31 mayo 2010

Para Bancruz y Defensores: ¡Palmas, Palmas, Palmas!

LIGA DE RIO GALLEGOS
Emotivo empate entre Defensores y Bancruz en dos tantos por lado. Lo ganaban los del Carmen al término de la primera parte con gol de D´Augero de penal. Por la misma vía en el segundo tiempo igualó Pagola para el “Azurro”. Copeckzny lo dio vuelta y sobre la marcha lo igualó Soto. Pudo ser fiesta completa del fútbol pero el árbitro Ramírez tuvo una tarde para el olvido. Cuatro expulsados en un partido limpio y leal en general.

Alfredo Galvez

De comenzar por el final, debería decir como en radio, “Palmas, palmas, palmas” para Bancruz y Defensores, porque con partidos así, dan ganas de ver fútbol, dan ganas que la gente vuelva a las canchas. Pero todo final tiene un comienzo y desde allí debemos partir para que se entienda.
Pasadas las tres y media de la tarde Azurros y albirojos apuran su encuentro por la séptima fecha. En la previa uno piensa, intuye, que por los protagonistas en campo puede ser un partido de alto vuelo. Pero también es cierto que algunos se han arrimado a la cancha, con la estúpida idea de creer que en esta revancha futbolística, van a tener durante noventas minutos, golpes, pierna fuerte “mala leche” y otras yerbas porque entienden que quedaron “esquirlas” de la primera rueda… y que lejos, pero que lejos estuvieron de acertar. Porque ni bien Don Rubén Ramírez pitó el arranque del encuentro los dos comenzaron a jugar al fútbol y no pararon hasta el final.Y en ese preámbulo de estudio que es el inicio del encuentro, fue Defensores quien comenzó a dibujar un mejor juego en campo. Y tuvo en el tucumano Medina a su mejor exponente. Claudio, no solo era claro con la pelota en sus pies, sino que además cuando la redonda cambiaba de dueño, él se las ingeniaba en eso de recuperar… y vamos de vuelta. Bien secundado por Valiente como doble cinco. Abierto Villaverde y Oliva casi como carrileros, trepaban constantemente y ganaban sobre Rivera por un lado y sobre el “Magia” Medina por el otro. Si le sumábamos el desprendimiento de Mario Pérez por derecha y Lucas Fernández por la izquierda buscando centros para D´Augero o Belmonte, por lo que Lastra, Díaz, Maciel y Pagola, tenían trabajo extra. Copeckzny naufragaba en soledad en búsqueda de una pelota que por lo general le llegaba a dividir, Alfredo Ríos, ponía una voluntad enorme por derecha, y si bien jamás defraudó, no pudo hacer olvidar la ausencia del “Rayo” Barría. El Mago Chávez muy volcado por izquierda intentaba en las pocas que le llegaban, meter la pausa, la gambeta y el cambio de frente que le salía perfecto, pero nunca en esta etapa llegó a sacar la “varita” y mágicamente meter esos pases milimétricos que dejan al atacante cara a cara frente al arquero. Defensores era más, tenía variantes, tan es así que Belmonte toma la pelota a no menos de treinta metros, el giro ante la marca para perfilarse a su derecha y el disparo de Eduardo no se hace esperar, la pelota busca red, y aunque el Roly intente en su vuelo sacarla no puede. La caprichosa como un misil se estrella en el caño y el rebote encuentra la cabeza de Ludueña, la pelota recorre cerca de la línea de meta y suspira el bancario. Suspira también Defensores, cuando tras un centro desde la derecha encuentra a Echave, metiendo los puños hacia delante dentro de su área y le “sirve” la redonda a la cabeza de Copeckzny, pero Alejandro se sorprende y a pesar de dibujar una palomita la pelota se va fuera. Imposible explicar lo que se pierde el albirojo, cuando en un arranque casi letal por izquierda D´Augero le sirve el pase a Villaverde para que meta el primero. Achique de Ludueña, y Walter que decide la gambeta y un nuevo toque que termina siendo ni chicha ni limonada, porque Bancruz despeja.
Y sí, Defe era más por ese entonces. Minuto treinta y uno, excelente jugada colectiva por izquierda, varios que se enganchan en tocar, mordiendo el área, siempre por zurda, le queda a Belmonte, el goleador puede ajustar su remate hacia la dirección del arquero bancario, pero inteligentemente y con egoísmo cero, le sirve el pase preciso a Oliva que arremete en soledad por derecha. Ludueña ya lo ve al capitán adversario que está dentro de su área presto a meter el cabezazo en busca de “su” arco y el Roly se la juega, y al jugársela, se lo lleva “puesto” al Profe y Ramírez no duda en marcar la pena máxima, en lo que a la postre sería uno de sus pocos aciertos. Serenidad, aplomo y experiencia en Ariel D´Augero para una ejecución suave y de categoría para que la caprichosa bese con afecto la red para el festejo de Defensores que se ponía uno a cero. Y eso pareció conformar a los del Carmen, porque desde el minuto treinta y cinco que se ejecutó el penal hasta el pitazo de Ramírez en busca de camarines por la etapa concluida, el albirojo se durmió, al pensar que lo hecho, hecho está y dejó venir a Bancruz como para decirle a Fuentealba y Clavel “Ahora laburen ustedes”, pero la etapa se fue sin modificar el resultado parcial de uno a cero a favor del local. El arranque de la segunda parte traía desde el inicio, un cambio, que al menos para mi gusto, fue fundamental. En camarines quedaba el “Tucu” Medina, entiendo lesionado. Y si bien nadie puede discutir la entrega y calidad del ingresante, Luciano Seinioux, Defensores ya no fue el mismo. Pero Bancruz tampoco fue el mismo en esta etapa, porque hizo las cosas de menor a mayor, comenzó bien y fue en aumento. Pero lamentablemente Don Ramírez, el árbitro principal, a contrapartida esta etapa arrancó mal y también…fue en aumento. Ramírez, se “comió” un puñetazo sin pelota de Mario Pérez, en la nuca del indio Llancao que era para roja directa. Pero la segunda… se le fue de las manos. Confundió lo que para mí es un gravísimo error en no entender que Autoridad no es sinónimo de autoritarismo, y el show de tarjetas amarillas y rojas no tuvo fin. Cuatro jugadores expulsados y cientos de amonestados fue casi el único recurso expresado por Ramírez en esta etapa. Mal expulsado D´Augero y Llancao, ambos por doble amarillas en las que en ambos casos (las segundas) se amonestó por infracciones, comunes, producto del juego mismo, que no hace falta aclarar es de roce. Expulsó a Rivera a instancia de su asistente (Entiendo exceso verbal) cuando el negro debió irse expulsado por juego brusco antes, por la falta violenta sobre Mauro Fuentealba. Y ya después no supo como arreglar las cosas, y le metió amarillas a Dios y María santísima por todo…o por nada. El Azurro, levantó el juego, de la mano del Magia Medina y Llancao comenzaron a poner la pelota una y otra vez en campo rival y Defensores no le encontraba la vuelta. Copeckzny comenzó a moverse por todo el frente del ataque, aparecía ya no en cuenta gotas, Chávez, y el negro Rivera ganaba cómodamente por derecha, se juntaba con Lastra y le hacían el dos uno a Lucas Fernández. Horas extras tenían Clavel y Fuentealba y Bancruz solo quedaba expuesto a alguna esporádica contra de D´Augero y Belmonte. Con la cancha ya inclinada por su futbol, Bancruz encuentra en el minuto dieciocho un penal producto de una mano (Al menos fue la seña del árbitro) que Pagola hace bien pero la termina mal. ¿Porque? Porque desde los doce pasos es implacable y con tiro rasante y bien colocado pone las cosas uno a uno, pero se equivoca mal, cuando arranca su festejo de cara a la tribuna de Defensores, recorre varios metros con su mano derecha en abanico sobre su oído, como diciendo “ haber, haber ahora…no escucho..Que decían???” Error compartido con don Ramírez que debió expulsarlo, pero no hizo nada al respecto. Con la injusta expulsión del Vikingo, Bancruz que ya de por sí era más, se encontró con que ahora eran once contra diez y fue por los tres puntos. Minuto treinta, recibe el Mago por izquierda, y ahora sí, toma su varita mágica, le apunta a su botín derecho, y con el hechizo puesto le da un pase excepcional a Copeckzny, Alejandro parado en el borde el área grande, domina, gira, arquea el cuerpo y mete el zurdazo, preciso que provoca la enorme estirada de Echave, pero Julio no puede ante tanta precisión, y Bancruz esta arriba dos a uno. Justo? Si muy justo. Defensores se sintió tocado en sus fibras y con enorme amor propio fue sobre el arco del azurro y dos minutos más tarde, de un tiro de esquina por derecha, encuentra a Tom Soto, elevándose por los aires, metiendo el parietal zurdo para ponerla lejos del Roly y cantar otro verdadero golazo para decir estamos dos a dos, en la ya fría tarde de Gallegos.De allí hasta el final fue de ida y vuelta, bien jugado y mal dirigido, los dos no se conformaban con el empate y en el alargue terminaban nueve contra nueve. Sobre el final pudo ganarlo Defensores, primero por una monumental atajad del Roly y luego cuando tras varios rebotes, Clavel no puede resolver y dentro del área desperdicia una chance inmejorable. Me voy del Nido de las Águilas feliz de la vida por lo visto, por lo vivido, por el fútbol que brindaron Bancruz y Defensores… y a pesar de la mala tarde de Ramírez, déjenme dedicarles a ambos, a AZURROS Y ALBIROJOS SIMPLEMENTE PALMAS, PALMAS, PALMAS