12 octubre 2010

Petroquímica dio vuelta a Laprida de la mano de Salazar

LIGA DE COMODORO RIVADAVIA
Con una gran actuación de su número 10 y un despliegue bárbaro de Joao Boari, el conjunto de Kilómetro 8 revirtió un pálido comienzo en su cancha para terminar dando vuelta el resultado y sumando tres puntos importantes en su partido de ayer. Antes del partido, hubo algún disturbio fuera de la cancha porque no se le permitió a un grupo de hinchas ingresar sin pagar su entrada y algunos revoltosos debieron ser disipados por la policía.
Cronica


Laprida comenzó más despierto y aprovechó dos distracciones del fondo local para ponerse rápidamente arriba en el marcador y ampliando la diferencia en menos de veinte minutos. Primero fue por un rebote que dio su arquero Claudio Sandoval, que sobró una jugada sin riesgo y le regaló la pelota a Darío Moreta. El 9 lo gambeteó corto sobre su derecha y definió con el arco vacío cuando sólo se jugaban siete minutos.
Un cono de sombras parecía cernirse sobre el césped de barrio Don Bosco cuando un pase hacia atrás de Marcos Carrizo le pasó por debajo de la suela a su arquero y se terminó convirtiendo en una impensada conquista para la visita, que antes de los 20 minutos ganaba 2-0 casi sin haberse esforzado por ello.
Sin embargo, resultó fundamental el rápido descuento logrado por Darío Salazar. Hugo De Brito bajó muy bien una pelota de espaldas al arco y giró metiendo el pase hacia la izquierda para que el 10 defina abriendo su pie derecho ante la salida de Hugo Romero.
Petroquímica se vino con todo por el empate y lo tuvo primero en los pies de Boari, pero respondió el arquero, quien también manoteó a medias un centro tras el tiro de esquina de la jugada anterior y sobre su intervención Darío Carrizo se llevó por delante la pelota a centímetros del arco, cabeceando afuera por el primer palo.

Empero, antes del final del primer tiempo llegó la igualdad. Un buen pelotazo de Elías Cárdenas encontró libre de marcas a Jorge Iannolo sobre el segundo palo, y el volante ofensivo marcó de cabeza el 2 a 2. En esa jugada resultó lesionado -y reemplazado- el arquero visitante, quien chocó su humanidad contra el poste izquierdo.
El segundo tiempo fue un monólogo del cuadro del suspendido Horacio Bellido. El "Beto" mandó a su equipo al ataque y los players respondieron desde adentro con un gran esfuerzo, aprovechando el quedo de Laprida, porque sus posibles manijas, Sebastián Rivas y Alan Nancuante, perdieron contacto con el balón, y Moreta estaba anclado arriba, muy solo.
Iannolo no logró cabecear cerca del arco a los 2 minutos, De Brito sí lo hizo, pero muy alto un minuto después, en medio de un dominio territorial marcado del dueño de casa, que llegó a la conquista vencedora a los 20" a través de una buena jugada entre Cárdenas y Salazar que definió este último, luego de una precisa habilitación del número 11, en el mano a mano con el ingresado Mariano Macías.
La entrada de Darío Martínez le dio aún más vértigo al local, que debió estirar cifras de no ser por que falló en la puntada final en tres oportunidades, pero generando acciones de riesgo de manera permanente. Una de ellas, una pare que terminó con un claro penal sobre Salazar no cobrado por el juez, a poco del final. Triunfo festejado del "verdolaga", que sueña con estar bien arriba en el certamen.

En intenso partido CAI-USMA, 1 a 1
No fue malo el partido. Por el contrario. Tuvo a lo largo de sus noventa minutos buenas intenciones de los dos 22 protagonistas, en una cancha de malas condiciones, donde no es fácil tener precisión con la pelota.
Tampoco la tuvieron los dos equipos, pero redondearon un encuentro arduamente disputado. Las necesidades y urgencias del "azulgrana" se asociaban por la falta de contundencia ofensiva del "azzurro", formado en la tarde de ayer por un equipo bisoño, que no pudo superar la tenacidad del adversario.
CAI con un gol de Matías Castro, en el primer cuarto de hora se puso en ventaja, en su mejor pasaje del partido, mientras que promediando el segundo tiempo un excelente remate a ras de piso de Edgardo Gordillo le dio el empate a Usma, que tuvo en el segundo tiempo mayor protagonismo y con más acercamiento al arco defendido por Mauro Leguiza.
Chalabe por la izquierda, el adelantamiento de Damián Cares por derecha y algunos chispazos de Lucas Soto y Matías Lawreniuk le dieron una mayor fisonomía de mejor juego a los dirigidos por Mario Amado. Faltó precisión en la puntada final y una mayor contundencia en la zona de mediocampo, donde las intentonas ofensivas se fueron diluyendo a medida que el partido avanzó.
El gol fue producto de una impecable acción personal de Chalabe por izquierda para dejar dos hombres en el camino y meter una pelota casi desde la línea de fondo, para que Matías Castro solo la empujara.
En el segundo tiempo, Usma fue más ofensivo. Ganó decididamente el mediocampo con la presencia de Eduardo Cárcamo y el ingreso de Cristian Barrientos. Se sumó, el mejoramiento de Fernando Gordillo y la presencia permanente en el área "azurra" de Luis Farinelli.
Llegó el empate en una jugada que no parecía tener riesgo para el arco de CAI, defendió bien una pelota con el cuerpo de espaldas al arco de Leguiza. Lo cubrían Chacon y Rilo; de pronto sacó un zurdazo a ras del piso que sorprendió al arquero de CAI, para decretar el uno a uno.
Vino en plena euforia unionista un gol anulado a Nicolás Romero de cabeza, tras un tiro libre de "Tatu" Cárcamo que el asistente entendió que Farinelli estaba en posición adelantada.
La expulsión de Marcos Rilo complicó más a CAI. Las variantes no trajeron solución a un equipo cada vez menos sorprendente en ataque.
Usma era todo fervor, Farinelli se quedó con un despeje defectuoso y su remate cruzado salió totalmente desprolijo, en una clara chance para rematar al arco.
Se agregó la expulsión de Maripillán en Usma, un gol anulado a CAI -también por posición adelantado- y un final empatado que terminó no conformando ni a uno ni a otro. De todas formas, este Usma tiene un mejoramiento colectivo que dan cuenta de la mejor versión que puede armar el cuerpo técnico.
Por el lado de CAI, demasiada juventud, excelentes proyectos, pero que al no tener un líder en la zona de mediocampo, se terminan complicando demasiado.

Próspero Palazzo y Ferro empataron por la mínima
Con gol de Alexis Contreras para el "Aguilucho" en el primer tiempo y Mario Seguel para "La Maquinita" en el segundo, el encuentro disputado por la octava fecha del Torneo de Primera A quedó en una merecida igualdad.
La puesta en escena por parte de las hinchadas vaticinó lo que luego fue un gran inicio de partido, lo cual no fue para menos, porque el encuentro comenzó con emociones inmediatas. En tan sólo dos minutos, Jorge Gaitán metió un centro desde la derecha y quién malogró la oportunidad fue Mario Seguel, que aguardaba solo en el área y definió a un costado.
Fue el primer susto y Palazzo reaccionó en seguida. Sobre los 6" se puso en ventaja cuando Alexis Contreras desbordó a pura velocidad por la izquierda y remató entre el primer palo y el arquero David Alderete para llenarse la boca de gol.
Ferro había empezado con una leve superioridad, pero a partir del gol la situación cambió y el "Aguilucho" comenzó a reclamar terreno. De pronto se vivió un partido muy parejo y bien disputado.
Un disparo desviado de César Larralde y un cabezazo de Agustín Quiroga muy bien contenido por Alderete fueron algunas de las más relevantes para el conjunto local. Cerca del final, Alexis Contreras tuvo la oportunidad para marcar el segundo en su cuenta, pero la gran atajada de Alderete en el mano a mano le demostró que volver a marcarle no sería cosa fácil.
Para el complemento, Hugo Puntano reforzó la defensa con Alejandro Barrientos, lo cual fue una jugada acertadísima, porque Ferro no pudo jugar bien ni penetrar en campo rival sino hasta los minutos finales.
Lo mejor del conjunto de Km. 5 partía siempre desde los pies de Jorge Gaitán, quien abastecía y daba respiro a su equipo con cada toque y jugada que elaboraba. En una de ellas, encaró por izquierda y tocó hacia el medio del área, donde Pablo Vargas remató y el arquero José Basuealdo sacó muy bien al corner.
A los 36", el capitán ferroviario Andrés Vargas construyó una estupenda jugada en la medialuna del área y asistió a Miguel Seguel en el punto del penal. Allí éste, con una maniobra acrobática, pateó la pelota en el aire y la puso bien abajo, donde nunca llegaron los esfuerzos del arquero.
Con el empate el juego tomó otra coloración. Ferro manejó los hilos del partido durante los quince minutos finales y arrinconó contra su arco a los de enfrente.
En el final pudo ser victoria para ambos. La primera la tuvo Miguel Seguel con un cabezazo fortísimo contenido por Basualdo. Del otro lado y dos minutos más tarde, el ingresado Luis Vera corrió en soledad hasta el arco y su definición salió acariciando el poste izquierdo.
Fue empate, y muy merecido por lo demostrado en cancha. Si bien ambos demostraron tener armas suficientes para que las cosas fueran distintas, ningún triunfo hubiera sido justo para dos equipos tan parejos.