Boca RG venció por la mínima diferencia al Boxing Club con gol de Diego Sandoval a los treinta y cinco de la primera parte. Minutos antes el “Noni” Toledo tuvo la chance de abrir el marcador desde los doce pasos, pero Sebastián Brizueño le ahogó el grito al mediocampista albiverde. Si bien en líneas generales el partido no fue violento, a dos minutos de final Richard Bazán, hasta ese momento una de las figuras del encuentro, sufrió una seria lesión, producto de una “entrada” tan violenta como innecesaria. Disturbios en la tribuna con corridas y agresiones. Una ambulancia que tardó siglos en llegar dejaron a las claras que hay cosas que corregir, cosas que mejorar.
Pocas veces me ha costado tanto sentarme a escribir e intentar desandar el comentario de un partido. Principalmente porque se me mezclan los “tantos” en lo que fue propiamente el partido de fútbol, (que en definitiva es lo que fui a ver) y los hechos lamentables que terminaron opacando todo.
El Aníbal Rey Méndez es el escenario donde Boca y Boxing, juegan por el cierre de la segunda fecha del torneo de la Liga Sur. Pasados unos minutos del horario pactado, las 20.00hs Don Juan Navarro, árbitro del encuentro marca el inicio del partido. Mucho público tanto en las tribunas como en vehículos, retribuyen con su presencia, lo que en la previa promete el encuentro y las bondades de un clima de maravillas, sin viento y una temperatura que al menos no te hacen tiritar los dientes.
Pocos cambios en los dos equipos en relación a su primera presentación. En el local, Víctor Manchafico, en reemplazo de Mario Pérez en defensa, y en la zona media Paco Sandoval deja su lugar a su hermano Diego. Un poco más arriba, no está Gómez y su lugar es para Cesar Sánchez. Boxing con dos cambios obligados. Richard Bazán, por Mario Surita y Claudio Garay en los palos en reemplazo de Oscar Ghel, ambos suspendidos. Se suma además la presencia desde el comienzo de Cristian Bazán en el medio y por derecha.Los dos equipos con “doble cinco” hacen desde el arranque que el juego sea dispuesto en media cancha, sin claro dominador, porque tomar la pelota por esa zona, era tener casi al instante dos o tres casacas adversarias. De tanto “trabar” el juego en media cancha, el juego se hizo claramente deslucido.
. Boca cruzaba pelotazos en busca de Rosales o Escobar, pero perdían una y otra vez ante Richard Bazán. Cuando estos empezaron a buscar por las puntas, a espaldas de Ariel Ojeda o Jorge Cassín, el mismo Richard, salía a cortar el juego a ambos laterales y ganaba. Rosales, comenzó a bajar unos metros, y ahí empezó a sentirse más cómodo y con rapidez y velocidad ganaba y encaraba, pero siempre hasta llegar a la zona de “exclusión” comandada por el ya mencionado central albiverde.
Boxing había elegido el sector izquierdo para arribar en ataque, por allí intentaba en los pies del Noni Toledo, crear fútbol, buscando triangular con Franco Sandoval y Mariano Matus que se arrimaba a ese sector. Por lo que el marcador Cabral peleaba a capa y espada, bien reforzado por Manchafico. Lejos de los arcos, la opción valida era el tiro de larga distancia, por lo que Diego Sandoval prueba de no menos de veinticinco metros para que Claudio Garay, se luzca enviando la pelota al corner. Si bien el ataque albiverde predominaba por izquierda, las veces que se rotaba por derecha, Julián Ojeda tenía en cada intento de desbordar, primero a Dino Ocampo, por las dudas a Damian Barrionuevo, y por si hacía falta Sandoval o Matías Bórquez llegaban de refuerzo. Pero Julián tuvo su chance y fue mortal. Veintisiete minutos combinación desde el medio, pase profundo al puntero albiverde, gana en velocidad, dentro del área, quiebra la cintura, engancha y Manchafico se lleva puesto el pie de apoyo de Ojeda en claro penal marcado por Juan Navarro. Toledo es el responsable de la ejecución, de derecha y bien pegada al caño diestro de Brizueño cosa que el “uno” no llegue… pero Sebastian para el desconsuelo de Boxing, llega y la manda al corner. Boxing sintió el impacto por la posibilidad perdida, y Boca reaccionó tratando de llevar a su rival lo más cerca de Garay. Tres corner consecutivos, hacen que en la última el centro de Gustavo Díaz, vaya al primer palo, la peinan y dentro del área chica la redonda sorprende a Garay, Claudio que no retiene y Sandoval que hace que la caprichosa bese los piolines, para que el xeneize se ponga arriba uno a cero en treinta y cinco.
El arranque de la segunda etapa trae aparejado el cambio del Colo García en lugar de Dino Ocampo. Y la actitud de uno y otro es distinta a la primera parte. Boca en ventaja, se pone “presto” para la contra, a sabiendas que Boxing se va a venir. Y Obviamente, el albiverde, plantea la segunda parte más decidido en ataque. Franco Sandoval, empieza a ser un poco la “manija” de la visita, Cristian Bazán con un despliegue enorme, corre la banda derecha de punta a punta. Matus, si bien aparece en cuentagotas, es efectivo, porque toma y encara, gambeta y toque son sinónimo de desequilibrio en este caso. Pero se diluye de tres cuartos hacia arriba, le falta peso ofensivo y encima los del fondo de Boca atienden las 24hs. Bazán lo baja a Rosales, segunda amarilla para el “ocho” visitante y Boxing juega con diez. Giacomoli, manda a Corti Ojeda más arriba, deja a Richard con doble función, la de central y la de lateral derecho para jugar prácticamente con línea de tres: Bazán Cormarck y Cassín. Boxing no baja los brazos ni mucho menos, quiere el empate. El “kun” Rosales, piensa “papita pal loro” y en velocidad gambeta y picardía empieza a pelearle palmo a palmo a Bazán en eso de ser la figura del partido, se torna, intratable e imparable en cada contra al igual que Daniel Escobar. Ahora si el partido es de ida y vuelta. No se nota el hombre de menos que tiene Boxing, como tampoco se notan los “doce” que Boca en un momento del partido tiene en campo. Si leyó bien doce jugadores, si bien fue un instante, no deja de ser grosero. Mario Pérez es el cambio que ingresa…. Pero tras su ingreso al campo ¡No se retira nadie!. El banco de Boxing como loco le grita a Navarro, recién ahí Diego Sandoval, deja la cancha y lo que debió ser amarilla para Mario Pérez quedará para otro partido. Cassin se manda con un amor propio envidiable por izquierda sumando hombres en ataque, ahora está en campo Triviño por un lesionado Julián y su hermano Ariel, aparece solo, libre de toda casaca xeneize por izquierda, tras una gigantesca jugada de Matus, “Tomá y hacelo” le grita Mariano, pero “ El Corti” no tiene vocación de delantero, le pega mordida de derecha y pierde las más clara chance de empatar el partido. De contra y sorprendido por la soledad en que estaba, Cesar Sánchez (en evidente posición adelantada) duda un instante y Garay le gana el mano a mano.
Minuto cuarenta y tres, el mismo Sánchez por derecha, deja un hombre en el camino y encara, se le va larga, viene Bazán como toda la noche a cubrir a los del fondo con el empeine la va despejar, Cesar sabe, intuye como todos que la pelota esta perdida, pero deja que su pierna continúe la trayectoria y el choque, tan innecesario como evitable, ya es un hecho. Roja directa para el once de Boca, quien inmediatamente es rodeado por casacas albiverdes, mientras llegan “refuerzos” xeneizes para esto de “copar” la parada, Omar Lugo, primer asistente, se imagina lo peor del hombre caído en el campo que se retuerce de dolor, y se arrima presuroso a lado de Richard. Tumultos, empujones, algún “cachetazo” que se estampa en el rostro de un rival, que parece haberse convertido en un abrir y cerrar de ojos en “enemigo intimo”, me imaginé fácil tres o cuatro expulsados, pero le escapé “fiero” porque Navarro los dejó a todos en campo. La gente pegada al alambrado y el reloj que sigue su marcha, cinco, diez, quince, veinte minutos o más, hasta que la sirena de la ambulancia distrital anuncia su arribo al Rey Méndez.
Patético, inexplicable pero tan real como la lamentable fractura del central albiverde.
Los clubes, sus consejeros o delegados, La liga… ALGUIEN o TODOS deben tomar el toro por las astas, no es el primer caso, es simplemente el más reciente, no se debe esperar a que se nos muera un jugador en una cancha para recién pensar en que nos equivocamos y que fue lo que hicimos mal. Ojalá nos sirva de lección a todos.
Los pocos minutos que se disputaron para el cierre del partido solo sirvieron para la estadísticas de la expulsión de Gustavo Díaz por demorar y un gol desperdiciado por Rosales, que de convertirlo ya no valía la pena ni gritarlo… a esta altura y desde el fatídico minuto cuarenta y tres …Boxing ya no estaba en la cancha.