01 diciembre 2008

Pecado de juventud

Boxing Club 5 vs Ferrocarril YCF 1
En el partido más esperado de la fecha Boxing y Ferro abrieron este sábado el tercer capitulo de la Liguilla 2008. El local se plantó desde el arranque en terreno aurinegro pero su dominio careció de profundidad. La visita plantada de contra tuvo las más claras situaciones en la primera parte en los pies del “avión” Romero pero la mala fortuna le negó en dos ocasiones el grito de gol. En el mejor momento de Ferro, el albiverde tomó prestada la receta de la contra y en la velocidad y picardía de Julián Ojeda encontró la apertura del marcador. A los siete de la segunda parte, estando Boxing arriba 2 a 1,el carbonero por expulsiones quedó con nueve, y ahí se acabó el partido, simplemente hubo que esperar el número final de goles que en total llegaron a cinco.
Alfredo Galvez


El fixture marca que Ferrocarril YCF hoy, último sábado de noviembre hace las veces de visitante. Sin embargo el folklore futbolístico del que tanto carecemos, hace pensar lo contrario cuando uno llega al campo de Boxing y se sorprende de ver una tribuna poblada de “trapos” amarillos y negros, gritos, cánticos, bombos y “bombas” dan la bienvenida a su equipo en su ingreso al campo.
La terna arbitral compuesta, al menos para mi gusto, con los mejores exponentes del referato local, Eduardo y Omar Lugo junto a David Rogel vestidos de rojo, aparecen unos minutos pasadas las seis de la tarde para el inicio del encuentro.
Ferro con lectura de adelante hacia atrás va con Filpe y Romero en la dupla de ataque, el Piojo Arias para crear y asistir, Tejada para volantear y trepar por derecha. Mascareño por izquierda en doble función, marcar y proyectarse por izquierda. Cristian Vega con la cinco bien plantado en el medio. Y la línea de fondo la misma que arrancó contra Independiente en la primera fecha, y que Don Velasco se encargó de desmantelar. Esto es, Ojeda, Hoffman, Guerrero y Rondan.

El local, con algunos cambios obligados y otros tácticos. Fabián Obando bajo los tres palos, Ariel Ojeda en la nada fácil tarea de reemplazar a Surita suspendido, hace que deje su puesto habitual por derecha a Juan Carlos Monsalve.
Jorge Cassin, como segundo central y por izquierda Edu Aguilar.
Maxi Aranda va por derecha en reemplazo de Maidana también suspendido, Gustavo Díaz por el centro y Yañez y Toledo por izquierda intercambiando metros más arriba o metros más abajo. Julián Ojeda como punta bien pegadito a la raya por derecha y Mario Triviño, casi a “media agua” ni punta, ni enganche, Pero esa posición justamente no la terminaba de entender nunca Ferro que debía con Hoffman y Guerrero salir unos metros a buscarlo. Estos tres hombres (Toledo, Yañez y Triviño) se buscaban y triangulaban por izquierda, y entonces Julián charlaba con Rondan de “bueyes perdidos” porque prácticamente no entraba en juego.
Eso sí, cuando le tiraban la bocha, parecía estar “enchufado”, pero si Julián estaba así, Rondan estaba a 220, porque el marcador ganaba muchísimas más de las que perdía.
Tener la posesión de la pelota no es sinónimo de avasallar ni de llevarse por delante al rival, porque si bien Boxing tenía la redonda, Ferro tiene en David Romero las dos chances más claras para ponerse en ventaja y de contra, como estaba planificado, en ambos casos entre los centrales albiverdes. Pero así como en otros casos el “avión” cierra los ojos y la mete, hoy la mano venía torcida al momento de definir. Ferro empezó a presionar un poco más arriba y es sabido que a Boxing eso lo pone “fastidioso” y Ferro se planta mejor pasados los treinta, ahora Mascareño escala por izquierda, Tejada se filtra a las espaldas de Cassín y Aguilar y “jode”.
Cuando mejor caminaba el aurinegro, malas noticias para Pepe Ludueña y Roque Maldonado, se lesiona Hernando Rondán y Carcamo va por derecha y Diego Ojeda pasa a la nada fácil tarea de cuidar a Julián.
Ferro sigue con partes de enfermería y Lucas Calbucura, que viene embocando seguido en redes, es el cambio obligado por un Filpe que lesionado debe abandonar el campo.
Y cuando todo estaba encaminado por carriles normales para la visita, zas!!
Minuto treinta y siete Ferro se equivoca en ataque, pierde una pelota y Ariel Ojeda captura, con ojos bien abiertos ve a su hermano y le tira el compromiso, “Juli” lo acepta, recibe y encara mete una de las que más le gusta y que mejor le sale, el “slalom” de derecha hacia adentro, en velocidad y con gambeta incluida, uno dos tres en el camino, derechazo cruzado y a cobrar, porque Boxing gana uno a cero.
Comparando con boxeo, Ferro acusa el golpe, esta sentido pero las ganas pueden más y va de frente cambia el golpe por golpe y Boxing, que ahora piensa más frío, pone otra pelota a Julián por derecha encara por afuera gana y mete el centro, Toledo pisando el área chica no tiene más que empujarla para que a un minuto del tiempo reglamentario el local este dos a cero arriba. Antes un espectacular tiro libre de Triviño resonaba en el horizontal del arco de Cruz.
Minuto de descuento, va mal David Romero sobre la humanidad de Monsalve, y Eduardo Lugo le muestra la segunda amarilla al avión, para que Ferro se vaya al descanso dos a cero abajo y un hombre menos para los segundos cuarenta y cinco.
De arranque ya en la segunda parte, Ferro va con amor propio al frente.
Planta a Calbucura por izquierda y viene enchufado el pibe, viene a pura gambeta de izquierda hacia adentro, pero se le va larga, y su ímpetu por recuperar lo perdido, lo lleva a cometer una falta tan fuerte como innecesaria, que en cualquier lado se castiga con amarilla y Lugo no hace la excepción y lo amonesta en dos minutos de juego.
Ferro viene bien perfilado a pesar de estar con uno menos y ataca por derecha la tiran a Calbucura que se a parado como centro atacante y dentro del área pelea a capa y espada con una pelota que no le queda nunca para su perfil, hasta que cansado de esperar le pega, mordida, pero con la dirección suficiente para vencer a Obando e inflar la red. Mientras las radios gritan a coro el gol de descuento, Lucas toma loca carrera en grito de festejo, y esos segundos en que la euforia no deja ver lo racional, le ganan el duelo al muchacho que comienza a sacarse la camiseta y en un instante se arrepiente, se da cuenta…pero ya es tarde, Lugo, como todo el mundo, lo ha visto, y Calbucura se empapa en ese sabor agridulce que da el gol, pero que te hace abandonar el campo cuando don Eduardo le muestra la segunda amarilla que se convierte en roja.
Me da bronca, lo reconozco, pero entiendo y justifico que Lugo no puede ni debe obviar el reglamento.
El enojo de la gente de Ferro es entendible, pero a cabeza fría sabe, como yo, que Lugo tiene razón.
Once contra nueve, demasiado complicado, Perreta va al campo por un defensa, dejando a las claras que la visita se juega a todo o nada., a cara o cruz, a matar o morir… y Ferro muere.
Su intención es loable y entendible, pero no se da, Julián encuentra los espacios y dibuja por derecha para tirar centro a Toledo, para que este extienda el balón al corazón del área y Yañez ponga el tercero.
Julián ya convertido en figura, vuelve a ganar en velocidad y ante la salida de Cruz define y marca el cuarto. El quinto es casi una obra de arte por la definición de Gustavo Díaz, que por como se dá el partido no tiene el reconocimiento y festejo que se hubiera merecido. Ferro a esta altura solo esperaba que el tiempo transcurra, Boxing parecía esperar lo mismo, porque solo se dedicó a tocar y tocar pero lejos, lejísimos de Cruz, a sabiendas que ya estaba todo definido y hasta si se quiere por respeto al rival.
El pitazo de Lugo, unos minutillos antes de lo pactado, fueron bien recibidos por todos.
Hoy Boxing no solo ganó sino que superó su karma de estar en ventaja numérica y complicarse la vida y perder o empatar partidos en esas condiciones. Hoy cuando superaba a Ferro en goles y en hombres de campo, supo abrir los espacios, y esperó los momentos justos para desmoronar a un Ferro que a pesar de la derrota se va con la frente bien alta. Me voy de Boxing, pensando que hubiera pasado si Calbucura seguía en campo en el dos a uno, si bien es cierto que Lucas se equivocó, es solamente… Un pecado de juventud.