LIGA DE COMODORO RIVADAVIA - Se quedó con el clásico por 2 a 1
En un encuentro bien jugado, Huracán lo supo dar vuelta y se quedó con un triunfo que le permite estirar diferencias en la tabla de posiciones. El "aeronauta" se había puesto en ventaja con gol de Jorge Aynol pero en el complemento el "globito" cantó victoria con los gritos de Fernando Calculef y Ezequiel Leiva.
La espera valió la pena, porque en la tarde de ayer el Estadio Municipal se convirtió en el escenario de una verdadera fiesta que protagonizaron Jorge Newbery y Huracán. El partido que paraliza la ciudad estuvo a la altura de la circunstancias y los protagonistas se brindaron totalmente regalando un clásico de muy buen nivel.
Pero como pasa siempre en el fútbol, pero principalmente en los clásicos, el que se va a casa festejando es solamente una hinchada y en esta oportunidad le tocó a la de Huracán. El conjunto que dirige Orlando Portalau llegaba con mejores antecedentes que lo perfilaban como el candidato para quedarse con el triunfo, aunque los clásicos son partidos apartes en los que nada tiene que ver lo previo y el "lobo" estaba dispuesto a comprobarlo.
La iniciativa y el balón en la primera etapa fueron patrimonio de Huracán, pero le faltó profundidad para lastimar a un Newbery que fue inteligente y supo esperar para lastimar con los contragolpes. A partir del buen trabajo de Gustavo Farias y las acertadas decisiones en ataque de Jorge Aynol el "lobo" se acercaba con peligro.
Precisamente, ellos fueron los protagonistas de la apertura del marcador. Tiro libre desde la derecha enviado por Farías, la pelota que queda picando al borde del área chica y el "Coqui" apareció para rematar de derecha y romper el invicto de Mauro Zamora (llevaba 763 minutos sin que le convirtieran).
Hasta el final de la inicial, Newbery controló a un nervioso Huracán que hasta el momento se parecía poco al equipo que se había visto en esta parte del campeonato y en eso tenía mucho que ver el trabajo del "lobo" principalmente en la mitad de la cancha.
Las palabras de Orlando Portalau para con sus dirigidos en el entretiempo fueron las correctas, porque en el complemento el "globo" salió con todo y se llevó por delante a un "aeronauta" que no sabía que hacer para frenar a su rival.
A los dos minutos avisó Iván Calfú con un remate desde lejos que se fue cerca y a los cinco llegó la igualdad a través de Fernando Calculef, con la punta de su botín derecho alcanzó a desviar un centro de Ezequiel Leiva.
Motivado por el empate Huracán siguió atacando sin darle tregua a Newbery que parecía no tener respuestas para parar al "globo". Un minuto después del empate, nuevamente entró en escena Calculef pero esta vez su remate se fue rozando en palo izquierdo del arco "aeronauta".
Cuando el cronómetro marcaba los 12 minutos llegó el segundo de Huracán. Córner desde la izquierda que Oscar Marchant jugó rápido para Calfú, Iván adelantó el balón y remató desviado aunque con la fortuna suficiente como para que Leiva desviara la trayectoria de la pelota y gritara el segundo.
A partir de ese instante Newbery se acomodó mejor en el campo de juego y comenzó a empujar a Huracán contra su arco basandose en el muy buen trabajo de Gustavo Farías. Los ataques del "lobo" tenían más amor propio que claridad y tal vez por eso no logró la igualdad.
Párrafo a parte se merece la intervención de Mauro Zamora a los 35 minutos en lo que terminó siendo la atajada del clásico. Buena jugada de Newbery que termina con una sesión de Farías para Rodrigo Cárcamo que remata desde lejos, la estirada de Zamora alcanza a desviar lo suficiente el balón para que este se estrelle en el travesaño y cuando Rigo Soto parecía que marcaría el empate nuevamente Zamora intervino para sacarle de la cabeza el gol al jugador "aeronauta".
El pitazo final de Marcelo Gutiérrez provocó la locura tanto de los jugadores de Huracán como así también de su parcialidad. El "globo" reaccionó a tiempo y supo dar vuelta el resultado para quedarse con el clásico y toda la fiesta.
En un encuentro bien jugado, Huracán lo supo dar vuelta y se quedó con un triunfo que le permite estirar diferencias en la tabla de posiciones. El "aeronauta" se había puesto en ventaja con gol de Jorge Aynol pero en el complemento el "globito" cantó victoria con los gritos de Fernando Calculef y Ezequiel Leiva.
La espera valió la pena, porque en la tarde de ayer el Estadio Municipal se convirtió en el escenario de una verdadera fiesta que protagonizaron Jorge Newbery y Huracán. El partido que paraliza la ciudad estuvo a la altura de la circunstancias y los protagonistas se brindaron totalmente regalando un clásico de muy buen nivel.Pero como pasa siempre en el fútbol, pero principalmente en los clásicos, el que se va a casa festejando es solamente una hinchada y en esta oportunidad le tocó a la de Huracán. El conjunto que dirige Orlando Portalau llegaba con mejores antecedentes que lo perfilaban como el candidato para quedarse con el triunfo, aunque los clásicos son partidos apartes en los que nada tiene que ver lo previo y el "lobo" estaba dispuesto a comprobarlo.
La iniciativa y el balón en la primera etapa fueron patrimonio de Huracán, pero le faltó profundidad para lastimar a un Newbery que fue inteligente y supo esperar para lastimar con los contragolpes. A partir del buen trabajo de Gustavo Farias y las acertadas decisiones en ataque de Jorge Aynol el "lobo" se acercaba con peligro.
Precisamente, ellos fueron los protagonistas de la apertura del marcador. Tiro libre desde la derecha enviado por Farías, la pelota que queda picando al borde del área chica y el "Coqui" apareció para rematar de derecha y romper el invicto de Mauro Zamora (llevaba 763 minutos sin que le convirtieran).Hasta el final de la inicial, Newbery controló a un nervioso Huracán que hasta el momento se parecía poco al equipo que se había visto en esta parte del campeonato y en eso tenía mucho que ver el trabajo del "lobo" principalmente en la mitad de la cancha.
Las palabras de Orlando Portalau para con sus dirigidos en el entretiempo fueron las correctas, porque en el complemento el "globo" salió con todo y se llevó por delante a un "aeronauta" que no sabía que hacer para frenar a su rival.
A los dos minutos avisó Iván Calfú con un remate desde lejos que se fue cerca y a los cinco llegó la igualdad a través de Fernando Calculef, con la punta de su botín derecho alcanzó a desviar un centro de Ezequiel Leiva.
Motivado por el empate Huracán siguió atacando sin darle tregua a Newbery que parecía no tener respuestas para parar al "globo". Un minuto después del empate, nuevamente entró en escena Calculef pero esta vez su remate se fue rozando en palo izquierdo del arco "aeronauta".
Cuando el cronómetro marcaba los 12 minutos llegó el segundo de Huracán. Córner desde la izquierda que Oscar Marchant jugó rápido para Calfú, Iván adelantó el balón y remató desviado aunque con la fortuna suficiente como para que Leiva desviara la trayectoria de la pelota y gritara el segundo.
A partir de ese instante Newbery se acomodó mejor en el campo de juego y comenzó a empujar a Huracán contra su arco basandose en el muy buen trabajo de Gustavo Farías. Los ataques del "lobo" tenían más amor propio que claridad y tal vez por eso no logró la igualdad.Párrafo a parte se merece la intervención de Mauro Zamora a los 35 minutos en lo que terminó siendo la atajada del clásico. Buena jugada de Newbery que termina con una sesión de Farías para Rodrigo Cárcamo que remata desde lejos, la estirada de Zamora alcanza a desviar lo suficiente el balón para que este se estrelle en el travesaño y cuando Rigo Soto parecía que marcaría el empate nuevamente Zamora intervino para sacarle de la cabeza el gol al jugador "aeronauta".
El pitazo final de Marcelo Gutiérrez provocó la locura tanto de los jugadores de Huracán como así también de su parcialidad. El "globo" reaccionó a tiempo y supo dar vuelta el resultado para quedarse con el clásico y toda la fiesta.
Diario Crónica
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