19 abril 2010

El “Globo” se guardó los goles para el segundo tiempo

LIGA DE COMODORO RIVADAVIA
Haciendo gala de una notable superioridad física y fortaleciendo cada vez más su localía en el aún flamante césped del Estadio "César Muñoz", el conjunto de Leonardo Herrera se alzó con una nueva victoria por goleada en este torneo para seguir mandando con comodidad en la zona "A", con goles de Pablo Romano (2), Thiago Errazú y Maximiliano Vivas.
Crónica


Es que Huracán mantiene el puntaje ideal y ha logrado, en lo que va del campeonato, la friolera de 22 goles en seis partidos, casi cuatro de promedio por encuentro, los que demás está decirlo, los ha ganado a todos, manteniendo el puntaje ideal, y mucho tiene que ver en eso su rendimiento jugando en casa.
Lo de ayer no fue la excepción ante un "Aguilucho" que viene a los tumbos. Si bien en la primera mitad del partido el visitante aguantó bien la presión de Huracán, tratando de luchar en la mitad de la cancha y no dar por perdida ninguna pelota, en el segundo tiempo los dirigidos por Hugo Puntano terminaron sufriendo el desequilibrio generado por el resto físico que tienen los futbolistas del "Globito".
Los goles llegaron recién en el complemento porque si bien Huracán dominó en la etapa inicial careció de profundidad para ser más certero a la hora de acosar a José Basualdo, y cuando lo hizo, no estuvo fino a la hora de la puntada final para poder abrir el marcador.
Ya en el complemento, el ostensible esfuerzo por ir al frente le rindió dividendos al local, apenas pasado el cuarto de hora de juego, cuando una corrida por derecha de Franco Di Paola precedió a un centro bajo que definió Pablo Romano entrando por el punto del penal para marcar el primer tanto a los 17".
"Palolo" repitió la fórmula sólo siete minutos después como para empezar a sentenciar el encuentro. Esta vez, quien se transformó en asistente fue Joao Boari, quien en una jugada similar al primer tanto, envió un balón en chanfle hacia el área para la aparición furtiva del goleador que dejó sin chances al arquero.
Con los cambios, el DT local le dio descanso a sus jugadores más trajinados y permitió que desde el banco vinieran nuevos bríos para asestarle aún más golpes a un "Aguilucho" cascoteado, sin rumbo, que aspiraba a alguna chance sólo a través de la pelota detenida, pero sin sorpresa.
Así, llegaron otras dos conquistas muy seguidas una de la otra. Primero, una pared entre Thiago Errazu y Rodrigo Bequer, quien le devolvió la pelota al delantero y este sometió al arquero visitante en el minuto 38", mientras que el último gol llegó con una buena habilitación de Fernando Bonfili para Maximiliano Vivas, quien puso el balón entre las piernas de Basualdo para darle cifras definitivas al encuentro.