21 septiembre 2009

"Es tuya Juan...es tuya"

LIGA DE RIO GALLEGOS
Ferro consiguió este domingo su segundo triunfo consecutivo al vencer a Unión Santacruceña por dos tantos a cero. Filpe abrió la cuenta a los cinco de la complementaria, mientras que el juvenil Cristian Cárcamo puso cifras definitivas sobre los treinta. Unión se olvidó por completo lo bueno realizado hace siete días y fue un equipo desconectado, ausente. Ferro tuvo en el joven Juan Navarro la frescura y desfachatez de los grandes.

Mi imaginación se mete en el vestuario de Ferro, lo veo a Ludueña y Maldonado que en la semana han consensuado en cuanto al once titular del domingo. La nueve para el avión Romero, la diez para el “Piojo” Arias, y la once… “La once es para usted pibe” le dicen a Juan Navarro, mientras le entregan la casaca amarilla, con la “V” cruzada en el pecho. Juan había sido integrante del banco de suplentes ante Bancruz la semana anterior, su entrega y sacrificio, sumado a un gol suyo, le daban al pibe de dieciséis años la chance de salir desde el arranque. Juan está en Ferro desde siempre, y los más experimentados lo tratan como uno más. Cuando el Señor Omar Lugo, pitó el comienzo del partido ante Unión Santacruceña. Juan Navarro, comenzaba a demostrar desde el inicio mismo, que la dupla Ludueña-Maldonado no se había equivocado. Porque el pibe “la rompió” fue desequilibrante por izquierda, tocó y fue a buscar siempre como si fuera la última pelota de la tarde. Y dejó en claro que para la Ludueña, el mejor antídoto para contrarrestar a los “pibes” de Unión, fue ponerle enfrente más “pibes”.
Pocas variantes tanto en Unión como en el carbonero. Leyenda recupera a Germán Sosa en el fondo, porque ya ha penado la suspensión que le correspondía por la expulsión ante Boxing. Por lo que sale al campo con Cisterna en el arco, Mesa, Quinteros, Sosa y Barrientos. En el medio Negri por derecha, Cuicui y Cabrera como doble cinco, sumando por izquierda a Leo Díaz. Arriba los puntas recaen en Silva y Tunon.
Ferro con Roly Ludueña en el arco, Carcamo, Guerrero, J. Díaz que vuelve y Rondan la saga defensiva. Samuel Julián por derecha Seba Luna, el “Piojo” Arias y Navarro en el medio campo. Teniendo a Filpe y el avión Romero en ataque.
El carbonero desde el arranque tomó la posta de buscar el arco de enfrente. Pero si bien territorialmente dominaba, se repetía una y otra vez en centros cruzados, tanto desde izquierda como de derecha, llegaba fáciles para los despejes de Sosa y Quinteros. La fórmula era buena, pero le faltaba audacia. Seba Luna le ganaba por lejos el duelo en mitad de cancha a Cabrera, Negri bajaba en demasía y terminaba ocupando el espacio que dejaba Martín Mesa, que hoy al menos, nunca terminé de entender de que jugaba. Porque si bien su posición era de cuatro, se terminó mezclando más de una vez con sus propios centrales en defensa. Filpe y Romero no tenían el suficiente peso ofensivo, por lo que Cisterna pasaba una tarde tranqui. Arriba, en el ataque de Unión Silva y Tunon no se buscaban, cada uno hacía la suya, por lo que ambos parecían dos llaneros solitarios, hasta que Giani, bajó unos metros y allí pudo ser más útil, porque arrancaba él la jugada desde atrás y generalmente era víctima de falta, generando tiros libres a favor de su equipo. El Tucu, ponía voluntad más voluntad, ganaba y perdía casi en igual proporción con Díaz, y la más clara la tuvo entrando por izquierda, cuando después de “venderle” un caño a su marcador se metió en el área y prefirió el remate al arco, cuando el ángulo era muy sesgado y la mejor era ponerla atrás donde venían mejor perfilados Tunon y Negri. Por el lado de Ferro, un cabezazo de Filpe, que Cisterna, en espectacular volada manoteó, rozó el horizontal y se perdió en el corner, fue la más clara.
El cero a cero con que cerraba la etapa era medianamente justo, a pesar que Ferro había insinuado más. Pero la segunda etapa cambió radicalmente. Navarro comenzó desde el arranque siendo más vertical, tomó la zona izquierda como propia y aprovechando que Mesa no terminaba nunca de definir si era cuatro, ocho o que.. comenzó a hacerse un festín , gambeta, freno, toque y pase por lo bajo fue lo que Juan empezó a mostrar en campo y Filpe, Arias y Romero “cazaron” la onda y Ferro en cinco se ponía en ventaja por el pelilargo Filpe. Con un Unión Santacruceña, raramente ausente en el campo, le suma para colmo la expulsión correctísima del árbitro Don Omar Lugo sobre Germán Sosa, que lo bajó “fiero” al once carbonero, a dos metros del área. Si Ferro era más once contra once, con uno más se abrieron más espacios. Ferro pasó a tomar las riendas del partido, cuesta describir los goles marrados por Romero, Filpe, Luna y Arias, por lo que el marcador le era mezquino a Ferro. El ingreso de Massei en Unión, le dio mayor dinámica a un somnoliento medio campo, pero no fue la plena solución.
Sobre los treinta desde el medio campo y volcado por izquierda, toma la pelota Navarro, deja dos en el camino, toca para Romero, la cambian hacia la derecha, donde se perfila extremadamente solo, el recién ingresado Cristian Cárcamo, que de derecha la cruza lejos de Cisterna, para que el juvenil Cristian, de quince años, reciba todos los abrazos del carbonero. Con un dos a cero Ferro, comenzó a rotar la bocha, Tejada, otro de los cambios realizado por Ludueña, mete un disparo bajo, la caprichosa da en el caño izquierdo de Alexis, recorre toda la línea de meta y sale disparada por el otro lado, no pudiendo gritar Ferro su tercer gol.
Unión ya era solo alguna heroica que podía luchar en soledad Silva arriba y nada más. El pitazo de Omar Lugo, de correctísimo arbitraje, le aseguró a Ferro tres puntos más, dos encuentros ganados al hilo que no es poca cosa.
Todo el carbonero se va contento, especialmente Cárcamo por su ingreso acompañado de un gol. Ni que hablar de Navarro que tiene una sonrisa enorme, porque “su” Ferro ganó, no se sabe figura, pero interiormente sabe que cumplió con creces, y todavía le retumba en sus oídos las palabras de “Pepe” Ludueña en los vestuarios cuando le entregaba la once titular…” Es tuya Juan…es tuya”