23 agosto 2009

Un triunfo tan claro como aburrido

UNION S 0 vs BOCA RG 3
Boca RGL derrotó sin inconvenientes a Unión Santacruceña por tres tatos contra cero con goles del “Tigre” Rodríguez, Germán Cabral y Fabián Espeche. El líder del campeonato fue un equipo “Light” ante un conjunto que le planteó un juego tan simple y tan sencillo,como esperarlo atrás y defender. Boca suma dieciocho puntos y se afianza en la punta.
Fotos: Romina Barrientos. Texto: Alfredo Galvez


Cuando Don Walter Calvo, árbitro principal del encuentro, pitaba el inicio del partido me permitía imaginarme ver a un Boca intentando ser una aplanadora ante un rival que al menos en la previa, se lo consideraba mucho menos de quien hoy por hoy lidera en soledad el campeonato de la Liga Sur.. Y si bien es cierto que el xeneize tomó la iniciativa, mucho tuvo que ver que Unión le cedió el terreno y dejó entrever desde el comienzo que el compromiso era de Boca y que los “Leyenda Boys” intentarían ser un digno rival. Los dos extremos, Boca encabezando la tabla y Unión sin poder aún lograr un punto en el torneo, que si bien lo ha merecido en alguno de los partidos jugados, no los ha conseguido. Boca muestra a dos debutantes foráneos Hernán Álvarez en el arco y Darío Sandoval con la diez en su espalda. Reaparece Diego Sandoval en la zona media y hoy Matías Bórquez forma dupla central junto a Jorge Olguín en el fondo. El resto son los mismos que hace siete días lograron un resonante triunfo ante Bancruz.
Unión Santacruceña con la vuelta de Alexis Cisternas en la valla. La línea de fondo con los cuatro que estuvieron presentes ante el Puerto, esto es, Sierpe, Germán Sosa, Juampi Quintero y Armendáriz. Poblada zona media con Martín Mesa y el Dani Cabrera como los más experimentados, sumados a ellos, Oyarzo, Cuicui y Leo Díaz, que aparecía en la previa como único punta, pero finalmente recayó esta ubicación en Mauro Negri.

Boca con la posesión del balón y sin rivales a la vista hasta que pisa casi tres cuartos de cancha en ataque, va a “fuego lento” como dijo Napoleón a Josefina… “Vísteme despacio que tengo prisa”. Y si bien la premisa de Don Mario Gambini, es pelota al piso, toque y rotación, no tiene “punch”, cuando la “caprichosa” va de un lateral a un central, este a su compañero de zaga, que a ojos cerrados combina con el otro lateral y este se la tira a Leandro por izquierda o Espeche por derecha y la bola vuelve al central o de nuevo al lateral, porque si tenés enfrente un rival que solo te espera y no te sale para no comerse un “loco”yyy… me parece que cuando estas cero a cero, no sirve.
Para cambiar de a ratos la monotonía del encuentro aparecía alguna pelota cruzada al área para que Becerra o el Tigre “embocaran” un cabezazo, pero cuando esto fue posible, Alexis Cisternas, comenzaba a demostrar que volvía a la custodia de los tres palos para quedarse. Fue justamente Alexis quien ahogó en dos ocasiones claras lo que podía ser el grito de gol xeneize. Sí, es bueno reconocer, la paciencia de Boca, de no cambiar minutos recorridos por inicio de desesperación. Para nada…, siguió fiel a su libreto, de toque corto, llevando la pelota de un lado a otro, pero sin ser vertical ni mucho menos, más ante un rival, que ha sabiendas que potencialmente era menos, jamás apeló al juego brusco, eso sí, tal vez con actores de reparto bien “aprendidos” y mejor enseñados, hacían de cada interrupción del juego una ceremonia exageradamente larga, que servía a fin de que el tiempo transcurriera. Pero por decantación uno intuía lo que en el minuto veintiséis finalmente ocurrió. Centro desde la izquierda al corazón del área, el cabezazo a modo de “peinada” del tigre sirve para desviar la pelota y dejar a medio camino a Cisterna, que debe ir a buscar la “caprichosa” al fondo de su arco porque Boca estaba al frente en el marcador. Si alguien pensaba que estar abajo en el resultado iba a cambiar el planteo de Leyenda, ya les digo se equivocaba y por lejos. Mantuvo el mismo sistema de esperar y esperar al rival y Boca iba, si, pero sin convicción, sin ser determinante en el área rival, por el contrario se seguía empeñando en lateralizar el juego donde los cuatro del fondo se cansaban de tocar entre ellos y así las cosas, el partido se fue conformando lenta pero sin pausas en un enorme aburrimiento.
Para darle un poco de pimienta al encuentro, don Calvo marca pena máxima por agarrón a un hombre xeneize, que a pesar de las tibias protestas unionista, no hubo marcha atrás y Leandro Fernández con su zurda hace que la bocha se estrelle en el horizontal para seguir con idéntico resultado de uno a cero. Sobre los cuarenta y dos, de un corner desde la derecha ejecutado por Leandro, llega la “testa” de Cabral para mandarla a la red y Boca se lleva a camarines un parcial de dos por cero.
En el entretiempo mientras me despuntaba un cigarro, miraba la poblada y bulliciosa hinchada de Unión con sus trapos bombos y cornetas, firme a pesar del frío de la tarde. Si vienen y alientan así, cuando su equipo está último en el torneo y sigue en busca de al menos un punto…¿Se imagina si Unión estuviera encaramado entre los de arriba???
Boca también ha llevado sus trapos y alienta que te alienta. El folclore del fútbol que pareciera de apoco quiere instalarse en las canchas locales… Ojalá que así sea.
Cuando Don Walter, ordena el reinicio, no registro cambios en ninguno de los dos equipos. Y en cuanto a juego, poco para resaltar, porque fue más de los mismo… Boca atacando, buscando, un poco más lanzado por las puntas, donde Lucas Fernández y Cabral, cada uno por su sector trepaban con mayor frecuencia, comprensible además, porque ambos extremos, no tenían a quien marcar. Olguín y Bórquez se plantaban directamente en la línea central, justo en la mitad del campo, Diego Sandoval, subía un par de metros, y Becerra marcaba diagonales por izquierda a espaldas de Sosa y Sierpe mientras que Espeche imponía mayor vértigo por derecha buscando desnivelar a Quinteros y Armendáriz. Darío Sandoval, era receptor, generalmente libre de marcas, para seguir abriendo la cancha… Pero Cisternas seguía con una tarde tranquila, porque salvo algún esporádico tiro de larga distancia, su trabajo no era incesante ni mucho menos. Bien Cisterna en desviar una pelota que se colaba en su ángulo izquierdo evitando el tercero del xeneize. Igualmente por decantación el tercero en discordia llegó promediando el partido, cuando en ataque por derecha le sirven la redonda a Espeche, acompañado de un “tomá y hacelo” que Fabián no desaprovechó y cerró el resultado del partido. Uno pocos minutos en campo de Mauro Rosales, otros tantos de Acuña y la deuda pendiente de ver al golero Álvarez en acción, porque hoy Unión no le llegó nunca. Ganó Boca, cosa que en la previa era previsible, Unión que le tocaba hoy “bailar con la más fea” se va conforme al menos de no haber sido goleado ni apabullado. No se suicidó en atacar para no exponerse a la contra, donde Boca ha demostrado ser “mortal” hoy al xeneize “gentilmente” le cedieron todo, pelota, terreno con el agregado que Unión no apeló ni al juego brusco, ni a las infracciones sistemáticas para romper el juego. Inobjetable triunfo xeneize que en el debe y el haber debe tomarse que ganó, es líder y su triunfo no merece cuestionamiento en cuanto a un resultado. Pero de mirar en el debe, Don Gambini tendrá que tomar que hoy, ante un planteo rival, tan simple y tan sencillo como el de esperar atrás, no le encontró la vuelta en toda su dimensión.
En definitiva, pocas luces para un triunfo, tan claro como aburrido.