22 octubre 2007

Un "Loco" de nombre Diego

Hoy juega Boca, y ante la imposibilidad de verlos la semana anterior en su debut por tierras calafateñas, hoy era cita imperdible para mí.
Cancha de Boxing, Los muchachos de Jorge Nicolai en campo, ya la visita, con atuendo blanco, hace precalentamiento, a la espera de que el Sr. Lugo, árbitro de partido, en charla con capitanes, autorice el inicio del partido.

Mucha gente, estos partidos convocan, y hoy el día se presta, escaso viento y temperatura acorde para el juego.
Y hoy corazón boquense por esto de “mi ciudad”, me contradigo y empiezo a descorazonarme, cuando a menos de tres minutos, Lucho Suárez, pide cambio, al resentirse de su lesión.
Martín Agüero es su reemplazo, y Nicolai ya tenía su primer trago amargo.
Me veo sorprendido, cuando estos muchachos provenientes de Veintiocho, encaran el partido como si fueran locales, como que si hubieran jugado mil veces, sobre el verde del Boxing.
Su capitán Matías Díaz, con la cinco en la espalda, se planta sobre el circulo central, y de allí reparte juego, para Riquelme, por izquierda, y un tal Ávila, con la siete en la espalda, que primero arrancó por derecha, y después se volcó por izquierda, y cual si fuese fútbol de salón, volvía loco a quien osara frenarlo, gambeta y freno, freno y gambeta, fueron su carta de presentación aquí en Río Gallegos.
Y Boca? Quizás también se sorprendió un poco, pero ya a los diez minutos, había emparejado situaciones, y el Tigre Rodríguez, más que acelerado, caía una tras otra en cuanto a posición adelantada ofrecían.
El negro Rivera, de larga ausencia en las canchas, tenía toda la confianza del técnico boquense, que le tiró su habitual “veintitrés” y lo mando de titular. Y el negro le pagó con creces, a lo largo del partido.
Pero Boca era prolijo atrás, con una dupla de lujo, que forman Olguín y García, con Sandoval, parado en mitad de terreno, siendo salida clara de su equipo, pero de ahí en más, pecaba de pelotazos, generalmente en busca de Rodríguez, pero sin presición, y el tigre las corría todas, pero era una lucha desigual ante Hernández y Mamaní, que esperaban esos pelotazos, y de frente a la jugada ganaban casi siempre.
Pero tanto va el cántaro a la fuente… Rodríguez, dentro del área, quiebre de cintura ante Mamaní, este compra, y Rodríguez de derecha, suave, la pone al poste izquierdo del arquero Cabrera.
Miro el reloj, se cumplían treinta y cuatro, y Boca se iría con la ventaja al descanso.
A pesar de que el viento, era casi imperceptible, en esta segunda parte favorecía a Boca, y eso más la charla de Nicolai en el entretiempo, hicieron que Boca tuviera un cambio, quizás de actitud, quizás de juego, o tal vez una mezcla de ambos, pero lo cierto es que el xeneize, tuvo más juego asociado.
Jancich, las empezó a pedir todas por derecha, por izquierda empezó a desprenderse mucho más Fernández, y la visita, empezó a zozobrar en el fondo.
Sin embargo, es desde un tiro largo de Martínez, que sorprende a la defensa blanca, y Rivera por derecha, como una tromba, mete un sablazo con su pierna más hábil, le cambia el palo al arquero y manda a ganar a su equipo por dos arriba.
Roberto García le hace dar el segundo trago amargo a Nicolai cuando deja a su equipo con uno menos por doble amarilla; el “Indio”, hace bajar unos metros a Agüero, por derecha, pero Sebastián Ávila, hacía estragos por ese sector, y desde la izquierda, nace el centro que Germán Cárdenas, con todo el arco a su disposición, transforma en descuento parcial.
Y ahora?? Pensé…"ahora nada" me dijo Jancich, que después de recibir una asistencia de Rodríguez pone el tres por uno, cuando todavía La Academia, estaba festejando su gol.
Y pocos minutos más tarde, un grosero error del arquero académico, le da la chance imperdible, para que el loco, este de nombre Diego, ponga el cuarto de su equipo y sume dos en su personal. Coronando una tarde excepcional, al menos para mi gusto
Ya sobre el final, en una escapada por izquierda (el sector más vulnerable) Matus, es literalmente barrido por Olguín, amarilla y penal, o penal y amarilla, que Gordillo, desde los doce pasos, convierte en descuento final, no si antes sufrirlo, porque Martínez, le adivinó la intención, la tocó pero no alcanzó a desviarla.
Final entonces para esta primera presentación en mi ciudad de este Boca, que marcha primero, que apunta como único objetivo, ganar el zonal, y ser en definitiva, el tercer equipo río galleguense, que represente a nuestro fútbol, en el tan ansiado Argentino “C” 2008.
Imparcial

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