21 julio 2010

¿Se baja Independiente del Argentino B?

Independiente de Neuquén confirmó ante el Consejo Federal que formará parte del próximo Torneo Argentino B de fútbol, pero del dicho al hecho en la institución capitalina hay un trecho cada vez más largo, cada minuto más cercano al precipicio que a las buenas noticias.
Deportes del Valle

Roger Morales fue el técnico del último equipo en la división de ascenso, vio tambalear su continuidad en este crudo invierno cuando coqueteó con Cipolletti para arribar al grande de la región acompañando a Lorenzo Frutos, como ayudante de campo en el Torneo Argentino A.
Sin embargo, su inclusión al desprendimiendo del equipo formado por Domingo Perilli quedó trunco y le costó mucho trabajo convencer a sus actuales empleadores que recién, hace pocos días, ratificaron al ex mediocampista central al frente del timón, pero de un barco que parece hundirse definitivamente en pleno centro de Neuquén.
Mientras sus potenciales rivales se refuerzan, consultan, arman presupuestos, en el “Rojo” todo es duda e incertidumbre. Despidió el certamen de Lifune penando en los últimos lugares de la tabla de posiciones, nadie le ha dicho nada a los jóvenes jugadores y mucho menos al técnico que sigue en la espera de un telefonazo que lo reactive profesionalmente, con alguna buena señal para armar una pretemporada seria.
Una alta fuente vinculada al manejo del fútbol en el club neuquino aseguró a un periodista de Deportes del Valle, que en estos momentos, “Independiente es tierra de nadie”.

Los nombres que aportaban el dinero, sumas importantes para el acotado presupuesto, se han alejado ante el desinterés del propio presidente, Gastón Sobisch, que en los últimos tiempos ha estado más ocupado con la campaña política de su padre que en reunir fondos para poder ponerse a llamar futbolistas y proyectar un certamen deportivo.
A esta altura de los acontecimientos, la inclusión definitiva del club en la zona de Cruz del Sur de Bariloche, Deportivo Roca, Deportivo Madryn, Huracán de Comodoro Rivadavia y Boca Río Gallegos es un misterio, una quimera.
Sin cancha, obligado a alquilar nuevamente el “Gigante” de Centenario, los números asustan. La ilusión de los hinchas que quedan en pié, jugadores, técnico y los dirigentes que confían en terminar jugando es la aparición extraordinaria de divisas provenientes de algún sector vinculado al “sobichismo”, un “deja vú” en medio de tiempos que parecen ser totalmente diferentes.