10 mayo 2010

Huracán tuvo que recurrir a los penales para llegar al pentagonal final

ARGENTINO B
Fue un parto para el equipo comodorense, en el que después de pujar duramente, pudo ver nacer la ilusión del ascenso gracias al logrado 5 a 4 desde los doce pasos tras la derrota en tiempo adicionado luego de los 90". Leonardo Olave metió el único gol del encuentro, pero pasó de héroe a villano porque después Daniel Sciutti atajó su disparo en la definición y Huracán quedó a las puertas de la posibilidad del ascenso al Torneo Argentino "A".
Cronica

Imposible analizar el encuentro cronológicamente pasando por alto el final del partido y luego la tanda de penales. Es que la presión que impuso el "aurinegro" en el segundo tiempo, si bien no tuvo claridad, obligó a Huracán a defenderse en su propio campo con los riesgos que ello implica.
Así, la segunda parte tuvo mucha menos acción, fue mucho más cerrada que la primera, donde se vieron las acciones más claras del partido, en cantidad equilibrada. Pero el complemento se jugó más con el reloj a la vista en cada momento y los nervios a flor de piel.
La multitud huracanense palpitó el encuentro con un apoyo incondicional que no cejó ni aún en el momento del defensor visitante en el quinto minuto de descuento, que llegó tras un centro desde la derecha y una serie de rebotes, que luego de una salida en falso de Daniel Sciutti permitiendo el cabezazo goleador casi sobre la línea del arco.
Antes, hubo todo un partido que tuvo como primera acción de riesgo un cabezazo de Facundo Tromer a los 6"; y no pasó nada hasta los 24", cuando Cristian Millahual metió un tiro libre envenenado que entre Juan Cruz Mulieri y Omar Ríos casi transforman en gol en contra.
A los 29", un lateral mal cobrado casi termina en gol de la visita, pero Armando Mansilla no pudo conectar un envío de Matías Llanquetrú, mientras que cuatro minutos más tarde el que llegó fue el local, pero luego de un centro de José Luis Ocampo, Jorge Barrera remató desde ángulo cerrado y la pelota bordeó la línea y salió por el otro poste.
Una palomita del "Piojo" Esteban López tras desborde de Millahual se fue por arriba y una buena acción colectiva entre Diego Rubilar, Ocampo y Barrera, terminó con un cabezazo alto del 9. Poco después, una excelente acción individual de Barrera, por poco no terminó en una acción de riesgo.
Del otro lado, un centro de Nicolás López encontró la cabeza de Mansilla a los 41" y tres minutos después llegó la primera polémica de la tarde, después de un centro de Fabricio Elgorriaga que bajó "Petete" en el segundo palo y César Villarroel cabeceó al gol, invalidado erróneamente por posición adelantada.
La más clara del primer tiempo para Huracán fue la última, cuando López picó habilitado por izquierda, pero Mulieri le ahogó el grito en el mano a mano cuando se venía el tanto de la apertura.
En el complemento, la primera de riesgo fue recién a los 20", con una media chilena de Ríos que se fue por arriba del arco local, mientras que un minuto después llegó un derechazo de Llanquetrú que dio en la red, pero del lado de afuera para alivio del pueblo "globero".
Una media vuelta de Villarroel que Sciutti sacó al corner por encima del arco fue el comienzo de una insistente presión de la visita en los minutos finales, obligada a buscar el triunfo por la derrota del miércoles en su propia cancha.
Todo era de Madryn, menos el resultado. Huracán casi había renunciado al ataque y sólo esperaba, tratando de morder en la mitad de la cancha, aunque perdiendo generalmente contra el despliegue del volante central "aurinegro", ante una tarde no muy buena de Edgar Galeano y Rodrigo Bona. Villarroel generó además el espacio para un remate sesgado de Elgorriaga que se fue apenas afuera.
En el epílogo, cuando parecía que todo terminaba sin goles en barrio Industrial, llegó otra polémica porque el ingresado Gastón Rivero pareció cabecear habilitado hacia el gol un centro de Bona a los 44", pero el cuadro de Jaime Giordanella no se dejó caer ante la nulidad del tanto y siguió empujando hasta que logró igualar en el global, aunque la mística -y los buenos shoteadores- de Huracán, se encargó del resto en los penales.