07 noviembre 2007

El Cóndor vuela, en silencio y con perfil bajo

Chau viento, hola lluvia, llego a la cancha de El Cóndor y uno cree que aquí también tocaron los muchachos de Soda Stereo ... por como está la cancha.
Gris el cielo, gris el piso, barro, agua, lluvia. Pero puntualísimo como pocas veces, bajo la orden de Eduardo Lugo, curiosamente vestido de gris como el entorno y flanqueado por el resto de la familia, esto es, Omar como primer asistente y Alejandro como segundo, arrancaron bajo un lindo chaparrón El Cóndor – Boca.

Los dirigidos por Jorge Nicolai, con la consigna de ganar, primero para quedar como único escolta y segundo para que Boxing no se consagre campeón en la fecha. Bastante gente, más si tomamos en cuenta la hora y el clima.
Familiares y amigos, creo en la mayoría de los casos, una sola emisora radial, que para colmo arranca cuando promedian los veinte minutos, y la eterna y fiel a este deporte, Romina Barrientos, que para quienes seguimos la redonda (En su mayoría hombres) se ha convertido en un icono del fútbol local.,con su cámara de fotos a cuesta.
Decíamos, Boca con la necesidad de triunfo El Cóndor? En silencio de la mano de este fumador empedernido como es Juan Díaz, archi-conocido en nuestro medio futbolero, pero siempre de perfil bajo.
Y ese perfil es el que ha sabido contagiarle a sus muchachos, y la liguilla es su meta, primero entrar, después veremos…
Vuelve Copeckzny en el ataque, le sacaron la nueve y le pusieron la quince, pero comparte el ataque con Diego Ojeda.
Cabrera se planta en el medio y lo asisten Hernández y Colman.
Encina tiene la once en la espalda, pero a veces parece punta, otras enganche y a veces me despista más porque se asemeja a un carrilero, Pero si esta definido que su sector es el izquierdo. Diego Díaz va de último hombre, y Núñez le hace marca personal a Mauricio Serón.
Por el lado de Boca, varias ausencias de nombres conocidos. Fernández, Rodríguez, Olguín, Sandoval, Rivera, por distintos motivos, pero se sabe que son importantes en el esquema de xeneize.
Riquelme con la diecinueve en ataque, junto a Serón y a media agua, como enganche y con pinceladas de punta, Diego Jancich.
La primera parte, fue discreta, muy discreta, con juego en mitad de cancha y pocas visitas al área contraria. Boca dominó el barro…perdón, el terreno, hasta los veinticinco y el resto de la etapa fue de El Cóndor.
Principalmente por el lado derecho del ataque, donde Diego Ojeda, era imparable para quien osara marcarlo, una pesadilla para Aguirre, que pocas veces pudo tomarlo, es que con la cancha pesada y resbalosa era una ventaja para Diego, por su físico, liviano, obvio hacía mejor pie.
Igualmente solo dos llegadas claras en la etapa y bien repartidas, una para cada uno.
De un centro hacia la izquierda, la subida del largo Marcio Domínguez, para ponerla al corazón del área pero Mario Pérez lo pierde. Sobre los treinta y dos, pase profundo de Cabrera para Hernández, este se filtra entre los centrales entra al área mano a mano con el arquero, derechazo buscando red, pero Maxi Gómez, en forma BRILLANTE, la saca con su mano derecha, ahogando la mas clara de la primera etapa.
Justamente Hernández a tres del final queda en una pierna y pide el cambio.
El último acto pactado a cuarenta y cinco minutos, se suponía a un Boca volcado en ataque y un Cóndor apostando a la contra. Y se cumplió el pronóstico.
Pero el problema fue que Boca iba, pero no llegaba, quería, pero no podía, buscaba pero no encontraba. Y vi en los gestos de Jancich, arengando a sus compañeros, “vamos carajo”, pareció decir. Y la lluvia volvió para embarrar más la cancha, y todo se hizo fuerza, empuje, ganas, pero de fútbol, poco y nada.
Y a treinta de esta parte, Boca empezaba a desnudar su impotencia de no saber como “entrarle” a los de la mueblería. Y estos más que cómodos porque en su peregrinar silencioso en el torneo, un punto no era mal negocio.
A sabiendas del reloj, Boxing, se empezaba a poner la pilcha de Campeón, y ni hablar sobre los treinta y cinco, cuando en una corrida aislada por derecha de Ojeda, le gana a Aguirre, y cuando salía Gómez, la puntea con la zurda, para que mansamente busque final de red, y todo el Cóndor, se abrace en un alocado festejo.
Boxing, a esta hora, descorchaba champagne.
Golpeado por el resultado, Boca mandó su gente a todo o nada, hasta Domínguez buscaba en el arco contrario, con desorden, sin fútbol, pero con un amor propio inmenso.
A cinco del final, otro ataque por derecha, pero esta vez por Copeckzny, que seguramente discutiremos si quiso tirar centro o la quiso poner adentro, la cosa es que Maxi Gómez, hizo la lógica, salió a cortar el centro, pero la pelota raramente buscó destino de gol, y a pesar de la reacción de Maxi, ya era obra consumada.
Dos a cero, a cinco del final….imposible de remontar, a pesar que Boca fue igualmente al menos por descontar, pero lejos muy lejos de poder vulnerar a Ludueña.
Boxing ya se emborrachaba de campeonato,… mientras que aquí en el barro del Cóndor, Lugo señalaba con sus dedos en alto “tres”, capricho el mío de confundir a veces las cosas, se me asemejaba seña de “tri” campeonato..Pero de eso me hago cargo yo y deslindo de toda confusión a Eduardo Lugo.
Ganó el Cóndor y se mete segundo en la charla, se va insertando en la liguilla con la consigna de Juan Díaz, su técnico, en silencio, con perfil bajo.
Perdió Boca, y en el balance final, puedo decir que perdió bien, dentro de unos días se juega mucho por el zonal, y allí estaremos.
El calendario solo hizo que Boxing, adelantara solo unos días un nuevo titulo, que lo pone como el máximo ganador de nuestro fútbol en cuanto a torneos ganados.
Felicitaciones Boxing…FELICITACIONES CAMPEON ¡!!!!

Texto: Imparcial
Fotos: Romina Barientos y Alfredo Galvez

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