BANCRUZ 2 vs BOXING 2
Boxing y Bancruz abrieron la jornada dominguera por la segunda jornada de la Liguilla 2008. El albiverde tomó la iniciativa desde el arranque mismo del partido por lo que no extrañó que la primera etapa se fueran al descanso con un dos a cero arriba. El segundo tiempo tuvo en cancha a “otro” Bancruz, que salió a jugarle de igual a igual a su rival, y en treinta minutos logró alcanzar la igualdad. En los últimos quince los dos tuvieron las chances necesarias para ganarlo, como también los errores para perderlo, por lo que el empate final le sienta bien al partido. Fueron expulsados dos jugadores por lado, y lamentablemente Mariano Barría tuvo quebradura de clavícula.
Texto: Alfredo Galvez
Valía la pena estar, simplemente con repasar los nombres de Boxing y Bancruz, uno sabía que valía la pena el partido. El albiverde con una sola variante, Franco Maldonado por el lesionado Mariano Matus. El resto, los mismos que vencieron en mitad de semana a los de la mueblería. Bancruz también con la posibilidad de repetir el equipo ya que no carga con suspensiones. Omar Lugo, pasados minutos de las cuatro de la tarde, permite el arranque del encuentro. Y bastó un simple pitazo, para que Boxing se plantara de “una” en campo rival.
Y Tito Velásquez, pone a Jorge Cassín, casi como un volante más, se para entre Maxi Ríos, el lateral por derecha bancario y Cristian Bazán, entonces Jorge ahogaba la salida de Maxi y por lógica anticipaba siempre al capitán azul.
Otro punto de inflexión era la rotación permanente de Diego Yañez, que uno esperaba ver por izquierda cerca del Noni, pero su andar entre la zona que demarcaba el medio campo y los puntas no pudo ser resuelta nunca por Bancruz.
Toledo aparecía por izquierda, Maldonado se llevaba la marca de Ferreras cuando se volcaba a espalda de Ríos y por lógica Llancao quedaba expuesto como único central. A Franco Pagola Julián Ojeda no lo complicaba, porque el bueno de Julián pocas veces pudo superar su marca, pero si lo complicaban los pelotazos a sus espaldas que eran ganados por Yañez.
A los nueve minutos se luce Oscar Ghel, evitando la caída de su arco, pero no evita el corner, que desde la izquierda ejecuta el Noni Toledo.
El bancario, presta atención a quienes, en teoría pueden complicar de arriba, descuida a Yañez y Diego en soledad absoluta, con parietal derecho, cambia el rumbo de la redonda y de cabeza pone en ventaja a Boxing. La cosa siguió de ahí en más de la misma forma que arrancó esto es, Boxing con la pelota, toque rotación y presión en los sectores donde se perdía la pelota. Bancruz no se encontraba ni con la pelota ni con las marcas, Larralde estaba tibio, y Maxi Chávez, salvo alguna pelota detenida, no tenía ingerencia en el juego. Mariano Barría bien volcado por izquierda, era muy poco asistido, pero las pocas que tuvo daban claras muestras que podía complicar a su marcador Ojeda.
A los treinta y cuatro, Mario Surita gana de arriba y su cabezazo revienta el vértice derecho del arco de Ghel. No extrañó a nadie entonces, que sobre los treinta y siete, Diego Yañez ganara por derecha, metiera un centro pasado para que libre de marcas Toledo de cabeza dejara sin posibilidades de reacción a Oscar y festejara la segunda conquista albiverde. “Vendaval de goles se vienen” pensé, pero como siempre mi fuerte no son los presagios. Bancruz desde los treinta en adelante, puso su gente unos metros más arriba, Cristian Bazán empezó a entrar en el partido y Larralde comenzó a “correr” en la zona media. Pagola, que ganaba en la marca se animó también a trepar por su sector y ganaba. Aun estando medianamente lejos de Claudio Garay, la propuesta bancaria era otra.
En el arranque de la segunda, un pique de Julián Ojeda como “nueve” le da la posibilidad de quedar mano a mano con Ghel, dentro del área le vende una gambeta hacia la izquierda, y cuando las gargantas se prestaban al tercer grito, la pelota da en el poste izquierdo de Oscar y se salva Bancruz. Pero de ahí en más el equipo azul acomodó sus piezas.
Llancao y Ferreras, se afianzaron en el fondo y le cerraron los accesos a los atacantes boxinguistas.
Firme Ríos y Pagola, por las puntas, sumaban a su marca progreso en avances por las bandas. Cassin, ya no estaba por la zona mencionada en la primera parte, y su función pasó a ser la de marcador, casi estacionado en su zona. Maxi Larralde, ahora sí las corría todas, sumados a la solidaridad y sacrificio que le agragaban Bazán y Blanco.
Entonces ahogaban, en el medio y Gustavo Díaz junto a Daniel Maidana, los generadores boxinguistas de la zona media ya no eran tan claros, ni jugaban tan libres.
Barría se animaba y Edgardo Márquez empezaba a ser tenido en cuenta.
Pero cuando empezaba a salir el sol para el bancario, una nube indiscreta aparece para joder la vida, porque Blanco se va expulsado por doble amarilla y el bancario queda con diez. Maxi Chávez, seguía sin entrar en sintonía, por lo que el cambio era cantado, y Don Sapunar ordena el ingreso de Troncoso y Maxi, como buen bancario, se convierte en un cheque al portador porque aprovecha un “quedo” de Boxing, captura una pelota encara y define abajo, lejos de Garay para poner las cosas dos a uno en veinticuatro.
No conforme con su gol, Troncoso le da aire a sus compañeros, porque muerde en el medio, corre cada balón como si fuera el último y eso contagia.
Ahora quien empieza a preocuparse es Boxing, porque se queda sin Daniel Maidana por doble amarilla.
Entonces ante igualdad en número, Bancruz amarra confianza a sus ideas, y va, la toma Larralde, gana una pelota en tres cuartos de cancha le mete el pase en línea recta a Márquez, Edgardo, que lucha con la redonda que no termina de acomodarse nunca para que pueda pegarle, pero cuando lo consigue, la pelota descansa en la red, para un empate parcial en dos, que seguramente en el entretiempo para algunos era impensado.
Cuando Larralde se perfilaba para figura, su pierna, cruza la humanidad de un hombre albivederde y Lugo le muestra roja, que en la jerga se dice “directa”, pero la pensó tanto, pero tanto… Un rato más Surita ve amarilla que sumado a la que tenía obligan al central a dejar el campo.
Tito Velásquez ya veía el partido desde atrás del alambrado, porque Lugo le había marcado el camino, no sin antes cambiar algunas palabras. Nueve contra nueve, dos por dos, dictaban los números.
Y así fueron tanto Boxing como Bancruz en busca de un gol más, intentaron y se expusieron, los dos quisieron ganarlo, los dos pudieron perderlo.
Boxing en la primera fracción del partido, fue mucho más e incluso el marcador pudo ser más abultado.
Bancruz en la segunda cambió su libreto, supo que para ganarle al albiverde (O al menos empatar como esta tarde) hay que intentar jugarle de igual a igual y así lo hizo en la segunda. Pero su mayor virtud, al menos para mi humilde opinión es que jamás se dio por vencido…ni aún vencido.
Boxing y Bancruz abrieron la jornada dominguera por la segunda jornada de la Liguilla 2008. El albiverde tomó la iniciativa desde el arranque mismo del partido por lo que no extrañó que la primera etapa se fueran al descanso con un dos a cero arriba. El segundo tiempo tuvo en cancha a “otro” Bancruz, que salió a jugarle de igual a igual a su rival, y en treinta minutos logró alcanzar la igualdad. En los últimos quince los dos tuvieron las chances necesarias para ganarlo, como también los errores para perderlo, por lo que el empate final le sienta bien al partido. Fueron expulsados dos jugadores por lado, y lamentablemente Mariano Barría tuvo quebradura de clavícula.
Texto: Alfredo Galvez
Valía la pena estar, simplemente con repasar los nombres de Boxing y Bancruz, uno sabía que valía la pena el partido. El albiverde con una sola variante, Franco Maldonado por el lesionado Mariano Matus. El resto, los mismos que vencieron en mitad de semana a los de la mueblería. Bancruz también con la posibilidad de repetir el equipo ya que no carga con suspensiones. Omar Lugo, pasados minutos de las cuatro de la tarde, permite el arranque del encuentro. Y bastó un simple pitazo, para que Boxing se plantara de “una” en campo rival.
Y Tito Velásquez, pone a Jorge Cassín, casi como un volante más, se para entre Maxi Ríos, el lateral por derecha bancario y Cristian Bazán, entonces Jorge ahogaba la salida de Maxi y por lógica anticipaba siempre al capitán azul.
Otro punto de inflexión era la rotación permanente de Diego Yañez, que uno esperaba ver por izquierda cerca del Noni, pero su andar entre la zona que demarcaba el medio campo y los puntas no pudo ser resuelta nunca por Bancruz.
Toledo aparecía por izquierda, Maldonado se llevaba la marca de Ferreras cuando se volcaba a espalda de Ríos y por lógica Llancao quedaba expuesto como único central. A Franco Pagola Julián Ojeda no lo complicaba, porque el bueno de Julián pocas veces pudo superar su marca, pero si lo complicaban los pelotazos a sus espaldas que eran ganados por Yañez.
A los nueve minutos se luce Oscar Ghel, evitando la caída de su arco, pero no evita el corner, que desde la izquierda ejecuta el Noni Toledo.
El bancario, presta atención a quienes, en teoría pueden complicar de arriba, descuida a Yañez y Diego en soledad absoluta, con parietal derecho, cambia el rumbo de la redonda y de cabeza pone en ventaja a Boxing. La cosa siguió de ahí en más de la misma forma que arrancó esto es, Boxing con la pelota, toque rotación y presión en los sectores donde se perdía la pelota. Bancruz no se encontraba ni con la pelota ni con las marcas, Larralde estaba tibio, y Maxi Chávez, salvo alguna pelota detenida, no tenía ingerencia en el juego. Mariano Barría bien volcado por izquierda, era muy poco asistido, pero las pocas que tuvo daban claras muestras que podía complicar a su marcador Ojeda.
A los treinta y cuatro, Mario Surita gana de arriba y su cabezazo revienta el vértice derecho del arco de Ghel. No extrañó a nadie entonces, que sobre los treinta y siete, Diego Yañez ganara por derecha, metiera un centro pasado para que libre de marcas Toledo de cabeza dejara sin posibilidades de reacción a Oscar y festejara la segunda conquista albiverde. “Vendaval de goles se vienen” pensé, pero como siempre mi fuerte no son los presagios. Bancruz desde los treinta en adelante, puso su gente unos metros más arriba, Cristian Bazán empezó a entrar en el partido y Larralde comenzó a “correr” en la zona media. Pagola, que ganaba en la marca se animó también a trepar por su sector y ganaba. Aun estando medianamente lejos de Claudio Garay, la propuesta bancaria era otra.
En el arranque de la segunda, un pique de Julián Ojeda como “nueve” le da la posibilidad de quedar mano a mano con Ghel, dentro del área le vende una gambeta hacia la izquierda, y cuando las gargantas se prestaban al tercer grito, la pelota da en el poste izquierdo de Oscar y se salva Bancruz. Pero de ahí en más el equipo azul acomodó sus piezas.
Llancao y Ferreras, se afianzaron en el fondo y le cerraron los accesos a los atacantes boxinguistas.
Firme Ríos y Pagola, por las puntas, sumaban a su marca progreso en avances por las bandas. Cassin, ya no estaba por la zona mencionada en la primera parte, y su función pasó a ser la de marcador, casi estacionado en su zona. Maxi Larralde, ahora sí las corría todas, sumados a la solidaridad y sacrificio que le agragaban Bazán y Blanco.
Entonces ahogaban, en el medio y Gustavo Díaz junto a Daniel Maidana, los generadores boxinguistas de la zona media ya no eran tan claros, ni jugaban tan libres.
Barría se animaba y Edgardo Márquez empezaba a ser tenido en cuenta.
Pero cuando empezaba a salir el sol para el bancario, una nube indiscreta aparece para joder la vida, porque Blanco se va expulsado por doble amarilla y el bancario queda con diez. Maxi Chávez, seguía sin entrar en sintonía, por lo que el cambio era cantado, y Don Sapunar ordena el ingreso de Troncoso y Maxi, como buen bancario, se convierte en un cheque al portador porque aprovecha un “quedo” de Boxing, captura una pelota encara y define abajo, lejos de Garay para poner las cosas dos a uno en veinticuatro.
No conforme con su gol, Troncoso le da aire a sus compañeros, porque muerde en el medio, corre cada balón como si fuera el último y eso contagia.
Ahora quien empieza a preocuparse es Boxing, porque se queda sin Daniel Maidana por doble amarilla.
Entonces ante igualdad en número, Bancruz amarra confianza a sus ideas, y va, la toma Larralde, gana una pelota en tres cuartos de cancha le mete el pase en línea recta a Márquez, Edgardo, que lucha con la redonda que no termina de acomodarse nunca para que pueda pegarle, pero cuando lo consigue, la pelota descansa en la red, para un empate parcial en dos, que seguramente en el entretiempo para algunos era impensado.
Cuando Larralde se perfilaba para figura, su pierna, cruza la humanidad de un hombre albivederde y Lugo le muestra roja, que en la jerga se dice “directa”, pero la pensó tanto, pero tanto… Un rato más Surita ve amarilla que sumado a la que tenía obligan al central a dejar el campo.
Tito Velásquez ya veía el partido desde atrás del alambrado, porque Lugo le había marcado el camino, no sin antes cambiar algunas palabras. Nueve contra nueve, dos por dos, dictaban los números.
Y así fueron tanto Boxing como Bancruz en busca de un gol más, intentaron y se expusieron, los dos quisieron ganarlo, los dos pudieron perderlo.
Boxing en la primera fracción del partido, fue mucho más e incluso el marcador pudo ser más abultado.
Bancruz en la segunda cambió su libreto, supo que para ganarle al albiverde (O al menos empatar como esta tarde) hay que intentar jugarle de igual a igual y así lo hizo en la segunda. Pero su mayor virtud, al menos para mi humilde opinión es que jamás se dio por vencido…ni aún vencido.