El conjunto dirigido por Juan Carlos Gargaglione nunca pudo desarrollar su juego y se vio desbordado por un rival inferior, pero que supo hacer las cosas y golpear en los momentos precisos.
Desde el comienzo, el conjunto de Hernández manejó las acciones y sus jugadores, sobre todo de mitad de cancha hacia delante, demostraron que están acostumbrados a jugar el fútbol de salón, actividad que esos jugadores hacen todo el año. Demostraron que en el juego corto eran superiores. Boxing nunca pudo encontrar la pelota en el primer tiempo y, fruto de ese juego, Real Madrid llegó a la apertura del marcador luego de un tiro libre ejecutado casi desde la mitad de la cancha. El arquero de Boxing (Garay), se quedó atornillado debajo de los tres palos, no salió a cortar y el jugador que vistió la camiseta número once en el equipo fueguino, Julián Gamarra, sólo tuvo que empujarla, prácticamente, hacia el interior del arco.
Luego de esa jugada, el elenco local no volvió a tener situaciones claras, aunque siempre hizo pelotazos desde ambos laterales, le generó peligro a un Garay que se mostró seguro, pero muy dubitativo cuando tenía que salir a cortar los centros.
La única jugada de peligro (acción con la que estuvieron cerca de hacer un gol) que tuvo Boxing fue cuando un desborde del jugador número 6 de los albiverdes, Julián Ojeda, llegó hasta el fondo, envió un centro, pero el seguro Francisco Chávez pudo controlar la pelota, que fue uno de los mejores integrantes que tuvo Real Madrid. En el segundo tiempo las situaciones no cambiaron demasiado, ya que el equipo local siguió manejando el ritmo de juego, en este caso ya haciéndola circular a la pelota de un costado a otro, y con la desesperación del Boxing que veía que no podía empatar, empezó a pegar con juego brusco y todo eso fue sancionado con varias tarjetas amarillas.
Casi cuando terminaba el partido, a los 43 minutos del segundo tiempo, hubo una desinteligencia en el fondo del Boxing, Mario Surita se durmió, debió cometerle infracción a un delantero del equipo fueguino y después Perpetto cambió por gol esa infracción.
El 2 a 0 se realizó gracias a un direccionamiento abajo a la izquierda que le dio Perpetto al patear su merecido penal. El arquero de Boxing si bien eligió bien el palo, no pudo hacer nada para detener el balón. De esta manera, el equipo fueguino, el mismo que perdió frente a Sportivo de Puerto Santa Cruz, se impuso por dos a cero, complicó las cosas del Atlético Boxing Club que ahora tiene que ir a jugar a Puerto Santa Cruz contra el Sportivo.
El único que de alguna manera salvó la ropa fue Richard Bazán, que lamentablemente debió salir lesionado por un problema en la pierna izquierda.
En cuanto al campo de juego, este no estaba muy bien preparado. No era lo peor, pero los organizadores hicieron todo lo posible para mejorarlo, aunque con el correr del juego se puso cada vez peor y conspiró para las aspiraciones del Boxing.
La Opinión Austral - Río Gallegos.
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