Por una parte se encontraba el compromiso de los dirigentes de la Liga de Fútbol Norte y del presidente del Club en cuestión, quienes fueron los veedores y actuaron de filtro para que nada pasara en el estadio ni fuera de él. El objetivo central fue resguardar la seguridad de las personas tanto dentro como fuera del estadio y de los vecinos que viven en cuadras aledañas que siempre son los más perjudicados con los desmanes. Asimismo, los dirigentes deportivos tuvieron con anterioridad, contacto directo con la hinchada del Club Catamarca, quienes se habían comprometido también en comportarse debidamente, pero de igual manera, tanto el municipio como la policía, entabló un operativo intensivo, que apuntó a varias cuestiones.Una de las medidas fue que durante el encuentro nadie pudo salir del estadio. También debieron ingresar con la respectiva entrada y se aplicó el derecho de admisión. Ningún negocio ubicado a 200 metros a la redonda del estadio, pudo expender bebidas alcohólicas dos horas antes y durante el partido, aunque es de público conocimiento que los negocios que venden habitualmente a las personas de la hinchada, están ubicados a más de 200 metros.
Por otra parte, gente de la Liga y del club estuvieron en todo momento en la entrada del estadio fiscalizando el ingreso de la gente y aunque fue la primera vez que se extremaron las medidas de seguridad, la subsecretaria de Deportes de la Municipalidad de Caleta Olivia, Claudia Rearte aclaró que todas ellas son iniciativas que se pretenden aplicar para todos los partidos venideros.
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