HISPANO AMERICANO
El DT de Primera división del club Hispano Americano habló de la función que decidió asumir luego del alejamiento de Pablo Valencio. Conoce y quiere al club y está decidido a mejorar el rendimiento de los jugadores para volver a ubicarse en los primeros lugares.
La Opinión Austral
Vestido con equipo deportivo; en el pantalón y en la campera se distingue el escudo del Hispano Americano. Los colores Celestes son parte de su vida; Daniel Robledo es el nuevo director técnico del primer equipo de fútbol hispanista, pero su historia dentro de la institución se desplaza por el tiempo, conduciéndolo por caminos de satisfacción, alegrías, tristezas, anécdotas, sonrisas, llanto… “Estoy en el club desde que mi hijo, que hoy tiene 20 años, tenía 7; toda una vida”.
Desde mayo conduce al plantel de primera, tras la renuncia de Pablo Valencio. “En febrero me sumé como ayudante de Pablo (Valencio), para empaparme del tema, acumular experiencia. Era mi intención trabajar con los mayores, con el alejamiento del entrenador, todo se aceleró. Era una buena oportunidad. Estoy agradecido a la Comisión Directiva del Club por confiar en mí”. Sus palabras, llenas de sinceridad, se ajustan a una ilusión que lo perseguía desde que era responsable de las divisiones inferiores.
Para aspirar a lo que se pretende conseguir, no se permite descansos; el conjunto del Hispano empezó con los trabajos el 13 de julio, “ese día empezamos la pretemporada, apuntamos a estar bien físicamente, resistencia, fuerza, potencia. Todo físico, que es lo que más cuesta. Siempre arrancábamos bien los primeros tiempos y nos caíamos en el segundo. Por eso es importante la parte física, es necesario entrenar. Los trabajos con pelota los vamos a comenzar a partir del jueves 5 de agosto en la cancha de Defensores del Carmen; haremos fútbol los miércoles y jueves, el miércoles utilizaremos la chacra que posee el Hispano en Río Chico”.
La intención de Robledo, como de los hinchas, es borrar las campañas pasadas y soñar con tener al Celeste peleando por grandes cosas, “ese el objetivo”; aunque la realidad últimamente destiñó las aspiraciones, el presente, según el nuevo entrenador hispanista, puede cambiar para bien. “El objetivo nuestro es estar entre los cuatro equipos que peleen el campeonato, no es una utopía, podemos hacerlo”, sentenció el DT Celeste.
La firmeza de Robledo se sostiene en la seriedad de la planificación y el trabajo, todo esto sumado a la incorporación del preparador físico Edgardo Del Castillo, destacado profesor con extraordinaria experiencia en el básquet, fue protagonista de la histórica campaña del equipo celeste en la Liga Nacional B. “A Del Castillo lo pedí yo, es un tipo responsable, él quería experimentar en el fútbol; su incursión generó un cambio total en los jugadores, es divertido y transmite seriedad. Nos juntamos para diagramar cada entrenamiento, nos complementamos bien”.
Fue complicado para Hispano el alejamiento de su anterior entrenador, “porque los jugadores se van detrás de los técnicos, terminamos jugando con chicos de la categoría ‘94; con la preocupación lógica, me senté a llamar por teléfono, volvieron varios jugadores. Por el armado del campeonato, no podemos hacer más de tres incorporaciones. Focalizamos en el fútbol de los barrios y convocamos a Juan Guentelicán, delantero del Club Junín; el delantero Diego Graf y el defensor Federico Pérez de Servicios Públicos. Además volvió el volante Mauro Becerra (hermano del ex goleador hispanista Raúl). Ahora contamos con un plantel de 25 futbolistas, entre cuarta y primera.
El técnico tiene claro el diagrama táctico para encarar el próximo torneo clausura, sin antes disputar la última fecha del apertura que servirá como evaluación para lo que vendrá: “el 28 de agosto finalizará el torneo apertura, utilizaremos ese encuentro para ajustar algunos detalles con vistas al objetivo que nos interesa. De ese enfrentamiento ante Ferro habrá dos o tres cambios sobre la base que será titular en el próximo certamen, que comienza el 11 de septiembre”.
Robledo tiene bien claro que la tenencia de la pelota es importante, por eso se debe trabajar intensamente en la recuperación y “por eso es fundamental lo físico; tener una buena resistencia, reacción, velocidad, saber manejar los espacios reducidos, debemos recuperar rápidamente la pelota; la táctica que tengo en mente es 4-4-1-1, con las distintas variantes, por supuesto”.
“El Hispano tiene que volver a estar en donde estuvo”, es una frase que la dijo Robledo, pero que se dispara de lo más profundo del club, que enciende el recuerdo de la rica historia de la institución. El Hispano nació con el fútbol y Robledo, que fue entrenador de la categoría sexta campeona e invicta en el año 2007 y también fue responsable del subcampeonato de la categoría quinta, está tan involucrado con el Celeste que hará todo lo que esté a su alcance para volver a ser lo que fue: “tenemos la expectativa del sintético, esperemos que sea en abril del próximo año, para no depender de los horarios que nos dan para utilizar la de Defensores; hoy tenemos el objetivo de estar entre los cuatro mejores del campeonato y en 2011 poder aspirar a lograr el torneo. Debemos consolidar las bases de trabajo, juntarnos con el grupo de entrenadores de las divisiones inferiores y tener un concepto en común. A los jugadores trato de transmitirle el amor al club, para que tengan sentido de pertenencia. Es importante lograrlo desde chicos, así cuando llegan a determinada edad no se van a otros equipos. Desde 1973 el Hispano no consigue un título, por eso vamos a tratar de hacer todo lo posible para que vuelva al lugar donde estuvo”.
El DT de Primera división del club Hispano Americano habló de la función que decidió asumir luego del alejamiento de Pablo Valencio. Conoce y quiere al club y está decidido a mejorar el rendimiento de los jugadores para volver a ubicarse en los primeros lugares.
La Opinión Austral
Vestido con equipo deportivo; en el pantalón y en la campera se distingue el escudo del Hispano Americano. Los colores Celestes son parte de su vida; Daniel Robledo es el nuevo director técnico del primer equipo de fútbol hispanista, pero su historia dentro de la institución se desplaza por el tiempo, conduciéndolo por caminos de satisfacción, alegrías, tristezas, anécdotas, sonrisas, llanto… “Estoy en el club desde que mi hijo, que hoy tiene 20 años, tenía 7; toda una vida”.Desde mayo conduce al plantel de primera, tras la renuncia de Pablo Valencio. “En febrero me sumé como ayudante de Pablo (Valencio), para empaparme del tema, acumular experiencia. Era mi intención trabajar con los mayores, con el alejamiento del entrenador, todo se aceleró. Era una buena oportunidad. Estoy agradecido a la Comisión Directiva del Club por confiar en mí”. Sus palabras, llenas de sinceridad, se ajustan a una ilusión que lo perseguía desde que era responsable de las divisiones inferiores.
Para aspirar a lo que se pretende conseguir, no se permite descansos; el conjunto del Hispano empezó con los trabajos el 13 de julio, “ese día empezamos la pretemporada, apuntamos a estar bien físicamente, resistencia, fuerza, potencia. Todo físico, que es lo que más cuesta. Siempre arrancábamos bien los primeros tiempos y nos caíamos en el segundo. Por eso es importante la parte física, es necesario entrenar. Los trabajos con pelota los vamos a comenzar a partir del jueves 5 de agosto en la cancha de Defensores del Carmen; haremos fútbol los miércoles y jueves, el miércoles utilizaremos la chacra que posee el Hispano en Río Chico”.
La intención de Robledo, como de los hinchas, es borrar las campañas pasadas y soñar con tener al Celeste peleando por grandes cosas, “ese el objetivo”; aunque la realidad últimamente destiñó las aspiraciones, el presente, según el nuevo entrenador hispanista, puede cambiar para bien. “El objetivo nuestro es estar entre los cuatro equipos que peleen el campeonato, no es una utopía, podemos hacerlo”, sentenció el DT Celeste.
La firmeza de Robledo se sostiene en la seriedad de la planificación y el trabajo, todo esto sumado a la incorporación del preparador físico Edgardo Del Castillo, destacado profesor con extraordinaria experiencia en el básquet, fue protagonista de la histórica campaña del equipo celeste en la Liga Nacional B. “A Del Castillo lo pedí yo, es un tipo responsable, él quería experimentar en el fútbol; su incursión generó un cambio total en los jugadores, es divertido y transmite seriedad. Nos juntamos para diagramar cada entrenamiento, nos complementamos bien”.
Fue complicado para Hispano el alejamiento de su anterior entrenador, “porque los jugadores se van detrás de los técnicos, terminamos jugando con chicos de la categoría ‘94; con la preocupación lógica, me senté a llamar por teléfono, volvieron varios jugadores. Por el armado del campeonato, no podemos hacer más de tres incorporaciones. Focalizamos en el fútbol de los barrios y convocamos a Juan Guentelicán, delantero del Club Junín; el delantero Diego Graf y el defensor Federico Pérez de Servicios Públicos. Además volvió el volante Mauro Becerra (hermano del ex goleador hispanista Raúl). Ahora contamos con un plantel de 25 futbolistas, entre cuarta y primera.
El técnico tiene claro el diagrama táctico para encarar el próximo torneo clausura, sin antes disputar la última fecha del apertura que servirá como evaluación para lo que vendrá: “el 28 de agosto finalizará el torneo apertura, utilizaremos ese encuentro para ajustar algunos detalles con vistas al objetivo que nos interesa. De ese enfrentamiento ante Ferro habrá dos o tres cambios sobre la base que será titular en el próximo certamen, que comienza el 11 de septiembre”.
Robledo tiene bien claro que la tenencia de la pelota es importante, por eso se debe trabajar intensamente en la recuperación y “por eso es fundamental lo físico; tener una buena resistencia, reacción, velocidad, saber manejar los espacios reducidos, debemos recuperar rápidamente la pelota; la táctica que tengo en mente es 4-4-1-1, con las distintas variantes, por supuesto”.
“El Hispano tiene que volver a estar en donde estuvo”, es una frase que la dijo Robledo, pero que se dispara de lo más profundo del club, que enciende el recuerdo de la rica historia de la institución. El Hispano nació con el fútbol y Robledo, que fue entrenador de la categoría sexta campeona e invicta en el año 2007 y también fue responsable del subcampeonato de la categoría quinta, está tan involucrado con el Celeste que hará todo lo que esté a su alcance para volver a ser lo que fue: “tenemos la expectativa del sintético, esperemos que sea en abril del próximo año, para no depender de los horarios que nos dan para utilizar la de Defensores; hoy tenemos el objetivo de estar entre los cuatro mejores del campeonato y en 2011 poder aspirar a lograr el torneo. Debemos consolidar las bases de trabajo, juntarnos con el grupo de entrenadores de las divisiones inferiores y tener un concepto en común. A los jugadores trato de transmitirle el amor al club, para que tengan sentido de pertenencia. Es importante lograrlo desde chicos, así cuando llegan a determinada edad no se van a otros equipos. Desde 1973 el Hispano no consigue un título, por eso vamos a tratar de hacer todo lo posible para que vuelva al lugar donde estuvo”.
