08 septiembre 2008

Gracias ... simplemente: MUCHAS GRACIAS!!!

BOXING CLUB 1 vs BOCA RIO GALLEGOS 5
Boca venció por goleada a Boxing en un partido altamente emotivo. Raúl Becerra la máxima figura del partido abrió la cuenta a los quince segundos de iniciado el partido en una jugada practicada durante la semana y cumplida a la perfección en el partido. En la segunda parte, con el resultado ya igualado y en el mejor momento de Boxing, el albiverde perdió por expulsión a Simoes, generando un tiro libre que Leandro Fernández transformó en gol. De ahí en más Boxing obligado a jugarse en ataque, se expuso a la contra que Boca aprovechó a la perfección, hasta llevar la cuenta a cinco.
Foto Romina Barrientos. Texto: Alfredo Galvez


Se habló tanto, pero tanto en la semana de este partido que hasta tenía cierto temor que en definitiva terminara siendo un fiasco. El último seis de Abril, ya se habían enfrentado por la tercera fecha del torneo, y por ese entonces, al margen de un lapidario cero a cero, aburrieron a todos, por lo que interiormente todos los muchachos se comprometieron a saldar esa deuda en la fecha catorce.
Por eso hoy 7 de Septiembre, siendo las 15 horas, ya están en el campo la terna Arbitral que componen Eduardo Lugo, Mareco y David Rogel. Los 3 vestidos con impecable casaca roja.

Los 22 en campo cumplen con el ritual saludo de todos hacia todos. A Boca le tocó iniciar el partido. Mueve Rodríguez , a su lado Becerra , pitazo de Lugo y arranque , toque , pase corto hacia atrás ( la típica de cualquier partido ) , recibe Lucas Fernández que sin siquiera pararla con cara externa de su pie izquierdo , mete un pase a espaldas del central Cassin ( No menos de 45 metros ) , Becerra que apenas tocó, salió disparado como un rayo , ya esta dentro del área . Claudio Garay, que todavía se ajustaba los guantes lo tiene a Raúl de frente y mano a mano: Derechazo y adentro. Nadie podía ni remotamente haberse imaginado un comienzo así. Sin cumplirse el minuto Boca estaba en ventaja. Imposible hablar de Justicia y menos aun de merecimientos. Pero los fríos y lapidarios números marcaban 1 x 0.
Tragó saliva Boxing, que en su pensamiento inicial era ir a buscar el partido, ahora iba en busca del empate, pero Boca muerde y aprieta en el medio, roba Diego Sandoval, roba Jancich y roba Seba Luna: Simple y sencillo, pases largos para Becerra y el bombardero con su tranco largo y confiado le ganaba a Cassin y en menos de cinco minutos casi “Moja” por segunda vez. Pero arrimando a los 10 Boxing empieza a ganar terreno por la misma inercia que te da la necesidad de ir a buscarlo, sumado al repliegue de Boca que con el resultado en su favor forma una zona media en bloque fuerte y segura.
Jancich por derecha en un trabajo interesantísimo, lo seguía a Yañez y cuando lo largaba aparecía desde atrás Mario Pérez. Leandro por izquierda lo tomaba a Franco Sandoval y por experiencia y presencia le ganaba la mayoría de las veces al juvenil Boxingista .Lucas por izquierda obsesionado con Julián Ojeda en decirle “No pasarás”y lo cierto es que Julián, salvo contadas excepciones, no pudo pasarlo.
Pero Julián no solo es velocidad, desborde y centro.Por el contrario, el pibe es inteligentísimo y tiene una visión distinta del juego y por eso, al saber que por la raya perdía, empezó a buscar en diagonal desde afuera hacia adentro y ahí el que perdía era Fernández, porque lo agarraba a contrapierna y Julián, pasado Fernández, lo encaraba a Correa y le ganaba una y otra vez. Es más, le ganó al bueno de Matías prácticamente toda la tarde.
Boca y su “pressing” en la zona media, fastidiaba y obnubilaba a Boxing, que es sabido, con la pelota, espacios y tiempo para pensar, se hace un festín y encima te pinta la cara.
Pero Boca le robó el pincel y entonces al verdinegro todo le costó el doble.
Yañez por izquierda era asistido con frecuencia, pero a Diego le costaba horrores acomodarse para su perfil derecho por lo que nunca pudo tener un remate claro desde esa posición. En ataque Boca, centro desde la derecha, al corazón del área, manotazo del Tigre, emulando “la mano de Dios”, pero ya es hora que Carlos se convenza que no le sale, porque cada vez que la pone en practica, se gana la amarilla, más allá que la pelota haya en este caso entrado. Con todos estos ingredientes el partido, en buena hora, era abierto y más que entretenido. Los dos se jugaban, uno por dominio (Boxing) y otro apostando a la contra (Boca), por lógica pura entonces Garay y Martínez revalidaban su titularidad bajo los tres palos.
Claudio Garay le ahoga por dos veces a Becerra y ni que hablar de Eduardo Martínez, porque en tres cuarto de cancha y en ataque, el Noni Toledo toma el balón, hace la pausa y le dice a Julián, “Pasá” y Ojeda pasa. Entonces recibe el pase perfecto a ras del piso que lo deja cara a cara, mano a mano con el uno boquense, decide de derecha ponerla abajo, al poste izquierdo de Martínez, pero Eduardo sonríe, porque le adivina la intención y se queda con la pelota. Sonrisa y beso incluido de Eduardo para con Sebastian Luna que minutos más tarde, salva milagrosamente con su pierna derecha, casi sobre la raya lo que a esta altura por merecimiento propio de Boxing, debía ser empate. Pero lo que no tiene nombre ni adjetivos es la atajada descomunal del uno boquense, cuando con un reflejo impresionante y no menos espectacular, vuela hacia su izquierda y le saca el gol que de cabeza ya se disponía a gritar Julián Ojeda.
El pitazo casi inmediato de Don Eduardo Lugo dando fin a la primera parte, obligaba a todos los muchachos de Boca a ir a felicitar a Eduardo Martínez porque de alguna forma era el responsable directo que Boxing se fuera al descanso con las manos vacías.
En el ingreso de los muchachos para el complemento, veo que Alfonso Ruiz reemplaza a “Edu” Aguilar lesionado. Entonces Boxing se acomoda distinto. De Derecha a izquierda va con Ariel Ojeda, Alfonso y Abel Simoes como centrales y Cassín por izquierda.
Pero también presenta un enroque en la zona media, pone a Gustavo Díaz por derecha y Franco Sandoval como “cinco” y fue verdaderamente un acierto, porque Franco encontró su lugar en el mundo o si prefiere, en el partido. De sus pies empezaron a salir estiletazos cruzados e incluso buscando salidas claras por las bandas laterales. Entonces Boxing encontró su rumbo.
Cassin demostrando un estado físico impecable y envidiable, empezó a boicotear el sector derecho de la defensa boquense. Sus incursiones como carrilero empezaron a complicar en demasía a Mario Pérez y Diego Jancich. Y fue justamente Jorge sobre los quince minutos de la etapa, que transformado en atacante encara desde la raya hacia adentro, gambeta, garra y coraje, se suman para dejar tres hombre en el camino y antes que se la quiten, esbozar un toque sencillo para Gustavo Díaz que desde afuera del área y en línea recta, mete un derechazo infernal a media altura que deja sin chance a Martínez y demuestra de esta forma que Eduardo no es invencible y el grito de gol es un desahogo de todo Boxing y su hinchada.
Y “vamos por más carajo” habrá sido el grito de guerra del verdinegro, para mover sus propias fibras, sus propias entrañas, y realmente fueron por más. Pelota y terreno de Boxing, desborde de Julián, centro pasado, la baja el Noni, se duerme un segundo, lo suficiente para que Martínez, despeje con su pie derecho, como un defensor y la mande bien arriba generando una contra a pedir de Boca y de Becerra, obviamente. Raúl le gana la posición a Ruiz, Alfonso le tira un “guadañazo” para tumbarlo, pero lo que no te mata te fortalece, porque Raúl, trastabilla pero no cae y va por Simoes y Abel, termina la obra de Ruiz, cierto es que sin alevosía ni mucho menos, pero la infracción existe. Don Eduardo con su ya reconocida tranquilidad pita la falta, pero no puede ni debe olvidar el golpe tirado por Ruiz, porque Lugo, no sancionó dado que Becerra continuaba con la jugada, aplicando correctamente la ley de ventaja, por lo que una vez que el juego estuvo detenido, Don Eduardo, hizo lo correcto, fue y amonestó a Ruiz y era “cantado” que Abel iba a ver su segunda tarjeta amarilla, por más que todo Boxing, pretendiera cerrarle el paso al árbitro del partido.
Y curiosamente de esta jugada comenzaba la hecatombe para Boxing. Porque Leandro Fernández de zurda con comba y al primer palo de Garay estampa el dos a uno sobre los veinticuatro. Peor aún cuando dos minutos más tarde parte otro pelotazo para Becerra, Raúl que le gana a la inexperiencia de Alfonso y cuando salía Garay lo “sombreréa” y aumenta a tres por uno.
Boxing sicológica y anímicamente se desmoronó, si bien es cierto que mantuvo su buen futbol desde el medio hacia arriba, en su intento de achicar diferencias dejó enormes claros en una defensa que hasta altura estaba quebrada y totalmente expuesta y esto era aprovechado a la perfección por Becerra y el tigre, y Carlos, viejo zorro, puso toda su experiencia al servicio de Boca.
Con Rosales en campo, sobre los treinta y tres, Mauro ratificaba eso de que no hay peor astilla que la del mismo palo, cuando el ex hombre de Boxing, marcaba el lapidario cuatro a uno ante la desazón de los muchachos de Tito Velazquez y Yoni Toledo.
Detallar el quinto es casi un calco del manual de la contra expuesto para este partido por Santiago Rapalín. Peina Ruiz, la toma Becerra semi volcado por izquierda tres trancos en línea recta, salida presurosa de Claudio Garay, el arquero que queda a medio camino ante la gambeta del goleador y figura de la tarde, quien de derecha sella el quinteto, para gozar y soñar.
Eduardo Lugo, a mi gusto (criticable mi opinión si Ud. quiere) de excelente labor, marca el final, sin adicionar nada, porque sensato el hoy vestido de rojo, considera con atino, que no valía la pena exponer a alguna pierna fuerte que pudiera marcar una roja innecesaria.
Fiesta boquense con sabor a liderazgo de torneo. Boxing obviamente es la cara opuesta y su tristeza es entendible.
Boca sin un juego vistoso, ni paladar negro, fue la síntesis de un libreto perfectamente estudiado y mejor ejecutado. Simple, práctico y efectivo. Boxing “murió” con la suya, intentando siempre jugar, poniendo la pelota al piso y tocando. El ganador tuvo en Raúl Becerra al mejor exponente del partido, por goles, juego y presencia.
Boxing, aunque de a ratos lo supo disimular, extrañó muchísimo a Mario Surita en el fondo, a Maidana en el medio y a Mariano Matus arriba.
El xeneize le hizo cinco al ABC, el mismo número que por mera coincidencia acusa en la tabla como diferencia en puntos sobre su escolta. Me voy de la cancha segurísimo de que la deuda firmada en abril, este domingo soleado de Septiembre ha sido saldada con creces.
A los dos, a Boxing y a Boca, por todo lo brindado este domingo, al menos de mi parte, GRACIAS … SIMPLEMENTE, MUCHAS GRACIAS.