COMODORO RIVADAVIA
“Buscamos chicos con una técnica depurada, que entiendan el juego, que tengan el ritmo y la pasión que exige el hincha”, remarcó en diálogo con Diario Patagónico. Con 22 años de experiencia, el caza talentos que también trabajó en Argentinos Juniors, guió en sus primeros pasos a estrellas como Sorín, Cambiasso, Tévez y Gago, entre muchos otros.
El Patagónico
Ricardo Alberto Almada, responsable del Departamento de Fútbol Juvenil e Infantil de Boca Juniors, comenzó ayer en Comodoro Rivadavia una serie de evaluaciones que culminará hoy.
A los 59 años, y con 22 de trayectoria en la búsqueda de talentos, Almada confiesa que le han ofrecido en algún momento dirigir planteles de Primera división, pero asegura que su pasión es encontrar pibes con gran futuro.
Ex futbolista (compartió la tercera división y las inferiores de San Lorenzo con el comodorense Víctor Doria, hoy coordinador del fútbol amateur de la CAI), inició su carrera como seleccionador en 1989, en Club Parque. Luego trabajó en Argentinos Juniors y en 1996 llegó a la entidad xeneize.
Se considera un “tipo familiero”, y extraña mucho cada vez que sale a recorrer el país. “Tengo una familia hermosa: mis tres hijos, mi señora Delia, mi suegra y mi perra, que es lo que más amo”, reconoce mientras se le escapa una risa. “Ellos sufren y yo también, pero saben que soy feliz, y eso me hace sentir muy bien”, reconoce.
Su destino de “busca talentos” se lo puso su esposa en el camino, cuando Ricardo tenía 37 años. “Uno de mis hijos había empezado a jugar al fútbol y mi señora me dijo ‘¿por qué no lo llevás a probar?, mirá que juega bien’”, recuerda.
“Yo siempre fui una apasionado del fútbol, e iba a ver partidos de la ‘B’, el torneo de los sábados, seguía mucho a All Boys, que es el club del barrio. Ahí empecé, cuando me encontré con mi amigo Raúl Madoni”, rememora.
Desde sus inicios como seleccionador hasta ahora, junto a distintos grupos de trabajo, vio forjarse a futbolistas consagrados. “Hemos visto pasar a jugadores de la talla de Sorín, Placente, Tévez, Gago, Nicolás Gaitán, Viatri, Cambiasso, Pisculichi, Nicolás Pareja, Carlitos Marinelli, Coloccini”, destaca.
HACIENDO DOCENCIA
Almada se siente orgulloso de pertenecer al “mundo Boca” y de sus mentores. “Tengo la felicidad de estar en el mejor club del mundo, y de seguir aprendiendo de dos maestros como Raúl Madoni y Jorge Griffa”, remarca.
Su ojo clínico y su experiencia le permiten ver más allá cuando observa a un chico moverse con la pelota, pero aclara que en el fútbol no existe un solo descubridor.
“Al jugador de fútbol no lo descubre uno, sino que lo descubrimos todos. Yo tengo la suerte de hacer este trabajo. Después, el chico pasa por distintos técnicos. Están los dirigentes, empleados del club, la gente que está atrás del jugador: los profesores, la psicóloga, los médicos, los dietólogos”, señala.
Lo que busca Almada para Boca Juniors, va más allá de lo futbolístico. “Buscamos al jugador con una técnica depurada, que entienda el juego, que tenga ritmo y agresividad, porque en Boca no alcanza con jugar bien. Hay que tener sentimiento, porque el hincha te lo exige, te lo transmite desde su pasión”, enfatiza.
Y agrega: “hoy, el fútbol se basa en el roce físico, y tenemos que estar preparados, entrenados, educados mentalmente y motivados para generar cosas”.
En ese sentido, resalta que es fundamental brindarle apoyo emocional constante a un chico que se va lejos de su ciudad. “No es fácil irse lejos de la familia y de los amigos, pero también hay que inculcarle al chico que está haciendo lo que le gusta. Hay que mentalizarlo, y darle la posibilidad de seguir creciendo en una competencia sana y honesta”, explica.
Como formador, trata de brindar un mensaje que va más allá de lo futbolístico.
“Uno, medianamente, está haciendo docencia, porque la vida no es solamente una pelota de fútbol. Hay un montón de cosas atrás para generar, por lo menos, una persona honesta y responsable, porque si nos ponemos a pensar, los chicos son el futuro de nuestro país”, reflexiona.
“Buscamos chicos con una técnica depurada, que entiendan el juego, que tengan el ritmo y la pasión que exige el hincha”, remarcó en diálogo con Diario Patagónico. Con 22 años de experiencia, el caza talentos que también trabajó en Argentinos Juniors, guió en sus primeros pasos a estrellas como Sorín, Cambiasso, Tévez y Gago, entre muchos otros.
El Patagónico
Ricardo Alberto Almada, responsable del Departamento de Fútbol Juvenil e Infantil de Boca Juniors, comenzó ayer en Comodoro Rivadavia una serie de evaluaciones que culminará hoy.
A los 59 años, y con 22 de trayectoria en la búsqueda de talentos, Almada confiesa que le han ofrecido en algún momento dirigir planteles de Primera división, pero asegura que su pasión es encontrar pibes con gran futuro.
Ex futbolista (compartió la tercera división y las inferiores de San Lorenzo con el comodorense Víctor Doria, hoy coordinador del fútbol amateur de la CAI), inició su carrera como seleccionador en 1989, en Club Parque. Luego trabajó en Argentinos Juniors y en 1996 llegó a la entidad xeneize.
Se considera un “tipo familiero”, y extraña mucho cada vez que sale a recorrer el país. “Tengo una familia hermosa: mis tres hijos, mi señora Delia, mi suegra y mi perra, que es lo que más amo”, reconoce mientras se le escapa una risa. “Ellos sufren y yo también, pero saben que soy feliz, y eso me hace sentir muy bien”, reconoce.
Su destino de “busca talentos” se lo puso su esposa en el camino, cuando Ricardo tenía 37 años. “Uno de mis hijos había empezado a jugar al fútbol y mi señora me dijo ‘¿por qué no lo llevás a probar?, mirá que juega bien’”, recuerda.
“Yo siempre fui una apasionado del fútbol, e iba a ver partidos de la ‘B’, el torneo de los sábados, seguía mucho a All Boys, que es el club del barrio. Ahí empecé, cuando me encontré con mi amigo Raúl Madoni”, rememora.
Desde sus inicios como seleccionador hasta ahora, junto a distintos grupos de trabajo, vio forjarse a futbolistas consagrados. “Hemos visto pasar a jugadores de la talla de Sorín, Placente, Tévez, Gago, Nicolás Gaitán, Viatri, Cambiasso, Pisculichi, Nicolás Pareja, Carlitos Marinelli, Coloccini”, destaca.
HACIENDO DOCENCIA
Almada se siente orgulloso de pertenecer al “mundo Boca” y de sus mentores. “Tengo la felicidad de estar en el mejor club del mundo, y de seguir aprendiendo de dos maestros como Raúl Madoni y Jorge Griffa”, remarca.
Su ojo clínico y su experiencia le permiten ver más allá cuando observa a un chico moverse con la pelota, pero aclara que en el fútbol no existe un solo descubridor.
“Al jugador de fútbol no lo descubre uno, sino que lo descubrimos todos. Yo tengo la suerte de hacer este trabajo. Después, el chico pasa por distintos técnicos. Están los dirigentes, empleados del club, la gente que está atrás del jugador: los profesores, la psicóloga, los médicos, los dietólogos”, señala.
Lo que busca Almada para Boca Juniors, va más allá de lo futbolístico. “Buscamos al jugador con una técnica depurada, que entienda el juego, que tenga ritmo y agresividad, porque en Boca no alcanza con jugar bien. Hay que tener sentimiento, porque el hincha te lo exige, te lo transmite desde su pasión”, enfatiza.
Y agrega: “hoy, el fútbol se basa en el roce físico, y tenemos que estar preparados, entrenados, educados mentalmente y motivados para generar cosas”.
En ese sentido, resalta que es fundamental brindarle apoyo emocional constante a un chico que se va lejos de su ciudad. “No es fácil irse lejos de la familia y de los amigos, pero también hay que inculcarle al chico que está haciendo lo que le gusta. Hay que mentalizarlo, y darle la posibilidad de seguir creciendo en una competencia sana y honesta”, explica.
Como formador, trata de brindar un mensaje que va más allá de lo futbolístico.
“Uno, medianamente, está haciendo docencia, porque la vida no es solamente una pelota de fútbol. Hay un montón de cosas atrás para generar, por lo menos, una persona honesta y responsable, porque si nos ponemos a pensar, los chicos son el futuro de nuestro país”, reflexiona.