20 septiembre 2009

Los dos pudieron ganar..ninguno merecía perder

LIGA DE RIO GALLEGOS
Independiente y Boxing igualaron en cuatro tantos por bando en la fría tarde sabatina. Con un resultado cambiante en todo momento, el rojo llegó a estar cuatro a dos arriba en el marcador, pero no supo cuidarlo. Independiente pudo ganarlo, pero Boxing no merecía perder. El albiverde sobre la hora también pudo quedarse con los tres puntos, lo que igualmente hubiera sido injusto para el diablo. El empate le sienta bien al partido, aunque Boxing perdió dos puntos de oro.

Defensores del Carmen es el escenario del encuentro más importante de la fresca jornada sabatina. Independiente ha hecho valer su Localia y Boxing no puede poner objeciones en esto. La historia dice que la cancha del Carmen, no le sienta bien al albiverde, porque casualidad o no, de este escenario se ha llevado más sinsabores que alegrías. Con la fecha libre del líder Boca, Boxing se presta a confirmar su repunte y regularidad de los últimos cotejos, que lo han sabido llevar, por mérito propio a la segunda ubicación en la tabla. Sabe que tres puntos hoy, son vitales para sus futuras aspiraciones. Juega al menos con un resultado puesto que es saber de la derrota de El Puerto, justamente su próximo rival, dentro de siete días.
Independiente tiene un presente muy distinto. Le cuesta hilvanar dos triunfos seguidos, pero sabe que tiene hoy una oportunidad inmejorable para revalidarse, y al menos en lo anímico buscará esta tarde dar un batacazo.
Boxing llega a este encuentro con bajas importantes. Ariel Ojeda suspendido por cinco amarillas. Expulsado por informe pos-partido corre igual suerte, Aguilar. Jorge Cassín, por razones laborales se encuentra fuera de la ciudad. Lesionado Maidana .Surita tampoco es de la partida, como en los últimos encuentros. Por lo que Don Giacomoli, acude a la cantera.

Claudio Garay bajo los tres palos, Marcos “Mamuchi” Batochia como marcador de punta por derecha. Cristian Marshall y Juan Carlos Cormack como centrales, apareciendo Monsalve por el lateral izquierdo. Doble cinco para Franco Sandoval y Mario Triviño. Volante por derecha Cristian Bazán, por izquierda el “Noni” Toledo. Dejando a Julián Ojeda y Mariano Matus en ataque.
Independiente con Maxi Gómez en la valla. Cuatro en el fondo para Luis Alcaraz, Mauro Irala, Antonio Romero y Matías Lisardo. Hernán Romero, Paredes, Vivar y Ledesma los cuatro del medio. Dejando a Mario Gómez y Juan Ponce de León como los puntas.
Juan Navarro minutos pasados de las cinco de la tarde pita el arranque del partido.

Boxing, desde el vamos nomás pone la pelota al piso, fiel a su costumbre e intenta triangular, poniendo a Franco Sandoval como eje de todas las pelotas que pasan por zona media. Independiente aprieta, quiere presionar arriba, y vaya si lo logra, minuto nueve, el albiverde quiere salir jugando dentro de su área y uno de sus centrales se equivoca, pierde la pelota ante Ponce de León, y Juan ni lerdo ni perezoso, con corta gambeta a Garay hacia su izquierda, pone el cuerpo para que la zurda mande la pelota al fondo de la red. Barajar y dar de vuelta para Boxing pero tuvo la cabeza fría porque a pocos minutos, un pase magistral desde la mitad de cancha que parte de la zurda de Sandoval, justo al pecho de Matus que ya pisa el área, pierna derecha cruzando la pelota al palo más lejano de Gómez y la cosa esta empate en uno.
Boxing aparecía compacto desde mitad de campo hacia delante, donde Julián desbordaba fácil a su marcador por derecha, Toledo hacía lo propio por izquierda. Mariano se mostraba permanentemente bien de punta. Y los cuatro del medio, marcaban la diferencia, superando reiteradamente a Vivar, Ledesma, Hernán, Romero y Paredes. Irala y Antonio Romero, se desdoblaban ante los ataques del albiverde. Pero cuando el rojo atacaba desnudaba seria falencias defensivas. Especialmente en los centrales, los relevos de Cormack y Marshall se interponían, Monsalve no la pasaba bien por su banda y la clara excepción era Batochia que te dejaba una imagen de 100 partidos en primera, marcaba, jugaba y se proyectaba permanentemente. Claudio Garay saca un tiro imposible de atajar, pero su mano la desvía, le pide colaboración al horizontal y juntos salvan a la visita. Sobre los veintiuno Boxing desequilibra por izquierda con Toledo, la combinación para Matus que aparece como nueve que es, pero levemente volcado por derecha, a dos metros antes de pisar el área, se la “pica” a Gómez y decreta un golazo, para poner en ventaja al albiverde dos a uno, resultado con que termina la etapa.
Cuando comienza la complementaria me imagino que Boxing, va a poner todo su potencial, en dirección de Gómez, y para muestra basta un botón, treinta segundos y el pase profundo para el pique de Ojeda, Julián que gana como siempre en velocidad, y ante la salida de Maxi, la pone por sobre el travesaño. Se acomoda Independiente en cancha y sobre los cinco minutos empieza a aparecer Ledesma y de la mano de Claudio llega el empate. Las brujas no existen dicen muchos…pero que las hay las hay, quince de la etapa. Boxing y la pelota en el fondo dentro de su área, cometen exactamente el mismo error que en la primera parte, y de nuevo, casi como un calco, aparece Ponce de León para vencer a Garay y poner las cosas tres por dos. Y allí Boxing, perdió el rumbo. Martín Vivar encontró su lugar en el mundo, y comenzó a ganar y distribuir en zona media, Franco Sandoval ya no era el receptor en la zona media que ahora era exclusividad del rojo. Se diluía Toledo y Triviño, y solo aparecían Bazán y Batochia, Ojeda sin asistencia al igual que Matus, era casi una marea roja. “Se puede…se puede” gritaba Coto Aguilar desde la banca y del dicho al hecho…nada. Corrida por izquierda de Ledesma con toda la confianza del mundo, salida de Garay y la pelota “Sombrereada” por Claudio entra mansa para dibujar otro golazo en la fría tarde sabatina. Y el diablo pasaba a golear en diecinueve minutos , en concordancia con los errores defensivos de la visita . Ahora el rojo era fiesta, mientras que Boxing era desazón.
Lesionado Monsalve, Burgos es el reemplazo y aparecía desde atrás para empezar a juntarse con Sandoval, que comenzaba a pintar estiletazos de buen fútbol nuevamente, Ojeda pone nafta y más que correr, vuela por su banda derecha, Toledo deja los lujos de lado y corre y se sacrifica como todos. Dientes apretados, vergüenza deportiva con una reacción de fútbol y volumen de juego, ponen al diablo contra su arco. Minuto veintinueve, perfecto tiro libre ejecutado por Triviño, que besa el caño derecho de Gómez y se transforma en descuento para quedar ahora cuatro a tres y a corazón abierto. Van los dos, Mario Gómez exige en cada contra, Vivar pone pulmones de recambio, porque corre a todos. Ahora es Giacomoli junto a Ruffini que gritan “Vamos que se puede”, y claro que se puede piensa el “Noni”, cuando tras una corrida monumental del Juli, gana la cuerda, mete el centro para que Toledo entrando por detrás de los centrales estampe el empate en cuatro. Y ahora?? Ahora está para cualquiera…. Nueva escalada de Ojeda, gambeta y el “Tomá y hacelo” es un hecho, pero el “Buitre” Gargaglione, de frente al arco, le pega muy abajo y la manda por arriba del horizontal “Van dos más” Marca Navarro con la mano en alto, pero Don Juan, que había tenido un correcto arbitraje, se vio desbordado en los últimos quince, comenzó a quedar lejos de las jugadas y perjudicó en algunos fallos a ambos. Las amarillas comenzaron a correr como “champagne” en una fiesta. Y el tiempo se pasó de los dos minutos adicionados. Corre y gana Toledo por izquierda, pisa el área, mete el zurdazo, y me es imposible explicar como no entró esa pelota, Navarro manda corner. Independiente protesta en conjunto. Romero se come la ultima amarilla, con tiempo excedido. El corner encuentra una cabeza salvadora roja para que ahora sí, don Navarro pite el final. Reclamos, seguramente algún exceso verbal hacen que Don Juan expulse una vez finalizado el encuentro al central Rojo Romero. Me voy del Defensores empachado de goles, ocho, con errores, con virtudes , algunos golazos. Y con un partido, que especialmente en la complementaria, tuvo mucho vuelo, especialmente por la adrenalina que involucró a todos. Independiente arrancó, ganando, pasó a perderlo y luego goleaba. Terminó rechazando la ultima bola bien lejos. Boxing, perdía, lo dio vuelta y pasó a ganarlo. Volvió del descanso triunfador, y a pesar de casi clavar el tercero desde los vestuarios, se encontró perdiendo por goleada cuatro a dos. Su remontada consecuencia de un amor propio increíble llevó a empatarlo y casi a ganarlo, Difícil explicar, los dos merecieron ganarlos, pero Ni Boxing ni Independiente merecía perderlo.