después, en la caravana que abandonó el estadio y se dirigió a la ciudad, para pasear al viento del domingo la alegría de una ciudad que está de manera incondicional detrás de su equipo y sus jugadores.
“Y ahora viene algo más exigente, vamos a ver hasta donde llegamos, pero te digo que esta alegría que estamos viviendo, no nos quita nadie”, cerró Carlos Soto.

Por Mariano Paura desde Sarmiento.

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