ZONA 2 – EL CONDOR 0 vs BOCA RIO GALLEGOS 4
Boca sigue su marcha en pos de un objetivo claro: Clasificar a la próxima fase del Torneo del Interior 2009.Su viaje al Aníbal Rey Méndez, visitando al Cóndor, no pudo ser mejor, porque no siempre se puede conjugar las famosas tres “G” Gustar, ganar y golear. El “Tigre” Rodríguez, Ariel D´Augero en dos ocasiones y Leandro Fernández dieron por tierra todo intento de El Cóndor, que fue superado ampliamente en todo el encuentro por un equipo que jugó en todas sus líneas exageradamente bien.
Fotos: Romina Barrientos. Texto: Alfredo Galvez.
Después de tanto viento sufrido el sábado, venir al Rey Méndez, cerca de las tres de la tarde bajo una suave pero pertinaz llovizna, es casi un bálsamo para quienes tenemos pasión por el fútbol nuestro de cada día.
El público no es el mismo que otras jornadas, por el contrario, es significativamente inferior a otros encuentros, pero poco le importa a esta “barra bullanguera” que apostada detrás del arco que da hacia la Avenida Balbín, ha colgado sus “trapos” desde muy temprano y alienta que te alienta poniéndole el colorido necesario a la plomiza tarde santacruceña.
Omar Lugo, flanqueado por Eduardo Lugo y Mariela Puche, sus asistentes, minutos antes de las tres de la tarde chequean que todo este en orden para el comienzo del encuentro. Poco le importó al xeneize que Cóndor tomara la primera pelota cuando Don Omar pitó el inicio, porque a menos de treinta segundos Boca no solo la había recuperado, sino que ponía a D´Augero de cara a Salomón, que marca el primer “revolcón” de Maxi, ganador en este caso, de la primera bola cerca de su área.
Un botón basta de muestra, dicen por ahí, porque ese primer pelotazo, fue el inicio de un dominio visitante, que a lo largo del encuentro se fue convirtiendo en abrumador.Boca ponía en campo exactamente el mismo once de hace siete días. Cóndor mandaba a Rubén Ruiz como marcador lateral izquierdo, solo unos metros más arriba aparecía Diego Ojeda, con la clara intención de Juan Díaz de cortar el circuito que por derecha generan Lucas Ceballos, como clásico “ocho” y las permanentes subidas por ese lateral de Manchafico. Reaparecido el Dani Cabrera intentaban con Paredes y Maxi Larralde, junto a Cristian Ojeda hacer un bloqueo por la zona media. Los centrales en defensa recaían en Gironi y José Luis Díaz mientras que por derecha la marca como ante Boxing le correspondía a Miguel Cárcamo. Solitario, casi como un “quijote” Alejandro Copeckzny tenía la heroica de luchar con el cuarteto defensivo boquense. Pero a Don Santiago Rapalín, más le importa lo que puedan generar sus muchachos, que cualquier planteo que el rival pueda ponerte en campo. Y al equipo de la mueblería, solo le duró diez minutos el planteo de tener a Boca lo más lejos posible de su arco.
Tiro libre en ataque por derecha para el xeneize. Como toda pelota detenida la zurda de Leandro Fernández es la encargada de meterla a la zona caliente rival. Parte el disparo, pelota a media altura, la suficiente para que el “Tigre” llegue justo a poner el parietal izquierdo, cambiar el recorrido de la redonda, para que la “caprichosa” número cinco, coquetee en la red del arco de Salomón, para que Boca abra el partido.
No puedo decir que Cóndor jugaba mal, simplemente porque Boca no le permitía jugar, el xeneize ganaba en cada rincón y en cada lugar de la cancha. Sumándole a su despliegue, triangulación con la pelota al piso y los muchachos de la mueblería llegaban a destino cuando la pelota ya había partido hacia otro sector.
Y D´Augero ganaba por izquierda, el “tigre” se movía como pez en el agua en su función de nueve y los tiros de esquina empezaban a sumarse uno tras otro a favor de la visita.
Quince minutos, Lugo marca corner desde la derecha en el ataque de Boca, como siempre Leandro para ejecutar y para desazón de El Cóndor, Leandro y su zurda hoy andan afiladísimos. Y parte el disparo, viene cerrado y se cierra más a medida que vuela hacia el área y cuando por fin llega aterriza dentro del arco del “Rey” Salomón, ¿¿Olímpico?? Por todos los abrazos que van en busca de Leandro, deduzco que si, pero más tarde me enteraría que oficialmente para la planilla quedaría registrado para Ariel D´Augero que para mi gusto ni la tocó, pero que importa eso si todo Boca festeja, porque cumplido el primer cuarto de hora está arriba en el marcador por dos a cero.
Y como pregunta el cura de mi barrio en las misas del domingo… “Es justo y necesario???” Y si padre..Es justo porque Boca es mucho más que su rival, y es necesario porque el xeneize quisiera clasificar hoy mismo, pero lo primero que tiene que cumplir es sumar los tres puntos que están en juego.
Cóndor va por inercia en busca de adelantarse unos metros en campo, y tras un centro desde la derecha, encuentra en la cabeza de Copeckzny que se eleva entre los centrales de Boca y la pelota da en el horizontal y ante un vencido Martínez que veía como se le iba al diablo su arco invicto, la caprichosa da un bote a tierra, le guiña un ojo a Eduardo para que siga sumando minutos en “cero” y aunque los muchachos de el Cóndor griten al unísono “gol”, la señora Mariela Puche, asiste a la perfección a don Omar, confirmando que la pelota no ingresó y seguimos dos por cero.
Y pasado el susto vamos por más dijo el “Tigre” que bajando unos metros cerca de zona media le mete un pelotazo perfecto a Ceballos que ingresa al área por izquierda, le mete de derecha buscando el poste zurdo de Salomón, pero Maxi le gana el mano a mano a Lucas en lo que podía ser el tercero de Boca. D´Augero se lo pierde en una infructuosa palomita, Lucas Fernández en cada corner aparecía en el primer palo y sorprendía a la defensa de el Cóndor que buscaba a los más altos, y te aparecía el “seis” para sorprender a los azules.
A esta altura del encuentro, Flavio Márquez con un imán en sus botines, se apoderaba de todas las pelotas en la zona media y las que no, pasaban a ser propiedad de Sandoval Diego y el “salteño” abastecían a Leandro Fernández y Lucas Ceballos que nunca tenían posición fija por lo que el medio campo de Cóndor se desdoblaba por contener a Boca, en una tarea no solo difícil sino que rondaba lo imposible.
Poco cambió en la segunda fracción, por el contrario, si tuviera que marcar una diferencia fue simplemente que la visita hoy vestida de amarillo, redoblaba su apuesta en ataque y a pesar del ingreso de Settembrino para conseguir mayor volumen de juego por parte de El Cóndor el xeneize dominaba a voluntad. Cumplido el minuto siete, un nuevo corner para Boca desde la derecha permite que Leandro Fernández, confirme que por algo es el dueño de la pelota en cada balón detenido, porque la tira cerrada, su hermano Lucas va al primer palo, la deja pasar, y su amague descoloca a Salomón que por tercera vez en la fría tarde de Gallegos va a buscar la redonda de entre los piolines confirmando que Boca ahora suma tres contra nada de su rival.
Juan Díaz refuerza su zona defensiva con el ingreso de Franco Pagola por izquierda, como bienvenida y para entrar en calor, cae fulminado acusando un golpe de D´Augero que tanto Don Omar Lugo como su asistente Mariela Puche desestiman totalmente, sumado a que desde mi posición nunca vi falta alguna. Y justamente Pagola es el encargado de cometer penal, por tomar dentro del área a un rival, que Lugo nunca dudó en sancionar, para que D´Augero con cara interna de su botín derecho cambiándole el palo a Salomón, en un “replay” de la ejecución por eso de la invasión del terreno, pusiera al hoy “Submarino Amarillo” con cuatro goles en su haber. El resultado y la evolución permanente de la visita en campo contrario, le permitían a Don Rapalín, permitirse modificar los puntas, por lo que ya estaban en campo tanto Espeche como Raúl Becerra, y Fabián le metía velocidad, gambeta y picardía, mientras que Raúl pisaba el área en lo que uno predecía que en cualquier momento llegaba el quinto.
Los últimos diez minutos fueron un monopolio exclusivo de Boca, toque y más toque con algo que ya no es nuevo ni lo vamos a descubrir en este escrito, pero si no podemos no reiterarlo. La diferencia física que impone Boca es ABISMAL, y cada partido que pasa pareciera que esa brecha física entre este equipo y su rival de turno se agigantara más. Omar Lugo, de un arbitraje al menos para mi gusto, impecable. en el minuto cuarenta y cinco determinó el final. No valía la pena adicionar absolutamente nada.
Me voy del Aníbal Rey Méndez, bajo una persistente llovizna, Boca ha ganado y ha cumplido con el objetivo de los tres puntos, lo veo de menor a mayor, su clasificación depende pura y exclusivamente de Boca, aunque también sabe que de no mediar un triunfo de Boxing en la tarde noche de hoy ante Júpiter, llegaría a su encuentro de la próxima semana con la clasificación en el bolsillo.
Mientras tanto se va de Ferro con la sonrisa a pleno y cantando bajo la lluvia, porque sabe a ciencia cierta que hoy las tres “G”, esas de Ganar, Gustar y Golear, han sido sinónimo de Boca.
Boca sigue su marcha en pos de un objetivo claro: Clasificar a la próxima fase del Torneo del Interior 2009.Su viaje al Aníbal Rey Méndez, visitando al Cóndor, no pudo ser mejor, porque no siempre se puede conjugar las famosas tres “G” Gustar, ganar y golear. El “Tigre” Rodríguez, Ariel D´Augero en dos ocasiones y Leandro Fernández dieron por tierra todo intento de El Cóndor, que fue superado ampliamente en todo el encuentro por un equipo que jugó en todas sus líneas exageradamente bien.
Fotos: Romina Barrientos. Texto: Alfredo Galvez.
Después de tanto viento sufrido el sábado, venir al Rey Méndez, cerca de las tres de la tarde bajo una suave pero pertinaz llovizna, es casi un bálsamo para quienes tenemos pasión por el fútbol nuestro de cada día.
El público no es el mismo que otras jornadas, por el contrario, es significativamente inferior a otros encuentros, pero poco le importa a esta “barra bullanguera” que apostada detrás del arco que da hacia la Avenida Balbín, ha colgado sus “trapos” desde muy temprano y alienta que te alienta poniéndole el colorido necesario a la plomiza tarde santacruceña.
Omar Lugo, flanqueado por Eduardo Lugo y Mariela Puche, sus asistentes, minutos antes de las tres de la tarde chequean que todo este en orden para el comienzo del encuentro. Poco le importó al xeneize que Cóndor tomara la primera pelota cuando Don Omar pitó el inicio, porque a menos de treinta segundos Boca no solo la había recuperado, sino que ponía a D´Augero de cara a Salomón, que marca el primer “revolcón” de Maxi, ganador en este caso, de la primera bola cerca de su área.
Un botón basta de muestra, dicen por ahí, porque ese primer pelotazo, fue el inicio de un dominio visitante, que a lo largo del encuentro se fue convirtiendo en abrumador.Boca ponía en campo exactamente el mismo once de hace siete días. Cóndor mandaba a Rubén Ruiz como marcador lateral izquierdo, solo unos metros más arriba aparecía Diego Ojeda, con la clara intención de Juan Díaz de cortar el circuito que por derecha generan Lucas Ceballos, como clásico “ocho” y las permanentes subidas por ese lateral de Manchafico. Reaparecido el Dani Cabrera intentaban con Paredes y Maxi Larralde, junto a Cristian Ojeda hacer un bloqueo por la zona media. Los centrales en defensa recaían en Gironi y José Luis Díaz mientras que por derecha la marca como ante Boxing le correspondía a Miguel Cárcamo. Solitario, casi como un “quijote” Alejandro Copeckzny tenía la heroica de luchar con el cuarteto defensivo boquense. Pero a Don Santiago Rapalín, más le importa lo que puedan generar sus muchachos, que cualquier planteo que el rival pueda ponerte en campo. Y al equipo de la mueblería, solo le duró diez minutos el planteo de tener a Boca lo más lejos posible de su arco.
Tiro libre en ataque por derecha para el xeneize. Como toda pelota detenida la zurda de Leandro Fernández es la encargada de meterla a la zona caliente rival. Parte el disparo, pelota a media altura, la suficiente para que el “Tigre” llegue justo a poner el parietal izquierdo, cambiar el recorrido de la redonda, para que la “caprichosa” número cinco, coquetee en la red del arco de Salomón, para que Boca abra el partido.
No puedo decir que Cóndor jugaba mal, simplemente porque Boca no le permitía jugar, el xeneize ganaba en cada rincón y en cada lugar de la cancha. Sumándole a su despliegue, triangulación con la pelota al piso y los muchachos de la mueblería llegaban a destino cuando la pelota ya había partido hacia otro sector.
Y D´Augero ganaba por izquierda, el “tigre” se movía como pez en el agua en su función de nueve y los tiros de esquina empezaban a sumarse uno tras otro a favor de la visita.
Quince minutos, Lugo marca corner desde la derecha en el ataque de Boca, como siempre Leandro para ejecutar y para desazón de El Cóndor, Leandro y su zurda hoy andan afiladísimos. Y parte el disparo, viene cerrado y se cierra más a medida que vuela hacia el área y cuando por fin llega aterriza dentro del arco del “Rey” Salomón, ¿¿Olímpico?? Por todos los abrazos que van en busca de Leandro, deduzco que si, pero más tarde me enteraría que oficialmente para la planilla quedaría registrado para Ariel D´Augero que para mi gusto ni la tocó, pero que importa eso si todo Boca festeja, porque cumplido el primer cuarto de hora está arriba en el marcador por dos a cero.
Y como pregunta el cura de mi barrio en las misas del domingo… “Es justo y necesario???” Y si padre..Es justo porque Boca es mucho más que su rival, y es necesario porque el xeneize quisiera clasificar hoy mismo, pero lo primero que tiene que cumplir es sumar los tres puntos que están en juego.
Cóndor va por inercia en busca de adelantarse unos metros en campo, y tras un centro desde la derecha, encuentra en la cabeza de Copeckzny que se eleva entre los centrales de Boca y la pelota da en el horizontal y ante un vencido Martínez que veía como se le iba al diablo su arco invicto, la caprichosa da un bote a tierra, le guiña un ojo a Eduardo para que siga sumando minutos en “cero” y aunque los muchachos de el Cóndor griten al unísono “gol”, la señora Mariela Puche, asiste a la perfección a don Omar, confirmando que la pelota no ingresó y seguimos dos por cero.
Y pasado el susto vamos por más dijo el “Tigre” que bajando unos metros cerca de zona media le mete un pelotazo perfecto a Ceballos que ingresa al área por izquierda, le mete de derecha buscando el poste zurdo de Salomón, pero Maxi le gana el mano a mano a Lucas en lo que podía ser el tercero de Boca. D´Augero se lo pierde en una infructuosa palomita, Lucas Fernández en cada corner aparecía en el primer palo y sorprendía a la defensa de el Cóndor que buscaba a los más altos, y te aparecía el “seis” para sorprender a los azules.
A esta altura del encuentro, Flavio Márquez con un imán en sus botines, se apoderaba de todas las pelotas en la zona media y las que no, pasaban a ser propiedad de Sandoval Diego y el “salteño” abastecían a Leandro Fernández y Lucas Ceballos que nunca tenían posición fija por lo que el medio campo de Cóndor se desdoblaba por contener a Boca, en una tarea no solo difícil sino que rondaba lo imposible.
Poco cambió en la segunda fracción, por el contrario, si tuviera que marcar una diferencia fue simplemente que la visita hoy vestida de amarillo, redoblaba su apuesta en ataque y a pesar del ingreso de Settembrino para conseguir mayor volumen de juego por parte de El Cóndor el xeneize dominaba a voluntad. Cumplido el minuto siete, un nuevo corner para Boca desde la derecha permite que Leandro Fernández, confirme que por algo es el dueño de la pelota en cada balón detenido, porque la tira cerrada, su hermano Lucas va al primer palo, la deja pasar, y su amague descoloca a Salomón que por tercera vez en la fría tarde de Gallegos va a buscar la redonda de entre los piolines confirmando que Boca ahora suma tres contra nada de su rival.
Juan Díaz refuerza su zona defensiva con el ingreso de Franco Pagola por izquierda, como bienvenida y para entrar en calor, cae fulminado acusando un golpe de D´Augero que tanto Don Omar Lugo como su asistente Mariela Puche desestiman totalmente, sumado a que desde mi posición nunca vi falta alguna. Y justamente Pagola es el encargado de cometer penal, por tomar dentro del área a un rival, que Lugo nunca dudó en sancionar, para que D´Augero con cara interna de su botín derecho cambiándole el palo a Salomón, en un “replay” de la ejecución por eso de la invasión del terreno, pusiera al hoy “Submarino Amarillo” con cuatro goles en su haber. El resultado y la evolución permanente de la visita en campo contrario, le permitían a Don Rapalín, permitirse modificar los puntas, por lo que ya estaban en campo tanto Espeche como Raúl Becerra, y Fabián le metía velocidad, gambeta y picardía, mientras que Raúl pisaba el área en lo que uno predecía que en cualquier momento llegaba el quinto.
Los últimos diez minutos fueron un monopolio exclusivo de Boca, toque y más toque con algo que ya no es nuevo ni lo vamos a descubrir en este escrito, pero si no podemos no reiterarlo. La diferencia física que impone Boca es ABISMAL, y cada partido que pasa pareciera que esa brecha física entre este equipo y su rival de turno se agigantara más. Omar Lugo, de un arbitraje al menos para mi gusto, impecable. en el minuto cuarenta y cinco determinó el final. No valía la pena adicionar absolutamente nada.
Me voy del Aníbal Rey Méndez, bajo una persistente llovizna, Boca ha ganado y ha cumplido con el objetivo de los tres puntos, lo veo de menor a mayor, su clasificación depende pura y exclusivamente de Boca, aunque también sabe que de no mediar un triunfo de Boxing en la tarde noche de hoy ante Júpiter, llegaría a su encuentro de la próxima semana con la clasificación en el bolsillo.
Mientras tanto se va de Ferro con la sonrisa a pleno y cantando bajo la lluvia, porque sabe a ciencia cierta que hoy las tres “G”, esas de Ganar, Gustar y Golear, han sido sinónimo de Boca.