El fútbol del interior llora la triste pérdida de Álvaro Castro, Presidente Ejecutivo del Consejo Federal, quien pereció ayer a los 81 años producto de un paro cardiorrespiratorio y tras una internación de más de dos semanas. La familia del dirigente realizará hoy domingo una misa en su homenaje, desde las 11.30 hs. en el Cementerio de la Chacarita.
futbolargentino.org
Álvaro Castro tenía 81 años y una vitalidad prodigiosa cuando comenzó su deterioro físico. Y si bien sus paulatinos problemas de corazón, sumados a otros de diversa índole comenzaron a hacer mella en su organismo, mantuvo inalterable su compromiso con la tarea encomendada de colaborar desde su rol de Presidente Ejecutivo del Consejo Federal, para con todas y cada una de las Ligas del Interior.
Encomendado en esa función por su entrañable amigo Julio H. Grondona, el porteño oriundo del barrio de Abasto, supo desempeñarse antes en otros puestos directivos en distintos clubes.
Cuando conoció a Julio H. Grondona, en la década del 50 y a poco tiempo de que este fundara el club Arsenal, Castro supo que a partir de ahí su vida estaría ligada al fútbol, una verdadera pasión que descubrió en compañía de Grondona, su club Arsenal y luego en la Asociación del Fútbol Argentino.
Fue Vicepresidente del Arsenal Fútbol Club, Vicepresidente 1° de la Comisión de la Primera B, directivo del Club Atlético Independiente, Secretario General y luego Presidente Ejecutivo del Consejo Federal, asesor presidencial de Julio Humberto Grondona, y miembro de la Comisión de Relaciones Públicas de la Confederación Sudamericana de Fútbol, cargo que vivía con auténtica intensidad y profesionalismo, pese a su carácter puramente amateur.
Desde su llegada al Consejo Federal Álvaro Castro vivió por y para el fútbol del interior del país; y pese a ser porteño -y ser el único entre los dirigentes de la Mesa Directiva- interpretó como pocos las necesidades de los clubes, sabiendo escuchar a todos en sus pedidos y consultando con quienes tenía a su lado sobre aquellas decisiones de interés federal.
Desde futbolargentino.org hacemos llegar las debidas condolencias a la familia de Castro, reconociendo su hombría de bien, su desempeño inestimable hacia el fútbol del interior y el deseo de que todos aquellos que lo conocieron reconozcan su legado para la federalización del fútbol.
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Álvaro Castro tenía 81 años y una vitalidad prodigiosa cuando comenzó su deterioro físico. Y si bien sus paulatinos problemas de corazón, sumados a otros de diversa índole comenzaron a hacer mella en su organismo, mantuvo inalterable su compromiso con la tarea encomendada de colaborar desde su rol de Presidente Ejecutivo del Consejo Federal, para con todas y cada una de las Ligas del Interior.
Encomendado en esa función por su entrañable amigo Julio H. Grondona, el porteño oriundo del barrio de Abasto, supo desempeñarse antes en otros puestos directivos en distintos clubes.
Cuando conoció a Julio H. Grondona, en la década del 50 y a poco tiempo de que este fundara el club Arsenal, Castro supo que a partir de ahí su vida estaría ligada al fútbol, una verdadera pasión que descubrió en compañía de Grondona, su club Arsenal y luego en la Asociación del Fútbol Argentino.
Fue Vicepresidente del Arsenal Fútbol Club, Vicepresidente 1° de la Comisión de la Primera B, directivo del Club Atlético Independiente, Secretario General y luego Presidente Ejecutivo del Consejo Federal, asesor presidencial de Julio Humberto Grondona, y miembro de la Comisión de Relaciones Públicas de la Confederación Sudamericana de Fútbol, cargo que vivía con auténtica intensidad y profesionalismo, pese a su carácter puramente amateur.
Desde su llegada al Consejo Federal Álvaro Castro vivió por y para el fútbol del interior del país; y pese a ser porteño -y ser el único entre los dirigentes de la Mesa Directiva- interpretó como pocos las necesidades de los clubes, sabiendo escuchar a todos en sus pedidos y consultando con quienes tenía a su lado sobre aquellas decisiones de interés federal.
Desde futbolargentino.org hacemos llegar las debidas condolencias a la familia de Castro, reconociendo su hombría de bien, su desempeño inestimable hacia el fútbol del interior y el deseo de que todos aquellos que lo conocieron reconozcan su legado para la federalización del fútbol.