02 agosto 2010

El antifederalismo

ARGENTINO A Y ARGENTINO B
Cuentan que Julio Grondona irrumpió en la reunión del miércoles con la fuerza de un vendaval y espetó sin contemplación: "Eché a Maradona y Ruggeri, no voy a complicarme con ustedes. Los clubes del interior no existen". La frase dejó helados a todos los dirigentes que se encontraban en la oficina del Consejo Federal. Y fue la confirmación de que no habrá ni un centavo más para las instituciones como Cipolletti. Es más, el presidente de la AFA dejó en claro que hay pocas chances para los clubes fronteras afuera de Buenos Aires: "A la Primera B Metropolitana y al Argentino A no se los puede comparar", remarcó.
Río Negro


Desde su óptica, las entidades instaladas afuera de Buenos Aires "no existen". Grondona ningunea a los clubes del Interior y los pone en jaque.

Grondona no anda con vueltas, y de eso no hay dudas. Tampoco le interesa demasiado que sus argumentos denoten lógica. Su dedo y su voz caen con la fuerza de un designio monárquico. No le dio demasiado importancia al conflicto que se desató en torneo a los fondos destinados a los clubes del Argentino A porque en el medio de desataba la tormenta por la continuidad de Diego Maradona. Pero en el mismo momento que el otrora entrenador del seleccionado lo llamaba "mentiroso", el pope de la AFA bramaba contra los díscolos que reclamaban más dinero.
Lo cierto es que a esta altura ya no hay dudas de que Grondona decidió y mantendrá la enorme diferencia en los aportes para los clubes bonaerenses y los del interior del país. ¿Por qué los de la B Metropolitana perciben 120.000 pesos por mes contra los 23.000 que reciben los del interior?, le preguntó un periodista del programa radial "Interior Futbolero". El dirigente respondió: "A la Primera B Metropolitana y al Argentino A no se los puede comparar".

-¿Cómo no es lo mismo, si los dos en los dos torneos juegan por un ascenso al Nacional B?, se repreguntó.
- "No es lo mismo", remarcó Grondona.
El panorama es realmente complicado para las instituciones que disputan el Argentino A. Los dirigentes se sienten entre la espada y la pared. Saben que el reclamo es legítimo, pero también tienen claro que no llegará a ningún lado, y que deberán comenzar en las mismas condiciones con el campeonato el 22 de agosto. "No sentimos cada vez más inferiores, no se nos toma en cuenta. Además, si bien sabemos que lo que pedimos es más que lógico, todo ésto caerá en saco roto". La frase, más que elocuente, corresponde a un dirigente albinegro que pidió anonimato porque confirma lo que a esta altura todo el mundo sabe: quien se pone en contra de Grondona, paga las consecuencias.
La única respuesta del vicepresidente de la FIFA a esta cuestión de rango entre la B Metropolitana y el Argentino A es que "uno es un campeonato profesional y (sus clubes) están afiliados en forma directa (a la AFA), y el otro, no". Pero la misma fuente cipoleña dice que los 22 clubes que mantienen el reclamo por el aumento en el dinero (Talleres y Crucero del Norte están fuera del reclamo) piden dejar de responder al Consejo Federal y pasar a depender directamente de la AFA, algo a lo que Grondona le bajó el pulgar. El mismo Grondona que en agosto de 2009, en una visita a Viedma, recalcó su férrea postura antifederalista.
"El Argentino C es un torneo de potrero organizado. Cuando yo jugaba al fútbol nadie me pagaba; no es un problema para mí que en esa categoría no se pague. Arsenal subió de la D a la B sin pagar un peso, en la B pagó y estuvo 20 años porque no podía más (...) Es magnífico que haya tantos equipos jugando (en el Argentino C), porque es para divertirse y no para ganar plata", dijo casi sin inmutarse aquella vez. Grondona, que se siente el todopoderoso del fútbol nacional, confirma el dicho: "Dios está en todos lados, pero atiende en Buenos Aires".