27 abril 2008

Ferrocarril paró en la estación albiverde

Ferro dejó su invicto ante el albiverde que lo derrotó por dos a uno, en un partido de trámite parejo, donde Boxing quiso ganarlo siempre y Ferro lo respetó demasiado.Ganaba el local con un golazo de Mariano Matus, pero a los treinta y uno de la segunda parte Vázquez puso la igualdad, Boxing se sacó los fantasmas de encima y a cinco del final en una apilada por izquierda de Toledo, Lucas Soto, un pibe de la cantera albiverde le dio el triunfo a su equipo, que en la suma de los noventa minutos fue el más ambicioso. La lluvia caída desde anoche hasta poco antes del inicio del partido, obviamente había confirmado la suspensión de todos los partidos en otras canchas, pero aquí salvo el frío que te calaba hasta los huesos, era imposible no jugar. Diez minutos pasados de las seis y media de la tarde, y con luz artificial a pleno, Mareco, de elegante vestimenta azul, pitaba para que Filpe pusiera en movimiento la pelota.
De los últimos seis puntos en juego, Ferro logró los seis, mientras que Boxing, solo uno. En estos dos últimos partidos jugados, Boxing no pudo gritar gol, mientras que a Ferro no pudieron convertirle. Datos quizás solo estadísticos, pero que si uno analizaba de ante mano, daba la pauta que Ferro ignoraría su chapa de visitante y saldría a imponer su juego.
Pero fue Boxing, quien desde el arranque pensó en el arco de enfrente.
En la semana escuché, “Boxing ya no es el mismo” “Se caen, acordate que después de Defensores, se les viene la noche” Y uno escucha, porque uno de todo va aprendiendo un poco.
Boxing no es el mismo, y es cierto, hoy no veo en cancha a los hermanos Ojeda, Julián lesionado y Ariel suspendido. Gustavo Díaz, también penando resoluciones del tribunal.
Simoes lesionado, y mire ¡!que nenes les he nombrado eh??!!!
Aranda como un cinco, al menos para mi gusto, improvisado.
Pero como sobre gustos no hay nada escrito, me mata, porque por esa zona, Aranda quita y distribuye, cual si fuese su puesto de toda la vida. Cassin, corrido por su sector desde afuera hacia adentro, como segundo central en dupla con Surita, Aguilar, por la izquierda, Cárdenas por derecha. Yánez a pura gambeta arriba, en el sector que ha prestado hasta su regreso Julián Ojeda, aunque a veces peca de egoísmo, por una gambeta de más. Toledo volcado por izquierda como un diez clásico, pero el noni, que nadie puede discutir su talento, tiene lagunas que lo alejan del partido. Ferro sin Perreta, y le juro no tengo ni idea cuales han sido los motivos, y ya eso es una baja importante en este andamiaje del carbonero.
Línea bien definida de cuatro en el fondo, con Ojeda y Rondan por las puntas y Hofman y Guerrero como centrales. Vázquez por derecha en la zona media, pero que se arrima entre el central y el marcador de punta por su sector como una rueda de auxilio, a la hora de dar una mano.
Javier Chávez, a mi gusto personal, la figura de la cancha, en la zona media, con un despliegue físico realmente admirable, quita bien y distribuye mejor.
El piojo Arias suelto, como enganche, pero en una noche, lejos de su nivel, no gravitó y fue reemplazado en la segunda parte. Y arriba Filpe y Romero las buscan y las pelean todas, ganen o pierdan, dejan el alma en cada pelota.
Y cada técnico, seguramente en base a sus conocimientos, y por como te juega el rival planifica, pero te aparece un Matus, que se inspira, y te rompe cualquier esquema.
Quince minutos, recibe la pelota volcado por izquierda, encara en diagonal hacia el centro, ve el hueco que dejaron Hofman y Guerrero y le mete velocidad por ahí, ni él puede creer lo sencillo qué fue quedar solo y mano a mano con Ludueña, amague, quiebre de cintura, y el arquero compra y se juega hacia su derecha, Mariano, sigue por el otro lado, y ahora sí con arco liberado, derechazo seco, para que Boxing, quiebre su sequía de más de 180 minutos sin convertir.
Ferro prolijo atrás, intentando jugar siempre, pero terminando a los pelotazos cruzados para Filpe o Romero que mayormente eran absorbidos por Surita o Cassin. Lo poco que llegaba era abriendo bien la cancha y entrando por las puntas, donde Cárdenas y Aguilar eran los puntos más vulnerables de Boxing., desde la izquierda y sobre los veintiocho un centro exacto a la entrada de Filpe que de cabeza, pone a prueba los reflejos de Claudio Garay, en una de las mejores atajadas del partido. Unos minutos más y Romero se lo pierde y solo atina a agarrarse la cabeza y gritar un insulto contra algún santo seguramente.
Mareco, marca el final, con victoria parcial de Boxing por la mínima, nada espectacular lo hecho, pero si superior al carbonero.
La segunda parte, comienza con Boxing intentando dominar el terreno, y esperando ver como reaccionaría Ferro.
Pero me queda una imagen grabada, cinco minutos corner para Ferro desde la izquierda, veo cinco hombres de Boxing y solo dos, si solo dos camisetas de Ferro cerca del área.
Ferro no mostraba, al menos en este partido devoción por atacar.
A Boxing le dolían los centros, generalmente de pelota parada, pero sobrevivía.
Sobre los veinte Yañez que apila un par, y mete un puntazo, que Ludueña saca por sobre el travesaño, después muy poco de los dos.
Pero de una pelota parada para Ferro, parte el tiro libre, rechazo, hacia adentro, me queda la duda si fue Filpe o Romero, la cosa es que la pelota parte, supera a Garay y rebota en el travesaño, Boxing se duerme en el fondo, y Vázquez aprovecha la siesta para poner con derecha el uno por uno cuando el reloj marcaba treinta y un minutos.
Y Ferro se dio cuenta que tal vez con un poco de ganas y coraje podía, y Boxing que siempre quiso ganar veía que no podía, y cuando el fútbol falta a la cita, y lo remplazan por ganas, corazón y overol, vale la pena. Y en esos quince minutos los dos se vistieron con la misma pilcha.
A solo cinco del final, arranca el Noni, por izquierda, mete primera, segunda y tercera en espacio reducido y gana y Ferro lo cuida a Matus, lo reojean a Yañez, pero no lo siguen a Lucas Soto, que con el dieciséis en la espalda pica como centroatacante porque intuye la jugada, porque Ferro lo descuida, y quizás no sabe, no tiene ni idea, que este tal Soto, es goleador de quinta, también la mete en cuarta, y tiene un hambre de gol, que parece el carbonero desconoce, y Lucas, va, y de derecha la mete, y grita él su primer gol en primera, y Boxing, grita doble, por Boxing mismo y por el pibe…Y Leo Mata sonríe cerca del portón, Tito Velázquez, quiere correr a abrazarlo al pibe pero el alambrado le recuerda que está suspendido y lo mira desde afuera , Gargaglione enciende otro cigarro, y disfruta y alguien le contará a Ruffine que viene en viaje desde Neuquén.
Ya no importa que Hoffman vea la roja unos minutos después para quedar diez contra diez, solo se espera que el silbato de Mareco, de por terminado el partido, que sin ser el “partidazo” que al menos yo esperaba, fue lindo y entretenido.
Ferro perdió su invicto, pero seguro estoy no ha perdido la convicción con que ha encarado este torneo, cuatro triunfos y una posición expectante arriba en la tabla no pueden o no deben empañarse con una derrota.
Boxing, dio una acabada prueba que no es solo un equipo “lírico” como lo tildaron algunos, hoy se arremangó y trabajó el partido. Sigue apostando, sin apuro a su cantera, Lucas Soto, el goleador de las inferiores, ya hace goles en primera.

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