11 febrero 2009

“Para ser mujer árbitro hay que tener valentía, coraje y temple”

MARIELA PUCHE
Valentía, coraje y temple, de esa manera se pueden hacer muchas cosas, por eso las mujeres también pueden ser árbitros”, le aseguró a La Prensa de Santa Cruz Mariela Puche Runil, quien formó parte de la terna arbitral de Río Gallegos que el domingo pasado dirigió el partido entre Estrella del Sur y Jorge Newbery, por el Torneo del Interior.
La Prensa de Santa Cruz

“Es bueno ser segundo línea. Me entusiasmó porque me gusta y por eso quise ser árbitro. Estoy con buenos compañeros que tienen experiencia y que es lo mejor para mi, porque a veces salimos con gente que tiene el mismo tiempo que nosotros, pero con menos experiencia”, dijo la mujer, madre de cuatro hijos adolescentes y con otra actividad laboral.
Sos ama de casa, esposa y además tenés otro empleo. ¿Cómo es tu preparación para dirigir partidos todos los fines de semana?
“Todos los días salgo a entrenar. Salimos a hacer cambios de ritmo y otro tipo de entrenamiento todos los martes y jueves. También aparte de ser árbitro trabajo doce horas diarias. Tratamos todos los días de estar en ritmo para no perder estado físico y llegar bien al fin de semana”.
¿Tenés conciencia que es una terna con perfume de mujer?
“Si (y sonrié) y soy conciente. Gracias a Dios conozco a mis compañeros y siempre me apoyan y previenen de los peligros. Siempre estamos atento a todo eso”.

¿Cómo fueron tus comienzos en el arbitraje?
“Hace cuatro o cinco años empecé a arbitrar. Jugué mucho tiempo al fútbol y además me gusta mucho el fútbol. Me aboqué de lleno, a pesar que habían pocas posibilidades. Para una mujer es más difícil, pero no imposible. Es difícil aprenderse el reglamento, entrar a la cancha y aprender muchas cosas teóricas sobre todo. Siempre traté de llegar y mi objetivo era estar en un torneo Argentino, pero nunca pensé que me iba a designar tan pronto. Es un privilegio para mi estar en este certamen”.
¿Tu familia cómo se compone y cómo tomaron tu decisión?
“Mi marido y cuatro hijos. Dos varones: de 18 años y 14 y dos nenas de 16 y de 11. Además de mi mamá que viven en Río Gallegos. Mi mamá no entiende mucho de fútbol, pero acompañaron mi decisión, al igual que mi familia. Cuando pueden me acompañan a la cancha y además mi mamá no va mucho a la cancha porque no le gusta la agresión verbal a mi persona. Por eso los partidos lo escuchan por radio”.
¿Cuál es la anécdota que más recordas?
“Si, hace poco en El Calafate en el mes de noviembre. Estuvimos viernes, sábado y domingo arbitrando partidos. Me tocó que en un equipo que no creía que iba a ganar, ganaron y uno del banco de suplentes, de la emoción que tenía vino a quererme a abrazar y darme un beso. Eso me sorprendió y me llamó la atención”.
¿Cual es tu mensaje para aquellas mujeres que quieren ser árbitro y no se animan?
“Que se animen. Esto no es solamente para hombres, sino que hay que tener temple, coraje, actitud y personalidad sobre todo para las mujeres. Y sobre todo dentro del campo de juego, porque uno se enfrenta con gente que tiene carácter distinto. Uno se enfrenta con gente que si bien los conoces a nivel local, en el partido es otra cosa. En el torneo Argentino uno se enfrenta a jugadores que no conoces, más allá que uno puede tener referencias. Ninguna mujer se atreve por miedo al insulto y a recibir gritos. El insulto para una mujer lastima bastante, pero yo ya estoy acostumbrada”.
¿Cuántos partidos del argentino vas dirigiendo?
“Tres partidos estuve como primer y segundo asistente. Todavía no fui árbitro, pero nos esforzaremos para el día de mañana poder dirigir. Pero ese es mi objetivo, creo que este primer paso es importante”.
¿Cómo te preparaste para el partido entre Estrella del Sur y Jorge Newbery?
“Hay que estar atento, trabajar para colaborar mucho con el árbitro y cuando ingreso se a la perfección cuál es mi función”.
¿Cuál es tu opinión sobre la violencia en el fútbol?
“Todavía no he vivido situaciones criticas. Ahora aprendo de mis compañeros, que gracias a Dios ellos la tienen. Me hace bien venir con ellos y aprender. Experimento cómo es la justicia que imparten. Trató de sacar lo mejor para aprender. Pero un árbitro se puede equivocar siempre, por eso es humano. Yo trato equivocarme muy poco y no en mucho”.
¿En Río Gallegos sos la única mujer árbitro?
“Soy la única mujer. He dirigido quinta y sexta división. En gimnasio cerrado dirigí partidos de primera. Me ha ido bien y no me puedo quejar porque siempre me han respetado. Además tengo un carácter fuerte y se dan cuenta que no me van a superar con lo que me puedan decir. En el Torneo argentino tampoco me puedo quejar, siempre me han respetado y de hecho, ellos solo tienen que jugar, porque nosotros somos secundarios. Ellos hacen el partido.