EL CONDOR 1 vs BOCA RIO GALLEGOS 1
Boca y El Cóndor igualaron en un tanto por bando en cancha de Defensores. Leonardo Fernández, a la postre la figura de la cancha, abrió la cuenta para los azules dirigidos por Juan Díaz, igualó Leandro Fernández, la figura del xeneize, sobre el cierre de la primera parte. Bronca de uno, satisfacción de otro, las dos caras que tiene el fútbol. Boca quiso pero no supo…Cóndor supo pero no pudo. El empate para el partido, está bien, y para el campeonato mejor todavía.
Texto: Alfredo Galvez
Fotos: Romina Barrientos
El sol ha dicho ausente en esta tarde sabatina, sin embargo gratamente veo que nuestro fútbol, sigue convocando gente y eso siempre es bueno.
Boca, puntero del torneo, Cóndor a una diferencia de diecisiete puntos del líder, pero uno sabe por los antecedentes, que eso poco importa, porque es sabido que los de la mueblería son un hueso duro de roer para cualquiera, y Boca ya lo ha vivido en carne propia.
Sin Cabrera en la zona media, Juan Díaz ha delegado en Oscar Paredes la marcha por la zona media, independientemente del número nueve que muestra en su espalda.
Damian Barrionuevo, libre de culpa y cargo en cuanto a suspensiones, vuelve a la titularidad con la veinte en su casaca y en el dibujo táctico va como último hombre. Un par de metros más adelante, tres para defender, Torres por derecha José Luis Díaz por el centro y Cristian Ojeda por izquierda. Acompañando al ya mencionado Paredes.
Van Cristian Muñoz y Encina por ambos costados. Cesar Hernández como enganche y como puntas, siempre de derecha a izquierda Diego Ojeda y Leo Fernández.
Boca con Martínez bajo los tres palos, Pérez, Mussi, Correa y Lucas Fernández componen el cuarteto del fondo, con la clara idea de desprender, cuando se pueda y por sorpresas tanto a Mario como a Lucas por sus respectivos carriles.
Cambio táctico propuesto por el Sr. Rapalín, dispone que Luna espere en la banca, y el doble cinco recae entonces en Diego Sandoval y Leandro Fernández, teniendo en cuenta, que Leandro por su ida y vuelta y sumado a su pegada estará cerca de los de arriba.
Jorge Olguín tirado por izquierda, sin definir durante el partido si fue volante o enganche, lo cierto es que Jorge, lejos estuvo del nivel, que al menos a mí me tiene acostumbrado.
Arriba, más allá que uno crea dos puntas con Becerra y Rodríguez, era claro que el tigre aparecía unos metros más abajo para “pivotear” por lo que Becerra jugaba arriba solo, o en su defecto esperaba las diagonales que tiraba Jancich por derecha.
Nadie tiene la receta de cada partido, es cierto, como también es cierto que Juan Díaz, analiza semana a semana en cada cancha a los rivales, por lo que es claro que sabe de antemano como se mueve el adversario.
Entonces uno comienza a ver ciertas cosas no tan casuales, una vez que Don Alejandro Graves pita el inicio del partido.
“Si Cóndor le juega de igual a igual, es suicida” fue casi la frase de la semana futbolera.
Y sin embargo, Cóndor le jugó de igual a igual y no conforme con eso, hasta le pidió prestado el “pressing” que tiene Boca, y Boca se incomodó.
Cristian Muñoz, tapando una y otra vez, las subidas de Lucas Fernández por izquierda, Paredes, a pesar de su paso “cansino” le “jodia” la vida a Sandoval… y ya que estamos, lo atacamos, habrá pensado Hernández, que arrancó el partido, preocupando al xeneize, entonces a nadie le extrañó ver a la defensa de Boca en acción.
Boca empezó a exponer con acierto, pelotazos cruzados, especialmente de Leandro, Lucas y Jorge Olguín, buscando los ingresos por derecha de Jancich, que justamente recibe a espaldas de Díaz, y ante la apresurada salida de Ludueña, la toca por encima de la humanidad del Roly y la pelota pasa a escasa distancia de los tres palos, en lo que era la apertura del marcador.
Minutos más tarde de otro centro cruzado, Cristian Torres, después de amagar tres veces en un salto, que nunca llego a cumplir, se ve sobrepasado por la pelota y Becerra que aparece solo, mano a mano con Ludueña, pero el arquero le gana el duelo y evita la caída de su valla.
Arrimaba Boca, y prueba de ello era un nuevo centro, esta vez desde la izquierda, lanzado por Jorge Olguín, que primero pierde Ludueña queriendo descolgar de arriba, pero se recupera tapando el posterior remate, que llevaba destino de red.
Pero Cóndor tenía los suyo y también complicaba, Mussi y Correa no hablaban el mismo idioma y se complicaban principalmente en los centros, que por supuesto también tenía en su favor los azules. El partido entonces, sin ser de alto vuelo era intenso.
El número ocho de Cóndor, Fernández, se acomoda a espaldas del doble cinco xeneize, y un par de metros delante de Mussi, que se veía obligado a salir y por lo general perdía.
Desde esa posición los de la mueblería empezaron a complicar a Boca.
A los treinta y uno, corner desde la izquierda, con pierna derecha de David Encina a media altura, Leo Fernández, que hace del fútbol simpleza pura, ante las torres gemelas que tiene Boca en el fondo, imposible ganar en lo alto, entonces, dos pasos hacia delante en busca de la redonda, quien debía marcarlo lo pierde, y el parietal derecho de Leo cambia el rumbo para vencer a Martínez, a pesar del vano intento de Mussi por evitar la caída de su arco, y Cóndor se ponía uno a cero arriba.
Boca al toque nomás se va arriba, quiere el empate “ya”..pero así como alabamos la contra de xeneze sobre Boxing hace dos semanas, es lógico decir que la receta de este método, no es exclusividad de nadie parece decir Leo Fernández que encabeza el malón azul en busca de Martínez, pase perfecto hacia la izquierda para el “Leche”, pero cuando se apresta a encarar al arquero xeneize, se le adelanta la pelota y ya Martínez grita “mía”.
Ya Becerra no esta en campo, se encuentra siendo atendido fuera de los límites del campo, detrás del arco de Ludueña, en donde se lesionó.
Cuatro de alargue, reflejan los dedos de Graves en lo alto…y Boca va.
Jugada por derecha después de un lateral, la toma Leandro casi al borde del área, zurdazo arqueando su cuerpo, cosa que la pelota no tome altura, y el disparo se cuela entre el poste izquierdo y la estirada impotente de Ludueña, sellando el uno a uno.
Cóndor no la pasa bien en ese alargue, Lucas sube por izquierda, entra al área sacude un misil con destino de gol, que no puede gritar, porque Ludueña extiende sus manos y evita la segunda caída. Final de la etapa y al descanso.
Pensaba en el entretiempo, quien intentaría en el arranque ganar la pulseada.
Y la sensación desde el inicio fue que Boca, con un Rivera volcado sobre izquierda, empezó a ganar terreno. Le costó a El Cóndor encontrarle la vuelta al negro, y Juan Díaz preocupado por esto manda un cambio por ese lateral.
Boca hace lo suyo y manda a Luna para soltar más arriba a Leandro, y Mauro Rosales reemplaza a un molesto (Con él mismo) Jancich. Y Boca sin ser arrollador fue más, por dominio y tiros desde larga distancia, pero repitiéndose una y otra vez en centros cruzados que por lo general eran ganados por Díaz y Barrionuevo.
A pesar de esto, El Cóndor, jamás perdió su línea supo a que jugaba, y lo cumplió a raja tabla, con un Leo Fernández inspirado y con un imán en sus pies.
Bien acompañado por Hernández y un Paredes más que simple y sencillo con su eterno caminar cansino. Leo, mostró una vez más (Ya lo había visto) que tiene una jerarquía enorme.
Y si hablamos de foráneos, vale un guiño para Barrionuevo, que demostró solides en el fondo. El mayor problema de Boca, o mejor dicho para Boca, era Leo Fernández, que firmando una sociedad con Hernández, complicaba en cada contra que le dolía en demasía al xeneize, entonces los azules tuvieron sus chances de gol.
Diego Sandoval, que pierde el balón y antes de pegar desde atrás decide la toma de camiseta del rival, y el árbitro lo amonesta, cierto es que Diego había sido victima de falta en el arranque de la jugada y que Graves no la juzgó como tal, obligándolo a la roja por acumulación del mismo color.
El reloj corre, va Boca, va El Cóndor, ninguno quiere firmar el empate, cada uno con sus armas, distintas pero totalmente validas lo quiere ganar.
Los últimos minutos de descuento lo tuvo a Boca en ataque, ya sin ideas, en un simple “vamos todos que podemos”, dejando clarísimos huecos que a esta altura eran un festín para la contra de El Cóndor.
El pitazo de Graves, cierra un partido, que como se preveía fue “chivo” para el líder, Boca se va masticando bronca, Cóndor disfruta de este empate, Boxing y Defensores, ni les cuento, al menos hasta el domingo donde dependen solo de ellos.
Boca y El Cóndor igualaron en un tanto por bando en cancha de Defensores. Leonardo Fernández, a la postre la figura de la cancha, abrió la cuenta para los azules dirigidos por Juan Díaz, igualó Leandro Fernández, la figura del xeneize, sobre el cierre de la primera parte. Bronca de uno, satisfacción de otro, las dos caras que tiene el fútbol. Boca quiso pero no supo…Cóndor supo pero no pudo. El empate para el partido, está bien, y para el campeonato mejor todavía.
Texto: Alfredo Galvez
Fotos: Romina Barrientos
El sol ha dicho ausente en esta tarde sabatina, sin embargo gratamente veo que nuestro fútbol, sigue convocando gente y eso siempre es bueno.
Boca, puntero del torneo, Cóndor a una diferencia de diecisiete puntos del líder, pero uno sabe por los antecedentes, que eso poco importa, porque es sabido que los de la mueblería son un hueso duro de roer para cualquiera, y Boca ya lo ha vivido en carne propia.
Sin Cabrera en la zona media, Juan Díaz ha delegado en Oscar Paredes la marcha por la zona media, independientemente del número nueve que muestra en su espalda.
Damian Barrionuevo, libre de culpa y cargo en cuanto a suspensiones, vuelve a la titularidad con la veinte en su casaca y en el dibujo táctico va como último hombre. Un par de metros más adelante, tres para defender, Torres por derecha José Luis Díaz por el centro y Cristian Ojeda por izquierda. Acompañando al ya mencionado Paredes.
Van Cristian Muñoz y Encina por ambos costados. Cesar Hernández como enganche y como puntas, siempre de derecha a izquierda Diego Ojeda y Leo Fernández.
Boca con Martínez bajo los tres palos, Pérez, Mussi, Correa y Lucas Fernández componen el cuarteto del fondo, con la clara idea de desprender, cuando se pueda y por sorpresas tanto a Mario como a Lucas por sus respectivos carriles.
Cambio táctico propuesto por el Sr. Rapalín, dispone que Luna espere en la banca, y el doble cinco recae entonces en Diego Sandoval y Leandro Fernández, teniendo en cuenta, que Leandro por su ida y vuelta y sumado a su pegada estará cerca de los de arriba.
Jorge Olguín tirado por izquierda, sin definir durante el partido si fue volante o enganche, lo cierto es que Jorge, lejos estuvo del nivel, que al menos a mí me tiene acostumbrado.
Arriba, más allá que uno crea dos puntas con Becerra y Rodríguez, era claro que el tigre aparecía unos metros más abajo para “pivotear” por lo que Becerra jugaba arriba solo, o en su defecto esperaba las diagonales que tiraba Jancich por derecha.
Nadie tiene la receta de cada partido, es cierto, como también es cierto que Juan Díaz, analiza semana a semana en cada cancha a los rivales, por lo que es claro que sabe de antemano como se mueve el adversario.
Entonces uno comienza a ver ciertas cosas no tan casuales, una vez que Don Alejandro Graves pita el inicio del partido.
“Si Cóndor le juega de igual a igual, es suicida” fue casi la frase de la semana futbolera.
Y sin embargo, Cóndor le jugó de igual a igual y no conforme con eso, hasta le pidió prestado el “pressing” que tiene Boca, y Boca se incomodó.
Cristian Muñoz, tapando una y otra vez, las subidas de Lucas Fernández por izquierda, Paredes, a pesar de su paso “cansino” le “jodia” la vida a Sandoval… y ya que estamos, lo atacamos, habrá pensado Hernández, que arrancó el partido, preocupando al xeneize, entonces a nadie le extrañó ver a la defensa de Boca en acción.
Boca empezó a exponer con acierto, pelotazos cruzados, especialmente de Leandro, Lucas y Jorge Olguín, buscando los ingresos por derecha de Jancich, que justamente recibe a espaldas de Díaz, y ante la apresurada salida de Ludueña, la toca por encima de la humanidad del Roly y la pelota pasa a escasa distancia de los tres palos, en lo que era la apertura del marcador.
Minutos más tarde de otro centro cruzado, Cristian Torres, después de amagar tres veces en un salto, que nunca llego a cumplir, se ve sobrepasado por la pelota y Becerra que aparece solo, mano a mano con Ludueña, pero el arquero le gana el duelo y evita la caída de su valla.
Arrimaba Boca, y prueba de ello era un nuevo centro, esta vez desde la izquierda, lanzado por Jorge Olguín, que primero pierde Ludueña queriendo descolgar de arriba, pero se recupera tapando el posterior remate, que llevaba destino de red.
Pero Cóndor tenía los suyo y también complicaba, Mussi y Correa no hablaban el mismo idioma y se complicaban principalmente en los centros, que por supuesto también tenía en su favor los azules. El partido entonces, sin ser de alto vuelo era intenso.
El número ocho de Cóndor, Fernández, se acomoda a espaldas del doble cinco xeneize, y un par de metros delante de Mussi, que se veía obligado a salir y por lo general perdía.
Desde esa posición los de la mueblería empezaron a complicar a Boca.
A los treinta y uno, corner desde la izquierda, con pierna derecha de David Encina a media altura, Leo Fernández, que hace del fútbol simpleza pura, ante las torres gemelas que tiene Boca en el fondo, imposible ganar en lo alto, entonces, dos pasos hacia delante en busca de la redonda, quien debía marcarlo lo pierde, y el parietal derecho de Leo cambia el rumbo para vencer a Martínez, a pesar del vano intento de Mussi por evitar la caída de su arco, y Cóndor se ponía uno a cero arriba.
Boca al toque nomás se va arriba, quiere el empate “ya”..pero así como alabamos la contra de xeneze sobre Boxing hace dos semanas, es lógico decir que la receta de este método, no es exclusividad de nadie parece decir Leo Fernández que encabeza el malón azul en busca de Martínez, pase perfecto hacia la izquierda para el “Leche”, pero cuando se apresta a encarar al arquero xeneize, se le adelanta la pelota y ya Martínez grita “mía”.
Ya Becerra no esta en campo, se encuentra siendo atendido fuera de los límites del campo, detrás del arco de Ludueña, en donde se lesionó.
Cuatro de alargue, reflejan los dedos de Graves en lo alto…y Boca va.
Jugada por derecha después de un lateral, la toma Leandro casi al borde del área, zurdazo arqueando su cuerpo, cosa que la pelota no tome altura, y el disparo se cuela entre el poste izquierdo y la estirada impotente de Ludueña, sellando el uno a uno.
Cóndor no la pasa bien en ese alargue, Lucas sube por izquierda, entra al área sacude un misil con destino de gol, que no puede gritar, porque Ludueña extiende sus manos y evita la segunda caída. Final de la etapa y al descanso.
Pensaba en el entretiempo, quien intentaría en el arranque ganar la pulseada.
Y la sensación desde el inicio fue que Boca, con un Rivera volcado sobre izquierda, empezó a ganar terreno. Le costó a El Cóndor encontrarle la vuelta al negro, y Juan Díaz preocupado por esto manda un cambio por ese lateral.
Boca hace lo suyo y manda a Luna para soltar más arriba a Leandro, y Mauro Rosales reemplaza a un molesto (Con él mismo) Jancich. Y Boca sin ser arrollador fue más, por dominio y tiros desde larga distancia, pero repitiéndose una y otra vez en centros cruzados que por lo general eran ganados por Díaz y Barrionuevo.
A pesar de esto, El Cóndor, jamás perdió su línea supo a que jugaba, y lo cumplió a raja tabla, con un Leo Fernández inspirado y con un imán en sus pies.
Bien acompañado por Hernández y un Paredes más que simple y sencillo con su eterno caminar cansino. Leo, mostró una vez más (Ya lo había visto) que tiene una jerarquía enorme.
Y si hablamos de foráneos, vale un guiño para Barrionuevo, que demostró solides en el fondo. El mayor problema de Boca, o mejor dicho para Boca, era Leo Fernández, que firmando una sociedad con Hernández, complicaba en cada contra que le dolía en demasía al xeneize, entonces los azules tuvieron sus chances de gol.
Diego Sandoval, que pierde el balón y antes de pegar desde atrás decide la toma de camiseta del rival, y el árbitro lo amonesta, cierto es que Diego había sido victima de falta en el arranque de la jugada y que Graves no la juzgó como tal, obligándolo a la roja por acumulación del mismo color.
El reloj corre, va Boca, va El Cóndor, ninguno quiere firmar el empate, cada uno con sus armas, distintas pero totalmente validas lo quiere ganar.
Los últimos minutos de descuento lo tuvo a Boca en ataque, ya sin ideas, en un simple “vamos todos que podemos”, dejando clarísimos huecos que a esta altura eran un festín para la contra de El Cóndor.
El pitazo de Graves, cierra un partido, que como se preveía fue “chivo” para el líder, Boca se va masticando bronca, Cóndor disfruta de este empate, Boxing y Defensores, ni les cuento, al menos hasta el domingo donde dependen solo de ellos.