28 septiembre 2008

Un lugar llamado Fuerte Apache

FERROCARRIL YCF 3 vs BOXING CLUB 2
Ferro haciéndose fuerte de local derrotó a Boxing por tres a dos en un partido jugado más con el corazón que con la cabeza. Un tiempo para cada uno, con un Boxing que lo supo dar vuelta en el marcador, pero no supo cuidarlo. En el mejor momento de Boxing, un error de Garay posibilitó el empate del carbonero, que aprovechó el quiebre anímico del verdinegro y lo terminó ganando merecidamente con un penal convertido por el Piojo Arias a siete del final. Dos goles anulados a Ferro en la primera parte serán seguramente la polémica de la semana. Lo más destacable de todo, es que ambos, en todo momento, lo quisieron ganar.

Todo lugar era bueno para pasar la tarde: La ría, el centro, Guer Aike o hasta algún camping cercano (Aunque muchos no abundan por estos pagos).Lo cierto es que el clima curiosamente empeñado en equivocarse seguido, nos regala un domingo de verano. Sol a pleno, calor, con el viento que parece haber emigrado a otras latitudes, y yo con mi mate presto a disfrutar, de la tarde y del partido, porque ya estoy cómodamente sentado a la espera de este Ferro – Boxing, que promete, al menos en la previa, ser el partido de la fecha. Ambos equipos en la cancha, con un David Rogel vestido de rojo, al igual que sus asistentes, Cejas y Velasco. El sorteo y el cambio de terreno, me dan la pauta, que aquí no existe eso de tribuna visitante detrás del arco, cosa que el local termine el encuentro con su propia hinchada a sus espaldas.
Ferro larga el partido hacia el arco de la calle Mendoza. Retornos y ausencias en el Boxing: Abel Simoes, Julián Ojeda y Jorge Cassin (este obligado por el tribunal) no son de la partida. Mariano Matus con la nueve en la espalda, de regreso después de prolongada ausencia por lesión va desde el arranque. Por lo tanto la visita va en el fondo con Barrientos, los hermanos Surita (Mario y Cristian) como centrales, y cambiado de lateral, por izquierda Ariel Ojeda.
Maidana, Díaz y Toledo, acompañados de cerca por Triviño y arriba, el pibe Vázquez junto al ya mencionado Matus.
El local con Diego Ludueña en el arco. Diego Ojeda, Guerrero, Vázquez y Rondan los encargados de marcar en el fondo. Tejada, Andrés Vega y el piojo Arias, con cinta de capitán incluida por la zona media.
Filpe, Lucas Calbucura y Seba Mascareño para lidiar en ataque.
Y para Ferro el pitazo de Rogel significó “Vamos carajo!!” Porque se plantó en campo de Boxing de una. Siempre hablando de fútbol, le faltó el respeto a Boxing, y se fue en busca de Garay.
Rápido de piernas y más aun de cabeza, aparecía Filpe por derecha, por el centro un enchufado y entusiasta Calbucura corría hasta las palomas, y habilidoso y sutil por izquierda Mascareño.
El trío, empezó a desnudar falencias en la última línea boxinguista. Seis minutos de juego de un tiro libre desde la derecha, encuentra la no casual aparición desde el fondo de Guillermo Vázquez, que Claudio Garay rápido de reflejos evita con un manotazo hacia su izquierda que se cuele en el arco, pero en el despeje aparece Sebastian Filpe de cabeza para mandarla al fondo de la red, claro que cuando Seba se prestaba al festejo, ve de frente el banderín en alto de Cejas, que correctamente invalidaba la conquista por posición adelantada del hoy número siete.
Pero era un llamado de atención para la visita, porque Ferro era más y por lógica se venía sobre las barbas de Garay
En el medio Tejada y Vega metían muchísima presión, a la que se sumaba la de Vázquez que subía un par de metros, y entonces el carbonero ahogaba en la zona media a Boxing. Gustavo Díaz sin pelota no es el mismo, y encima hay que reconocer que Gusti no esta pasando su mejor momento futbolístico y eso evidentemente el verdinegro lo siente. Superado Maidana por derecha, Toledo no aparecía en el partido y al Noni no le pidas marca. Si a eso le agregás que el piojo y Filpe estaban enchufadísimos, por decantación pura el local merecía la conquista lisa y llanamente. Sobre los quince lectura perfecta del juego por parte de Filpe, ve la diagonal que tira Arias, dentro del área burla la marca con quiebre de cintura y se la da a Mascareño diciéndole “Hacelo Seba” pero el número once lo pierde en el mano a mano que le propone Garay y el número uno vuelve a salvar a Boxing. Pero a veces la revancha está a la vuelta de la esquina, porque sobre los veintiséis se genera un tiro libre a favor del carbonero, y Mascareño se perfila para su zurda.. Veinticinco metros ligeramente volcado sobre la derecha es la distancia hacia el arco. Claudio pide cuatro en la barrera. “Pone los que quieras”, contesta Sebastián, que con toque maestro con comba incluida la cuelga en el ángulo izquierdo de Garay en un intento imposible de evitar la caída de su arco. Abrazo festivo de Mascareño, con Pepe Ludueña en las inmediaciones del banco. Y Ferro estaba arriba por merecimiento propio. Casi le dura nada el festejo al local, porque a menos de un minuto Mariano Matus, le pega con destino a red, pero la pelota increíblemente pasa a centímetros del poste izquierdo del arquero Diego Ludueña. Ferro siguió siendo mucho más, y Boxing solo esbozaba algún ataque esporádico, sin convicción, o esperando que se equivoque el rival, y justamente sobre los cuarenta, se equivoca Ludueña al salir en lo alto, la pelota queda en las cercanías, remate con destino de gol, y Guerrero casi sobre la línea salva el empate, que a esta altura hubiera sido inmerecido. Pero solo eso, porque Ferro fue por más, primero un pelotazo de Arias para la entrada de Calbucura, que gana en la salida Garay. Después el mismo Lucas, por derecha, gana por convicción y por corajudo, se la deja a Filpe, este que la cambia para la entrada de Mascareño, y aparece la pierna salvadora de Mario Surita para mandar al corner. Y llega el minuto cuarenta y tres y se enciende la polémica. Corner desde la derecha, varios que saltan pero gana en el área Vázquez, su cabezazo lleva destino de gol, pero encuentra a Filpe, tomando mate con Garay, en una clara posición adelantada, derechazo del pelilargo hombre de Ferro y la manda a guardar, miro de reojo al línea, Sr. Cejas, que sale disparado hacia el centro del campo, convalidando el tanto, pero Rogel, a un metro de la jugada, levanta su mano, en clara seña de posición adelantada, y aunque el banco, la hinchada y todo Ferro proteste, Rogel no se equivoca, la posición adelantada era clara y evidente (Aclaro, yo estoy en privilegiada posición para asegurarlo) Quien si se equivoca y permítame la frase: Groseramente. Es el asistente, que no puede no ver ese offside .Pero acá vale aclarar, que quien decide, en toda circunstancia, es el árbitro principal, puede, ante su duda apoyarse en el asistente, pero en este caso Rogel, tomó la decisión correcta, invalida un tanto que estaba viciado de nulidad.
Fin de la primera parte, y mientras tomaba sol a pleno, pensaba, si Ferro jugara de esta forma con más regularidad le estaría peleando los primeros puestos a cualquiera, “en la segunda, seguro Boxing no pasa de la mitad de la cancha….”
Pero acostumbrado ya a andar siempre a contramano, y equivocarme en mis pronósticos seguido. Me encuentro, primero con un cambio táctico y urgido de necesidad, a la cancha Yañez en reemplazo de un marcador lateral (Barrientos) dejando en claro la posición de Boxing para los segundos cuarenta y cinco minutos. Algo le habrá dicho Tito Velazquez a los muchachos, obvio, pero principalmente al Noni Toledo, que así como no gravitó, en la primera, fue imparable en la segunda.
Se recostó bien a la izquierda en tres cuartos del campo rival. Gustavo Díaz, sin brillar ni mucho menos, empezó con mucho amor propio a acompañar y a triangular, a veces con Yañez, otras con Ariel Ojeda que se empezó escalar por su sector. El pibe Vázquez, timorato en el primer tiempo, se soltó en la segunda parte y Ferro, se olvidó del buenísimo primer tiempo que tuvo, y empezó a replegarse peligrosamente. Y empiezo a anotar, una tras otras las llegadas clarísimas de gol del verdinegro. Sobre los ocho la toma Toledo, se le va a la marca de Tejada encara por el medio, Vázquez le marca la diagonal, y el Noni le sirve el, pase gol, pero Ludueña, enorme, le ahoga el grito de gol al pibe a no menos de tres metros del arco. Sobre los doce, otra del Noni, con caño incluido, pase para Ojeda que sorprende en ataque, se escapa pegadito a la raya de meta, le mete en centro “exacto” para la palomita de Maidana, que con parietal derecho la desvía, pero encuentra a Ludueña bajo los tres palos para asegurar por ahora el resultado. Ahora es Ferro el que se planta de contra, Filpe por izquierda, un amague, otro, combina con Arias, que de frente casi pisando el área, le mete de derecha y la pelota pasa rozando el poste de Garay
Pero a pesar de la contra era más Boxing, mucho más, Tejada no podía con Toledo, y cada vez que el Noni se hacía de balón, le hacía un lío bárbaro a la defensa carbonera. Minutos dieciséis, la toma otra vez el diez verdinegro, otra vez a pura gambeta y desfachatez, apila por izquierda, otro centro rasante, ahí, al corazón del área, y esta vez cambiamos de receptor, aparece Matus, para desviarla y cambiarle el palo a Ludueña, para gritar el empate tan buscado como merecido.
Ya no era raro entonces, ver a Yañez entrar solo, sin marcas por derecha, pero Diego le yerra a la pelota y dilapida otra oportunidad. Veintitrés por reloj, Ferro y sus problemas en su sector derecho, desnudados en la segunda parte, Toledo mete otro estiletazo, ahora es en busca de la diagonal que tira Matus, encara hacia el arco, Ludueña esboza un achique, Mariano, toca suave, a la izquierda y abajo del buen arquero de Ferro y Boxing, pasa a ganar el partido. Ferro no consigue la pelota, pero va al frente con corazón más que con juego, pero es tan valido como el futbol mismo.
Primero prueba un furibundo remate Vega, que la humanidad de un defensa de Boxing evita lo que llevaba destino de gol, después casi sobre los veintiséis, Perreta, ingresado para buscar más arriba, no da por perdida una pelota por derecha y a pulmón la gana, y a pulmón mete un centro, y Filpe se eleva, con ganas, con convicción, y lo que parece fácil para Garay, se hace un tormento para todo Boxing, cuando la pelota se le escurre entre las dos manos de Claudio que con angustia ve como la pelota se cuela en el fondo de su arco, y es empate, y es euforia carbonera, y es desazón y desconcierto del verdinegro.
Ferro empataba el partido en el mejor momento de Boxing la visita sintió el simbronazo y Pepe Ludueña, viejo zorro en esto lo percibió, y mando a sus muchachos al frente. Poco le importó a Ferro que Vázquez se perdiera el tercero con un puntazo que pasó cerca de Ludueña, siguió yendo al enfrente, y a veces el que busca encuentra, centro desde la derecha, la mano de Surita, imposible de no ser vista por Rogel, que marca pena máxima, que el piojo Arias, canjea por gol, y ahora manda Ferro tres a dos. Boxing, intentó, claro, ahora sin orden, Ferro volvió de contra y Filpe dejó a Tejada en inmejorable posición para gritar cuarteto, pero no pudo. Con tres de adicional, y con la hinchada local haciéndose escuchar a puro silbido para que Rogel lo terminara, desató su alegría, con el silbato final. Me voy del Aníbal Rey Méndez, a veces no te encontras con partidos exquisitos, porque este no lo fue, pero tuvo los ingredientes necesarios, para que uno, amante de la redonda, se vaya con una sonrisa. Hubo entrega, garra y muchas ganas de los dos por ganarlo. Cinco goles para un resultado cambiante hablan por si solos de un partido emotivo.
Boxing, creo, con este resultado le dice adiós al campeonato, ahora pondría proa hacia la liguilla. Ferro saca pecho y disfruta, en su casa se hace fuerte, imposible cambiarle el nombre al estadio, sería hasta irrespetuoso de mi parte, pero solo por hoy y solo en este escrito, permítame decirle que Boxing, visitó a Ferro en su “FUERTE APACHE”